Los mejores cuentos

La selección de cuentos que realizó Ricardo San Vicente para Alianza es exquisita. Nunca había leído relatos de Chejov y ahora entiendo por qué es tan importante. En sus cuentos está el germen de Joyce, Mansfield, Hemingway, Carver y tantos otros. Chejov narra fragmentos aparentemente insignificantes en las vidas de gente común, y a través de ellos nos permite entrever desigualdades sociales, traumas psicológicos, y sobre todo nos pinta magistralmente la naturaleza humana. Sus relatos no dejan grandes mensajes: sumen al lector en la reflexión y nos invitan a re-pensar el mundo desde la empatía por aquellos que son diferentes a nosotros. La comunicación (o la falta de ella) es un tema que atraviesa todos los relatos, como si Chejov señalara que la imposibilidad de comunicarnos y entendernos con los demás está en la base de todas las miserias humanas. Les dejo a continuación la lista de mis cinco relatos favoritos:

🔹ENEMIGOS: Un médico que acaba de perder a su hijo de seis años es requerido por un burgués que dice que su esposa está gravemente enferma. Mi favorito, un relato realmente magistral.

🔹EL PROFESOR DE LENGUA: Un relato sobre la búsqueda de la felicidad y la insatisfacción humana. Contundente.

🔹EL HOMBRE ENFUNDADO: Un cuento muy del estilo Gógol acerca del miedo y las inseguridades que nos impiden animarnos a vivir.

🔹LA GROSELLA: Una parábola acerca de la felicidad y la miseria humana.

🔹LA NUEVA DACHA: Tal vez la más inquietante. Un ingeniero se instala en el campo con su familia y busca ganarse la confianza de los mujiks que viven a su alrededor para convivir en armonía. Pero las cosas no serán tan fáciles...

Les recomiendo muchísimo esta antología muy disfrutable y que los hará pensar mucho.

El escritor ruso Anton Chejov (1860-1904), fue médico de profesión y empieza a escribir sus primeros relatos en 1880 mientras era estudiante. Los problemas económicos que enfrentaba su familia lo orillaron a encontrar trabajo como escritor de relatos cortos y caricaturas de la vida cotidiana rusa. Todo escrito bajo el pseudónimo "Antosha Chejonte".

"La medicina es mi esposa legal; la literatura, sólo mi amante". Escribía Chejov a su amigo Alexi Suvorin.

En sus cuentos encontramos acontecimientos sin especial importancia, con pequeños instantes en la vida de personas cotidianas. Se destaca en ellos la simplicidad en la narración, diálogos, acciones y escenas.

Sus piezas teatrales más conocidas son La gaviota, Tío Vania, Las tres hermanas y El jardín de los cerezos. En ellas Chéjov ideó una nueva técnica dramática que él llamó “de acción indirecta”, esto es darle más importancia a los detalles de caracterización e interacción entre los personajes más que el argumento o la acción directa.