La dama del perrito de Anton Chéjov
"Las mujeres siempre le habían tomado por un hombre distinto del que era; no le habían amado a él, sino a un ser creado por su imaginación, al que habían buscado con avidez a lo largo de sus vidas; luego, cuando reparaban en su error, seguían amándole. Ni una sola de ellas había sido feliz a su lado. El tiempo pasaba, trayendo encuentros, relaciones y rupturas, pero él nunca se había enamorado; podía hablarse de cualquier otra cosa, pero no de amor. Sólo ahora, cuando empezaba a peinar canas, se había enamorado de verdad, por primera vez en la vida". |