Días de tempestad

¡Qué maravilla de libro! Hasta el día de hoy, mi favorito de la autora era La rosa de Hereford, una historia que me fascinó por su contexto histórico y por la fuerza de su protagonista, pero sin duda, esta nueva historia la ha superado con creces y se convierte en mi nuevo favorito, además me ha encantado que salgan personajes ya conocidos y algún que otro detallito.

Adoro como escribe Brenna y como te adentra en sus historias. Un libro con una ambientación fascinante, muy bien detallada y con unos personajes perfectamente construidos que hacen vivir la trama y sufrir, disfrutar, emocionarte y sentir la historia como si fueses parte de ella.

Una historia de venganza, pero también de amor, de amistad, de nuevos comienzos y nuevas oportunidades y con una gran protagonista como lo es Temperance Whitaker, un personaje que me ha maravillado.

Creo que todo lo que pueda decir de esta novela se queda corto, asi que os animo a adentraros en su historia y descubrir todo lo que en ella se esconde.

Nos encontramos en Londres en el año 1839. La vida social está tan activa como siempre, incluso más porque es época de presentar en sociedad a las jóvenes casaderas. Este año todo va a ser distinto porque, además de las jovencitas, hay otra mujer que llamará la atención de todos. Se trata de una norteamericana recién llegada de Nueva York. Temperance Whitaker es una mujer soltera, aún joven pero más mayor que las jovencitas que se presentan esta temporada en sociedad. Y también es inmensamente rica y deslumbrantemente bella. Todo el mundo habla de ella y, cuando acude al primer baile del brazo de lord Algernon –que hacía años que no se dejaba ver- deja a todos con la boca abierta. Especialmente a Alexander Lockhart, tercer hijo del conde de Woodbury. Pero Temperance no busca marido; ella tiene un secreto y lo que busca es algo mucho más oscuro.

No os podéis imaginar lo muchísimo que he disfrutado con esta novela. Literalmente, se me ha caído la baba con ella. Me hubiese gustado que me hubiese durado eternamente, que nunca terminase. Y es que sus casi seiscientas páginas se me han hecho cortas. He disfrutado muchísimo la historia, los personajes y la bonita forma de narrar que tiene Brenna Watson.

La historia, la trama, me ha encantado. Podría parecer que es una historia de amor. Y, sí, lo es. Pero no es solo eso, ni siquiera la parte romántica es la más importante. Lo más importante es la trama familiar y la historia de venganza que unirá a los personajes de esta fantástica novela. Para saber el porqué de la trama de la novela, habrá unos capítulos situados en el pasado, veinte años antes de los hechos principales. Allí conoceremos a Grace (una niña de ocho años) y a su padre Jonathan. Y lo que les pasó. Ni qué decir que amaremos a Grace, que nos pondremos de su parte y que, a partir de ahí, querremos que al malo de la historia le vengan muy mal dadas. Porque sí, hay un malo al que cogeremos mucha manía y esperaremos con ansia que todo el mundo conozca lo que ha hecho y le empiecen a ir mal las cosas. Pero antes, tenemos que ir paso a paso, siguiendo el inteligente camino que una mujer herida ha dibujado.

La ambientación en el fastuoso Londres de principios del siglo XIX es maravillosa. Reconozco que me encantan estas historias de nobles (también de reyes, aunque aquí no los tendremos), de palacios, de bailes, de vestidos. Disfruto muchísimo de series como Dowton Abbey o Los Bridgerton y esta novela es como estar dentro de una de esas series. He disfrutado muchísimo con los tejemanejes de la alta sociedad británica, de su forma tan particular de hacer las cosas. He “visto” esos salones de baile, a Temperance con esos espectaculares vestidos, las casas de campo, etc…. Porque la novela es muy visual (perfecta para ser llevada al cine o a la televisión, la verdad)

Y qué decir de los personajes. Todos están muy bien desarrollados, tanto que parecen reales. Acabas entendiéndoles, conociendo sus motivaciones y sabiendo cómo van a actuar. Me ha encantado Temperance, la protagonista absoluta de la novela. También su relación con lord Algernon, Alexander, Harmony…

Y la forma de escribir de Brenna, ¿qué decir de ella? Pues que me encanta. Que me mete en sus historias desde el minuto uno, que las vivo intensamente, que su prosa es elegante y refinada, muy adecuada para la época en la que sitúa su novela. Y que me emociona: hay escenas que me han dejado con una lagrimilla en el ojo si no llorando a lágrima viva, no sólo de emoción sino que en alguna ocasión también de felicidad.

