Poesía completa de Alejandra Pizarnik
........ (todo lo que se puede decir es mentira) el resto es silencio sólo que el silencio no existe |
Poesía completa de Alejandra Pizarnik
........ (todo lo que se puede decir es mentira) el resto es silencio sólo que el silencio no existe |
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Poesía completa de Alejandra Pizarnik
....Sí, lo malo de la vida es que no es lo que creemos pero tampoco lo contrario.
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Poesía completa de Alejandra Pizarnik
El lenguaje silencioso engendra fuego. El silencio se propaga, el silencio es fuego.
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Poesía completa de Alejandra Pizarnik
Estaba abrazada al suelo diciendo un nombre. Creí que me había muerto y que la muerte era decir un nombre sin cesar
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Poesía completa de Alejandra Pizarnik
Hablo como en mí se habla. No mí voz obstinada en parecer una voz humana sino la otra que atestigua que no he cesado de morar en el bosque.
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Poesía completa de Alejandra Pizarnik
18 como un poema enterado del silencio de las cosas hablas para no verme |
Poesía completa de Alejandra Pizarnik
6 ella se desnuda en el paraíso de su memoria ella desconoce el feroz destino de sus visiones ella tiene miedo de no saber nombrar lo que no existe |
Poesía completa de Alejandra Pizarnik
......... Tal vez las palabras sean lo único que existe en el enorme vacío de los siglos que nos arañan el alma con sus recuerdos. |
La condesa sangrienta de Alejandra Pizarnik
Creo que la melancolía es, en suma, un problema musical: una disonancia, un ritmo trastornado.
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La condesa sangrienta de Alejandra Pizarnik
Si bien no se trata de explicar a esta siniestra figura, es preciso detenerse en el hecho de que padecía el mal del siglo XVI: la melancolía. Un color invariable rige al melancólico: su interior es un espacio de color de luto; nada pasa allí, nadie pasa. Es una escena sin decorados donde el yo inerte es asistido por el yo que sufre por esa inercia. Éste quisiera liberar al prisionero, pero cualquier tentativa fracasa como hubiera fracasado Teseo si, además de ser él mismo, hubiese sido, también, el Minotauro; matarlo, entonces, habría exigido matarse. Pero hay remedios fugitivos: los placeres sexuales, por ejemplo, por un breve tiempo pueden borrar la silenciosa galería de ecos y de espejos que es el alma melancólica. Y más aún: hasta pueden iluminar ese recinto enlutado y transformarlo en una suerte de cajita de música con figuras de vivos y alegres colores que danzan y cantan deliciosamente. Luego, cuando se acabe la cuerda, habrá que retornar a la inmovilidad y al silencio. La cajita de música no es un medio de comparación gratuito. Creo que la melancolía es, en suma, un problema musical: una disonancia, un ritmo trastornado. Mientras afuera todo sucede con un ritmo vertiginoso de cascada, adentro hay una lentitud exhausta de gota de agua cayendo de tanto en tanto. De allí que ese afuera contemplado desde el adentro melancólico resulte absurdo e irreal y constituya "la farsa que todos tenemos que representar". + Leer más |
La extracción de la piedra de locura. Otros poemas de Alejandra Pizarnik
ANILLOS DE CENIZA Son mis voces cantando para que no canten ellos, Los amordazados grismente en el alba, los vestidos de pájaro desolado en la lluvia. Hay, en la espera, un rumor a lila rompiéndose. Y hay, cuando viene el día, una partición del sol en pequeños soles negros. Y cuando es de noche, siempre, una tribu de palabras mutiladas busca asilo en mi garganta, para que no canten ellos, los funestos, los dueños del silencio. |
La extracción de la piedra de locura. Otros poemas de Alejandra Pizarnik
LAS GRANDES PALABRAS aún no es ahora ahora es nunca aún no es ahora ahora y siempre es nunca |
La extracción de la piedra de locura. Otros poemas de Alejandra Pizarnik
SOMBRA DE LOS DÍAS A VENIR Mañana me vestirán con cenizas al alba, me llenarán la boca de flores. Aprenderé a dormir en la memoria de un muro, en la respiración de un animal que sueña. |
La extracción de la piedra de locura. Otros poemas de Alejandra Pizarnik
LA ENAMORADA esta lúgubre manía de vivir esta recóndita humorada de vivir te arrastra alejandra no lo niegues |
La extracción de la piedra de locura. Otros poemas de Alejandra Pizarnik
TU VOZ Emboscado en mi escritura cantas en mi poema. Rehén de tu dulce voz petrificada en mi memoria. Pájaro asido a tu fuga. Aire tatuado por un ausente. Reloj que late conmigo para que nunca despierte. |
Poesía completa de Alejandra Pizarnik
Noche Tal vez esta noche no es noche, debe ser un sol horrendo, o lo otro, o cualquier cosa… ¡Qué sé yo! ¡Faltan palabras, falta candor, falta poesía cuando la sangre llora y llora! ¡Pudiera ser tan feliz esta noche! Si sólo me fuera dado palpar las sombras, oír pasos, decir "buenas noches" a cualquiera que pasease a su perro, miraría la luna, dijera su extraña lactescencia, tropezaría con piedras al azar, como se hace. Pero hay algo que rompe la piel, una ciega furia que corre por mis venas. ¡Quiero salir! Cancerbero del alma: ¡Deja, déjame traspasar tu sonrisa! ¡Pudiera ser tan feliz esta noche! Aún quedan ensueños rezagados. ¡Y tantos libros! ¡Y tantas luces! ¡Y mis pocos años! ¿Por qué no? La muerte está lejana. No me mira. ¡Tanta vida Señor! ¿Para qué tanta vida? |
La condesa sangrienta de Alejandra Pizarnik
Como Sade en sus escritos, como Gilles de Rais en sus crímenes, la condesa de Báthory alcanzó, más allá de todo límite, el último fondo del desenfreno. Ella es una prueba más de que la libertad absoluta de la criatura humana es horrible.
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La edad de la inocencia