Cuentos imprescindibles de Anton Chéjov
Quien coloca por encima de todo la tranquilidad de sus allegados debe renunciar por completo a una vida guiada por las ideas
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Cuentos imprescindibles de Anton Chéjov
Quien coloca por encima de todo la tranquilidad de sus allegados debe renunciar por completo a una vida guiada por las ideas
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Cuentos imprescindibles de Anton Chéjov
Los desgraciados son egoístas, malvados, injustos, crueles y menos capaces de comprenderse entre sí que los tontos
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Cuentos imprescindibles de Anton Chéjov
Son muchas las opiniones que se sostienen en este mundo y una buena mitad de ellas pertenecen a individuos que no se han encontrado nunca en situaciones difíciles
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Cuentos imprescindibles de Anton Chéjov
Solo cuando los golpea la desgracia los hombres pueden comprender cuán difícil es dominar los propios sentimientos y pensamientos
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Cuentos imprescindibles de Anton Chéjov
Hay algo hermoso, conmovedor y poético cuando uno ama y el otro se mantiene indiferente
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El Jardín de los Cerezos de Anton Chéjov
- Se expresa usted como Nietzsche. Tiene usted, en verdad, mucho talento. |
El Jardín de los Cerezos de Anton Chéjov
Si en lugar de gastar su energía buscando fondos la emplease usted en cualquier otra cosa, hubiera ya, probablemente, solucionado, el Universo.
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El Jardín de los Cerezos de Anton Chéjov
Tú, Epifotof, eres muy completo, muy sabio; pero me inspiras miedo.¡Todos los sabios se me antojan tan imbeciles!
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El Jardín de los Cerezos de Anton Chéjov
A mi a decir verdad, no me disgusta.Me quiere locamente. En el fondo, es una persona que no tiene suerte. Cada día le sucede alguna peripecia.En su casa se burlan de él. Le dan el nombre de el Veintidós desgracias.
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El Jardín de los Cerezos de Anton Chéjov
Quise leer este libro, hice lo posible por leerlo, traté de comprender, y nada comprendí.
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La dama del perrito de Anton Chéjov
"Las mujeres siempre le habían tomado por un hombre distinto del que era; no le habían amado a él, sino a un ser creado por su imaginación, al que habían buscado con avidez a lo largo de sus vidas; luego, cuando reparaban en su error, seguían amándole. Ni una sola de ellas había sido feliz a su lado. El tiempo pasaba, trayendo encuentros, relaciones y rupturas, pero él nunca se había enamorado; podía hablarse de cualquier otra cosa, pero no de amor. Sólo ahora, cuando empezaba a peinar canas, se había enamorado de verdad, por primera vez en la vida". |
El reino de las mujeres de Anton Chéjov
Después de comer, cuando se servían el café y los licores, él siempre se animaba y le contaba todo tipo de noticias literarias.
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Los mejores cuentos de Anton Chéjov
Los desgraciados son egoístas, malévolos, injustos, crueles, y menos capaces de comprenderse mutuamente que los imbéciles. La desgracia no une a las gentes, sino que las separa; y donde parecería natural que el dolor común debiera fundirlas hay mucha más injusticia y crueldad entre ellas que entre las relativamente contentas. ("Enemigos")
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La gaviota de Anton Chéjov
A la orilla de un lago vive desde la infancia una jovencita, como usted; quiere el lago, como una gaviota, es feliz y libre como una gaviota. Pero llega, casualmente, un hombre, la ve y, por no tener qué hacer, sacrifica como a esta gaviota.
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Cuentos de Chéjov de Anton Chéjov
Sin el samovar en casa de los Chikildéyev la tristeza fue aún mayor. Había algo humillante en este despojo, algo ofensivo, que privaba de su honor a la isba.
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El reino de las mujeres de Anton Chéjov
Pensaba con tristeza que las mujeres de su edad -tenía veintiséis años- ahora estarían ocupadas en las tareas domésticas, se cansarían y dormirían profundamente, y, al día siguiente por la mañana, se despertarían de buen humor; muchas de ellas se habían casado hace tiempo y tenían hijos. Sólo ella, quién sabe por qué, se veía obligada, como una vieja, a ocuparse de esas cartas, hacer anotaciones en ellas, escribir respuestas, y luego pasarse toda la tarde hasta la media noche sin hacer nada, y esperar a que le viniera el sueño
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El reino de las mujeres de Anton Chéjov
A tenor de lo que decía, adoraba a Turguénev, el cantor del amor virginal y de la pureza, de la juventud, y del melancólico paisaje ruso, pero amaba el amor virginal no de cerca, sino de oídas, como algo abstracto que existe fuera de la vida real
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¿En qué año se publicó?