Poesía completa de Alejandra Pizarnik
Alguien entra en el silencio y me abandona. Ahora la soledad no está sola. Tú me hablas como la noche. Te anuncias como la sed. |
Poesía completa de Alejandra Pizarnik
Alguien entra en el silencio y me abandona. Ahora la soledad no está sola. Tú me hablas como la noche. Te anuncias como la sed. |
Poesía completa de Alejandra Pizarnik
Señor La jaula se ha vuelto pájaro y ha devorado mis esperanzas Señor La jaula se ha vuelto pájaro Qué haré con el miedo |
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Poesía completa de Alejandra Pizarnik
ya comprendo la verdad estalla en mis deseos y en mis desdichas en mis desencuentros en mis desequilibrios en mis delirios ya comprendo la verdad ahora a buscar la vida |
La extracción de la piedra de locura. Otros poemas de Alejandra Pizarnik
Las fuerzas del lenguaje son las damas solitarias, desoladas, que cantan a través de mi voz que escucho a lo lejos.
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Poesía completa de Alejandra Pizarnik
Tal vez las palabras sean lo único que existe en el enorme vacío de los siglos que nos arañan el alma con sus recuerdos |
En esta noche, en este mundo de Alejandra Pizarnik
La soledad no es estar parada en el muelle, a la madrugada, mirando el agua con avidez. La soledad es no poder decirla por no poder circundarla por no poder darle un rostro por no poder hacerla sinónimo de un paisaje. La soledad sería esta melodía rota de mis frases
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En esta noche, en este mundo de Alejandra Pizarnik
La noche, de nuevo la noche, la magistral sapiencia de lo oscuro, el cálido roce de la muerte, un instante de éxtasis para mí heredera de todo jardín prohibido
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En esta noche, en este mundo de Alejandra Pizarnik
No hables de los jardines, no hables de la luna, no hables de la rosa, no hables del mar. Habla de lo que sabes. Habla de lo que vibra en tu médula y hace luces y sombras en tu mirada, habla del dolor incesante de tus huesos, habla del vértigo, habla de tu respiración, de tu desolación, de tu traición. Es tan oscuro, tan en silencio el proceso a que me obligo. Oh habla del silencio
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Poesía completa de Alejandra Pizarnik
Vida, mi vida, déjate caer, déjate doler, mi vida, déjate enlazar de fuego, de silencio ingenuo, de piedras verdes en la casa de la noche, déjate caer y doler, mi vida. Arbol de Diana, 35 |
Poesía completa de Alejandra Pizarnik
El lenguaje silencioso engendra fuego. El silencio se propaga, el silencio es fuego.
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Poesía completa de Alejandra Pizarnik
Estaba abrazada al suelo diciendo un nombre. Creí que me había muerto y que la muerte era decir un nombre sin cesar
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Poesía completa de Alejandra Pizarnik
Hablo como en mí se habla. No mí voz obstinada en parecer una voz humana sino la otra que atestigua que no he cesado de morar en el bosque.
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Poesía completa de Alejandra Pizarnik
6 ella se desnuda en el paraíso de su memoria ella desconoce el feroz destino de sus visiones ella tiene miedo de no saber nombrar lo que no existe |
La condesa sangrienta de Alejandra Pizarnik
Si bien no se trata de explicar a esta siniestra figura, es preciso detenerse en el hecho de que padecía el mal del siglo XVI: la melancolía. Un color invariable rige al melancólico: su interior es un espacio de color de luto; nada pasa allí, nadie pasa. Es una escena sin decorados donde el yo inerte es asistido por el yo que sufre por esa inercia. Éste quisiera liberar al prisionero, pero cualquier tentativa fracasa como hubiera fracasado Teseo si, además de ser él mismo, hubiese sido, también, el Minotauro; matarlo, entonces, habría exigido matarse. Pero hay remedios fugitivos: los placeres sexuales, por ejemplo, por un breve tiempo pueden borrar la silenciosa galería de ecos y de espejos que es el alma melancólica. Y más aún: hasta pueden iluminar ese recinto enlutado y transformarlo en una suerte de cajita de música con figuras de vivos y alegres colores que danzan y cantan deliciosamente. Luego, cuando se acabe la cuerda, habrá que retornar a la inmovilidad y al silencio. La cajita de música no es un medio de comparación gratuito. Creo que la melancolía es, en suma, un problema musical: una disonancia, un ritmo trastornado. Mientras afuera todo sucede con un ritmo vertiginoso de cascada, adentro hay una lentitud exhausta de gota de agua cayendo de tanto en tanto. De allí que ese afuera contemplado desde el adentro melancólico resulte absurdo e irreal y constituya "la farsa que todos tenemos que representar". + Leer más |
La extracción de la piedra de locura. Otros poemas de Alejandra Pizarnik
LAS GRANDES PALABRAS aún no es ahora ahora es nunca aún no es ahora ahora y siempre es nunca |
La extracción de la piedra de locura. Otros poemas de Alejandra Pizarnik
SOMBRA DE LOS DÍAS A VENIR Mañana me vestirán con cenizas al alba, me llenarán la boca de flores. Aprenderé a dormir en la memoria de un muro, en la respiración de un animal que sueña. |
La extracción de la piedra de locura. Otros poemas de Alejandra Pizarnik
LA ENAMORADA esta lúgubre manía de vivir esta recóndita humorada de vivir te arrastra alejandra no lo niegues |
Es un retelling de...