Corre el año 1330 y un grupo de guerreros escoceses, parte hacia Tierra Santa con el corazón de su rey en una urna. Por el camino, lucharán en Castilla junto al Rey Alfonso XI. Uno de los guerreros, Keilan Montroe, sufre un accidente y se verá obligado a quedarse. Se enamorará de una castellana y formarán una familia. Años después, su hija mayor, Gabriela, ha perdido a toda familia. Junto con Angus, que fuera compañero de su padre, y por el acoso de su padrastro, decide abandonar España y regresar a Escocia, en busca de su familia y un hogar que le acoja. El viaje será largo y lleno de peligros, por lo que decide hacerse pasar por chico... En Escocia, a Duncan, el jefe de los guerreros Montroe, le encomiendan el adiestramiento del joven venido de España. Duncan, valiente, querido y admirado por todo el clan, el encargo se le va a atragantar cuando empieza a sentir demasiado por el nieto imberbe de su laird... Una historia que te atrapa, aunque sepas lo que va a venir, però Brenna escribe tan maravillosamente, que te tiene pendiente de sus páginas, te transporta a esa Escocia del siglo XIV, con sus personajes tan bien cuidados y unos giros en la trama que te acaban de enganchar. Los personajes son una maravilla, protagonistas y secundarios, y la historia principal es preciosa, de las que se cuecen a fuego lento, despacito, con detalles, miradas, gestos y suspiros infinitos. Gabrielle es amor puro y Duncan no se queda atrás. Dos personajes nobles, fuertes, con carácter, amigos de sus amigos, familiares y con un sentido del valor y la honradez maravillosos. La recomiendo si quieres leer una buena novela romántica que te haga suspirar, y sumergirte en otro mundo durante un rato. + Leer más |