Fiebre romana, Almas rezagadas y Tras Holbein

Si es que las mujeres somos rencorosas hasta decir basta. Que forma de guardarse las cosas durante 25 años para, dicho feo, abrir el cajón de m***** así, porque sí.

Me ha parecido hasta divertido. La manera en que se enfrentan (bueno, una de ellas más bien) me ha hecho gracia la verdad, y el momento "zasca" ha sido para devir "si señora, ahí los has tenido bien puestos y la has dejado con la boquita birn cerrada"!

Leído y comentado con el grupo de chicas fabulosas de #clasicosflash y que os recomiendo de verdad que visiteis sus perfiles porque tienen unas reseñas estupendas!

“ —¡Mira lo que nuestras hijas piensan de nosotras!
Su acompañante replicó con una mueca de desaprobación:
—No de nosotras en concreto, sino de la idea colectiva que hoy se tiene de las madres. Y ya ves… ” ~ Las fiebres romanas de Edith Wharton.

Dos amigas viajan a Roma. Lo hacen acompañadas de sus respectivas hijas y rememorando aquel viaje que hicieron hace más de veinte años cuando estaban en plena efervescencia juvenil.

Ahora, viudas y siendo conscientes del salto generacional existente entre ellas y sus hijas, hablan de amores y desamores y así afloran secretos que llevan guardados muchos años.

Breve relato escrito por la maravillosa Warthon que se lee de un tirón y te dejará con una sonrisa en los labios. ¿De humor? No, de mala leche, la que tienen estas dos amigas y que transciende educadamente línea a línea.

Para los que no conozcan a la autora, se caracteriza por esas críticas, esas radiografías irónicas hacia la alta sociedad estadounidense, especialmente la neoyorquina. Exponía no solo lo obtusa e ignorante que podían ser las personas en estos círculos sociales, a los que hay que recalcar que la misma Edith pertenecía; también vemos en sus personajes estas maravillosas introspecciones y viajes psicológicos que hacen cuando analizan y digieren las situaciones a las que se enfrentan, en esto último se aprecia la destreza literaria de Warthon.
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En estos breves relatos podrán apreciar este estilo tan característico en Edith Warthon. La crítica irónica a la alta sociedad a través de grandiosos trazos psicológicos.