Conclusión final

He disfrutado como una enana leyendo “Días de tempestad”. Me ha emocionado, me ha hecho reír y llorar, me ha mantenido en tensión, intrigada y ansiosa. He conectado con sus personajes y he acabado la novela con un suspiro y deseando que tuviese doscientas páginas más. Ni que decir que le doy la máxima valoración y que va derecha a la lista de mis mejores lecturas del año.
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La historia de una venganza con un engranaje perfecto.

Nos situamos en Londres, en 1839. La autora sabe introducirnos en el ambiente de la época con descripciones precisas y bien situadas, y aportando datos exactos que nos permiten ubicarnos con facilidad y sentirnos dentro de las diversas escenas.

La novela comienza como quien abre la caja de un puzle y coloca ante sí todas las piezas mientras el lector intenta componer la imagen. Con capítulos divididos en escenas cortas, nos va introduciendo a los diversos personajes relacionados con la historia. Es una marea de personajes y puede resultar algo complicado seguir el hilo de los mismos -a alguien quizá le vendría bien un boli para anotar-, pero no dejas de preguntarte quiénes son y que relación tienen unos con otros y con la llegada de la señorita Temperance Whitaker, una americana, a Londres.

Conforme avanza la historia vamos descubriendo la razón que mueve a Temperance a la venganza y el papel que cada personaje secundario juega en ella. En una especie de bildungsroman, conocemos la emotiva infancia de la protagonista y cómo va creciendo hasta convertirse en una hermosa mujer. Unas páginas que te encogen el corazón. Tras esto, comenzamos a descubrir, poco a poco, el perfecto engranaje de una venganza tramada años antes de su llegada a Londres. Venganza que despierta en el lector un cierto conflicto moral.

A pesar de sus acciones premeditadas, Temperance no es una mujer inflexible ni intransigente, sino más bien una persona con una herida en el alma que no ha sabido cicatrizar. Ante los ojos de la sociedad londinense, es como cualquier otra dama: hermosa, amable, buena conversadora y algo misteriosa. A este se le suma un carácter perseverante y un corazón revestido con una coraza para no sucumbir ante las emociones. Esta coraza logrará atravesarla Alexander.

No puedo decir que Alexander sea el protagonista masculino, sino más bien la contraparte en la trama secundaria de romance que pasa casi desapercibida en la primera mitad del libro y va cobrando algo más de fuerza en la segunda. No es un personaje que logremos conocer a fondo, al igual que sucede con el resto de los personajes que pueblan esta historia, porque la indiscutible protagonista es Temperance y su venganza. A pesar de todo, Alexander es un caballero, un hombre honorable, apuesto, con un lado juguetón. Las escenas de romance entre ellos son muy dulces, en especial la escena final.

El estilo de Brenna es maravilloso y te engancha de inmediato. La historia está muy bien escrita y bien montada. En ocasiones me ha costado un poco que dentro de un mismo capítulo se cambiase repentinamente de escena, porque me hacía perder el hilo. Sin embargo, he disfrutado la lectura y el cierre final de la historia, ya con el puzle completado y cada pieza en su lugar, además de un final feliz.

