Los pasos de la cordura de Ana Merino
Algunos amigos pierden los zapatos y juegan a no saber andar/ y yo, que tuve el infinito con sabor a desayunos interminables,/ suspiro en una estación haciendo punto con las agujas del reloj. |
Calificación promedio: 5 (sobre 34 calificaciones)
/El Instituto Cervantes organizó una mesa redonda en torno al libro «La narrativa española en la democracia actual. Crónica del Grand Séminaire de Neuchâtel». La publicación traza la historia del reputado Grand Séminaire de Neuchâtel, unos encuentros internacionales organizados en Suiza durante diecinueve años dedicados a los grandes narradores españoles actuales (tales como Antonio Muñoz Molina, Julio Llamazares, Luis Mateo Díez, Juan José Millás, José M.ª Merino, Enrique Vila-Matas, Javier Marías, Álvaro Pombo, Cristina Fernández Cubas, Javier Tomeo, Bernardo Atxaga, Almudena Grandes, Luis Landero o Andrés Neuman), cuyos trabajos se han convertido en bibliografía imprescindible para los expertos en la materia. Participaron en el acto la autora del volumen, Irene Andres-Suárez; Lidio Nieto, editor; Ángel Basanta, crítico literario; y los escritores: Luis Mateo Díez, Ana Merino, Luis Landero, Julio Llamazares y José María Merino. Más información: https://cultura.cervantes.es/ESPANYA/es/id/166717 Suscríbete a nuestro canal de YouTube: https://www.youtube.com/InstitutoCervantesVideos?sub_confirmation=1
Los pasos de la cordura de Ana Merino
Algunos amigos pierden los zapatos y juegan a no saber andar/ y yo, que tuve el infinito con sabor a desayunos interminables,/ suspiro en una estación haciendo punto con las agujas del reloj. |
El mapa de los afectos de Ana Merino
Es la empatía con el sufrimiento ajeno lo que más estimula las heridas y saca de dentro un abanico de angustias reales o imaginarias.
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Ana Merino
Vengo a ser testigo Vengo a ser testigo de un milagro, la resurrección de las palabras emergiendo del mar con ansias de justicia. Vengo vestida con el disfraz de la penumbra para escuchar el murmullo de las cosas que habitan en cada casa de madera y chapa. Pensamientos prohibidos que llegan a la orilla y mecen la basura que vomitan. No hay caminos de conchas ni arena transparente sólo plástico fino y grasa de motores como una capa más sobre la tierra, como una mascarilla que ahoga a las gaviotas y envenena a los niños que salen a buscar erizos en las rocas. Vengo a ser testigo de las contradicciones con las que fraguan el cemento de los grandes edificios que nunca se terminan y acaban cobijando en sus rincones las venas de los chicos que se inyectan escamas de serpiente triturada. Vengo a desesperarme porque no encuentro a Dios en la miseria. |
El mapa de los afectos de Ana Merino
El curioso trazo de la vida los colocaba en un punto sorprendente del mapa del tiempo y el espacio.
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El mapa de los afectos de Ana Merino
La vida miserable de los galgos de carreras era como la suya. La tuvieron corriendo hasta que se le reventaron las patas y ahora estaba en la casa de su madre lamiéndose las heridas.
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El mapa de los afectos de Ana Merino
ʟᴀ ɢᴇɴᴛᴇ ʙᴜᴇɴᴀ ᴛɪᴇɴᴇ ᴜɴ ᴅᴏɴ ᴘᴀʀᴀ ɪʀʀᴀᴅɪᴀʀ ᴄᴀʀɪñᴏ, ᴘᴀʀᴀ ᴘʀᴏᴅᴜᴄɪʀ ᴄᴀᴍᴘᴏs ᴅᴇ ғᴜᴇʀᴢᴀ ᴅᴏɴᴅᴇ ᴘᴏᴅᴇʀ ᴄᴏʙɪᴊᴀʀ ᴀ ʟᴏs ᴅᴇᴍás, ʏ ᴇɴ ᴘᴀʀᴛᴇ ɢʀᴀᴄɪᴀs ᴀ ᴇsᴀs ᴘᴇʀsᴏɴᴀs ʏ ᴀ ʟᴀ ᴄᴏɴsᴛᴀɴᴄɪᴀ ᴅᴇ sᴜs ɢᴇsᴛᴏs ᴀᴍᴀʙʟᴇs, ʟᴀ ʜᴜᴍᴀɴɪᴅᴀᴅ ᴛᴏᴅᴀᴠíᴀ ɴᴏ sᴇ ʜᴀ ᴇxᴛɪɴɢᴜɪᴅᴏ.
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El mapa de los afectos de Ana Merino
Había querido planear su recién estrenada vida al milímetro, sin darse cuenta de que la vida hay que experimentarla más allá de tu propio pensamiento.
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El mapa de los afectos de Ana Merino
La gente buena tiene un don para irradiar cariño, para producir campos de fuerza donde poder cobijar a los demás, y en parte gracias a esas personas y a la constancia de sus gestos amables, la humanidad todavía no se ha extinguido.
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El mapa de los afectos de Ana Merino
¿Quién defendería a las abuelas negras de los barrios periféricos, rodeadas de nietos porque sus hijos estaban en el cementerio atravesados por las balas? Esas sí que estaban jodidas y merecían una revolución. O las niñas prostituidas en los confines turíaticos de los países asiáticos. El listado de las mujeres por las que merecía la pena luchar era interminable, las causas se dibujaban en un mapamundi imaginario de países donde el abuso contra las mujeres era sistemático.
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El mapa de los afectos de Ana Merino
La guerra es la gran soledad que nombra a los humanos y nos iguala a todos. No existe un momento de tregua; la historia, la religión, la realidad es una guerra continua que simboliza la descomposición misma de todos los cuerpos que habitan en cada presente.
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¿Cuál es el órgano que trasplantan a Cora?