De vez en cuando necesito salir de mi zona de confort y leer títulos que pertenecen a géneros poco habituales entre mis pendientes. En esta ocasión me decanté por la nueva novela de Brenna Watson, porque me apetecía algo de esta enigmática autora que tan unánimes buenas críticas ha recibido con su anterior libro. ¿Y sabéis qué? ¡Que menudo descubrimiento he hecho! Os puedo asegurar que Días de tempestad estará entre mis mejores lecturas del año, con eso os lo digo todo. Ha sido una de esas historias que una vez empiezas ya no quieres soltar.
Londres, finales de 1839. Una nueva pieza acaba de incorporarse al tablero de la alta sociedad londinense. Su nombre es Temperance Whitaker, una enigmática desconocida que acaba de llegar de tierras neoyorkinas y se ha instalado en una de las más grandes y lujosas mansiones de Mayfair. Es la protegida de lord Argernon, uno de los nobles más respetados de Inglaterra, y se convierte en el centro de atención de todas las fiestas a las que ambos asisten. Pero esta mujer tiene un oscuro propósito y no dudará en llevarlo a cabo, caiga quien caiga…
Esta es, a grandes rasgos, la premisa de una novela donde la venganza es el tema principal sobre el que pivota todo su argumento. Haciendo gala de un estilo evocador y una ambientación concisa que logra trasladarnos a la época victoriana, Brenna Watson ofrece a los lectores una historia adictiva que seduce y atrapa desde la primera página. Con una prosa sencilla, una narrativa descriptiva, una cadencia que fluye sin descanso potenciada por la brevedad de sus capítulos, y bajo la batuta de un narrador omnisciente, la autora ha logrado pergeñar una trama efectista, con un desenlace perfecto que no deja flecos sueltos, situando el foco sobre la sociedad aristocrática londinense y poniendo de relieve la ociosidad de su día a día. Una élite poderosa, siempre tratando de escalar puestos en el escalafón social, a la que le gusta pasear por Hyde Park y marcharse a sus segundas residencias del campo durante los meses estivales.
En esta novela hay espacio para la venganza, la avaricia, la extorsión y la pérdida, pero también para la justicia, la esperanza y el perdón, todo un bálsamo para el alma. Aunque hay un elemento romántico en esta historia que se va a ir gestando pausadamente, sin prisa, no llega a eclipsar la trama principal. Esto hace que la nueva novela de Brenna Watson sea atractiva tanto para los amantes de este género como para aquellos que no lo son.
Es tan vasta la galería de personajes, todos ellos con sus contornos cuidadosamente perfilados, que al inicio de la lectura me costó un poco poder identificarlos. La autora alterna los nombres con sus títulos nobiliarios y eso me despistó, pero conforme avanzamos en la historia y los vamos conociendo, irán cobrando vida y llegarán a despertar tu empatía. He llorado con ellos a lágrima viva, me he ruborizado en momentos puntuales y he sentido un deseo irrefrenable de apalizar y quitar de en medio a cierto ser despreciable que actuaba de forma tan fría y ocasionaba a su paso tanto dolor. El personaje de Temperance irradia una luz a la que es imposible sustraerse y todo gira en torno a ella. Es una mujer independiente, marcada por los sucesos vividos cuando era solo una niña, que la han endurecido y fortalecido, a la que me gustaría mucho que conocieras.
Sintetizando: Días de tempestad es una novela tremendamente adictiva que aúna el género romántico con la ficción histórica, aderezado todo ello con sutiles toques de intriga. Si disfrutas de las historias emotivas ambientadas en la Inglaterra victoriana y con unos personajes carismáticos, esta es tu lectura.

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Nos situamos en 1839.


Temperance Whitaker es una mujer americana que acaba de llegar a tierras Londinenses directa a las fiestas más lujosas de la ciudad. Todo el mundo se pregunta quién es y qué busca. Pero solo el hombre que la acompaña sabe la verdad. Ella busca venganza.


Siguiendo fiel a su estilo, Brenna ha creado a una mujer poderosa, con fuerza, independiente y con un objetivo muy claro. He disfrutado mucho con Temperance y he sufrido también con y por ella, al final es solo una persona y posee sentimientos como todos los demás. Para poder conocerla en profundidad viajaremos al pasado durante la primera parte de la novela para conocer cómo vivió su infancia y qué es lo que pasó. Me rompió el corazón. 


Todos los personajes que salen en la historia están muy bien definidos por lo que llegarás a empatizar con muchos, con otros más hacia el final y con algunos simplemente entenderás todo lo que les pasa. Porque al final todos somos humanos y nos equivocamos, la diferencia está en lo que saben reconocer sus errores o los que siguen haciendo el mal.


La ambientación de Londres en la época victoriana es sublime y exquisita, transportándote a esos lugares por donde nuestros protagonistas pasean o viven.


Y aunque el romance no es el tema principal de la novela, viviremos un amor a fuego lento que disfrutaremos muchísimo. 


Tengo que hablaros del final. Ha sido perfecto, sin cabos sueltos y muy real.


Es una historia muy emotiva que me ha tenido con lágrimas en muchos puntos tanto de felicidad como de rabia y pena. 


También me gustaría decir que si habéis leído La rosa de Hereford os gustará saber que podéis encontrar a algún personaje que os encantará.


Mi enhorabuena Brenna. Has vuelto a hacer magia.

Hoy os traigo una fantástica lectura romántica.
Esta autora me tiene enamorada. Cuando hace unos meses cayó en mis manos uno de sus libros ya no pude parar y ya van cuatro leídos.
Todos ellos os los recomiendo.💖

En este caso como es costumbre en la autora, nos presenta a una mujer fuerte y decidida con una capacidad de superación tremenda.

Nos encontramos en la Inglaterra de 1839 y con la pluma de Brenna consigue trasladarnos a palacios, fiestas y costumbres de la época.

Una historia de amor, venganza, y superación que me ha tenido enganchada desde el principio.
Una historia que no podéis dejar pasar.

Os la recomiendo 💯

Una novela capaz de remover tu interior.

Días de tempestad de Brenna Watson es una obra que lo tiene todo, desde romance y pasión hasta intriga, misterio y una venganza magistralmente orquestada que mantendrá enganchado el lector desde el principio.

Temperance es el fenómeno de la temporada en Londres, no obstante, debajo de su sofisticada fachada y ese misterio que la rodea, es una mujer con un objetivo en mente, vengarse de aquellos que le quitaron la felicidad cuando era apenas una niña. Alexander siempre ha llevado la vida que ha querido, viajando, conociendo nuevos lugares y sin ningún tipo de presiones, una existencia tranquila que se verá alterada cuando la misteriosa señorita Whitaker se cruce en su camino. de este modo, y después de un primer encuentro donde ambos sentirán las chispas de la atracción, Temperance procurará mantener las distancias con Alexander, sin embargo, nada impedirá que el deseo los haga vivir un romance intenso, empañado por los secretos y por una venganza que amenaza con separarlos.

Brenna Watson nos ofrece una historia intensa capaz de removerte el corazón y en la que, con su prosa elegante y detallista, nos deleita con una lectura maravillosa y absolutamente inolvidable. Una novela donde Temperance es la protagonista, una heroína llena de matices que evolucionará desde la niña perdida que no comprende el porqué de su situación hasta la mujer poderosa que no dudará en llegar hasta donde haga falta por vengarse, una lucha contra la soledad y el dolor donde los sentimientos no tienen cabida. Alexander, por su parte, ha sido la antítesis ideal para ella, un hombre cuya fortaleza recae en ser él mismo, romántico, apasionado y con un sentido del humor muy especial. Una pareja que mantendrá un peligroso juego de seducción que acabará por atraparlos en un amor donde ya nada parece importar. En definitiva, una novela preciosa que sabe engancharte a una lectura fascinante donde un complicado entramado de engaños será la base para la venganza que una mujer lleva planeando mucho tiempo.

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La protagonista de esta historia es Temperance una mujer fuerte y decidida. Conoceremos su historia con capítulos contados del pasado del porque se convierte en la mujer que es hoy.

Estos capítulos me han hecho sentir angustia, tristeza y he sufrido junto a esa pequeña todo lo que hicieron con ella. Con los años resurgirá y se vengará de todos los que la hicieron daño a ella y su familia.

La novela está ambientada en Londres en 1839, en plena temporada donde las jóvenes solteras buscan un esposo rico y guapo. He paseado junto a ellos por varias zonas, parques que viví este verano y me ha encantado ya que la ambientación ha sido fabulosa.

Los personajes están muy bien definidos y aunque al principio es un poco lío con tanto Conde y Barón todo queda claro.

Una novela con fuerza, llena de sentimientos donde la amistad es uno de los puntos fuertes de la novela y aunque la historia de amor no es lo principal me ha encantado como poco a poco se han ido enamorando estos personajes.

Me ha gustado mucho que por medio de algunos personajes queda clara la distinta versión que puede verse sobre el mismo hecho y ninguna tiene por qué ser la verdadera, ayudando así a una venganza muy justa.

Nos reencontraremos con algunos personajes de la #rosadehereford y me hubiera encantado saber más de alguno de ellos, quién sabe si en un futuro...

Una novela que no os dejará indiferentes que ha pasado a ser una de las mejores lecturas del año, que suelen ser pocas, y que ha puesto el listón muy alto incluso para superarse ella misma.