La rosa de Hereford

La rosa de Hereford estaría enmarcada dentro del género de histórica-romántica. Por la parte del género histórico, la historia es narrada a lo largo de once años convulsos llenos de guerras e inquietud social. Una época llena de cambios, gobernada por una sociedad aristocrática y unos principios muy marcados. Nos muestra la Inglaterra de 1813 y sus años posteriores, unos años donde reinaba el valor de tu posición social, la opinión que la sociedad tiene sobre una persona y el recato.

No suelo leer este tipo de historias porque no me suele gustar las épocas en las que se narran, pero tengo que decir que este libro me ha encantado. La sociedad que nos presenta es tan distinta a la actual y tan atractiva en ciertos aspectos. La descripción que la hace la autora de todos los paisajes, lugares y costumbres hacen que acabes creyendo que estás viviendo en esa época. Una descripción maravillosa que nos permite conocer a la perfección otros siglos.

Por la parte del género romántico aunque es el hilo conductor de la trama, para mi, no es lo mas importante. Es cierto que al final de la obra vemos una trama mucho más romántica, pero de forma sutil, bonita y lenta. Una relación amorosa perfecta de la época, donde nos muestra como eran las relaciones de la época y lo distintas que son a las de ahora.

Creo que a pesar de su poca presencia, al final de la obra al ver tantas escenas de este tipo las vives con mas ganas y las disfrutas mucho más. Todo está narrado de forma que al final de la obra llegues a conocer a la perfección a los personajes y te creas cada frase y sentimiento que se muestran.



En cuanto a la pluma de la autora tengo que decir que me ha enganchado desde la primera hasta la última página. Nos encontramos con capítulos entre cortos y largos, llenos de descripciones y de pensamientos. Todo esto está narrado de forma muy correcta, en ningún momento se llegan a hacer pesadas las descripciones o los diálogos internos de los personajes. Todo lo que se nos muestra es con un propósito común: conocer a los personajes y su ambiente.

Creo que Brenna Watson es una autora que sabe a la perfección como adentrar al lector en el libro. Su forma de narrar tan ligera, rápida y atrayente que solo quieres lees más y más. Es una obra muy extensa con más de quinientas páginas y puedo prometer que es de ese tipo de libros que te puedes beber en una sola tarde.

Esta obra, por lo que he podido comentar con compañeras, es una historia que debe leerse de forma independiente y no en una lectura conjunta. Con esto quiero decir que la obra te atrapará tanto y te cautivará de una forma que no podrías esperar al día siguiente para leer la siguiente sesión. Es de ese tipo de libros que tienes que hacerte a la idea que una vez que lo cojas no lo vas a soltar. Es un hecho.



En lo que respecta a la trama simplemente diré que es magnífica. Me ha dejado con la boca abierta leer con semejante trama, porque no me esperaba encontrarme tan identificada en ciertas partes o ansiosa por saber más y más.

Ya he dicho anteriormente que no suelo leer este tipo de tramas porque no suelo sentir empatía con sus personajes o con lo que se nos muestra, pero este libro ha sido todo lo contrario. He hecho de la familia de Madeleine, la protagonista principal, mi familia. Me sentido orgullosa de cada logro y cada meta que alcanzaba y la he querido como no he querido a un personaje en mucho tiempo.

Esta obra nos muestra a un personaje que no está hecha para la época. Una mujer que quiere ser libre, valiente y feliz sin la ayuda de nadie. Nos muestra a una mujer adelantada a su época, con ganas de comerse al mundo y ser quien quiera ser sin que nadie la condicione. Me ha encantado el poder de superación que ha mostrado Madeleine a lo largo de la obra, como a pesar de todo lo que está viviendo no se deja amedrentar y lucha por lo que cree correcto.

El punto más importante de la obra es este, no el amor o la descripción de la época histórica, si no la evolución de Madeleine de joven a mujer, de niña atrapada en unas convicciones incorrectas a una mujer que lucha por sus derechos. Una persona que aprender a perdonar, a valorar a las buenas personas sin pensar en su condición social y a vivir la vida tal y como quiere vivirla.

A pesar de encontrarnos a principios de año, dejo aquí escrito que será de mis mejores lecturas en este año 2020. No tengo ningún tipo de duda.



Por último quiero hablar de los personajes. Son muchos los personajes que aparecen a lo largo de la obra, pero tengo que reconocer que no me he llegado a perder en ningún momento. La autora sabe presentar muy bien a todos los personajes y no llegas a olvidarte de ninguno. Aunque son muchos los personajes secundarios y muchos los personajes principales, solo hablaré de nuestra protagonista principal Madeleine.

Madeleine es una mujer tenaz, inteligente, leal y amorosa. Es un personaje que tiene una evolución impresionante, no das crédito al final del libro de la persona en la que se ha convertido. Es de ese tipo de personajes que te cautivan, que te atrapan y a las que les coges mucho cariño. El hecho de conocerla como una adolescente, alguien que solo conoce el mundo que le ha ofrecido su madre y que a pesar de dicho desconocimiento consiga todo lo que se proponga es alucinante. Uno de los mejores personajes femeninos que he visto en mucho tiempo. Un personaje que recordaré con muchísimo.



En conclusión, es un libro que he amado de principio a fin. Lo he llenado de marcadores porque no había página que no me gustara. Se lo recomiendo a todos los amantes de este género y a los que no, porque creo que es un libro maravilloso para adentrarse en dicho género. Estoy deseando leer otras obras de Brenna Watson que tiene Vergara publicados, necesito leer más de esta autora.

En plena contienda contra Napoleón, encontramos a Nicholas, Arthur y Julien, tres amigos, tres aristócratas ingleses q se hicieron una promesa. Promesa que nos irá persiguiendo de una u otra forma a lo largo de la historia. En plena regencia inglesa, a su vez está Madeleine, una chica atrapada en el yugo de su madre, de fiestas y bailes en la temporada londinense para encontrar marido y con ello, un mejor sustento para la familia. Y en medio de ellos, el ardid y conspiraciones de una madre para q su hija llegue a ser la condesa de Sedgwick. Sin importar el daño que pueda llegar a hacer a su propia hija y al nuevo conde, y sus familias. Y todo lo que esa promesa y esas conspiraciones implicaron (bueno.... entre otras cosas, que para saberlas deberéis leer el libro)

Esta no es una historia de amor al uso. de hecho, si lo fuera ni siquiera la habría empezado. No es un género que per se me atraiga. Y necesito que haya algo más. Pero esa vez, ya había leído otra historia de la autora, que para mi sorpresa ya me cautivó, asi que me imaginaba que podia encontrarme. Ilusa de mi..... lo que me en encontrado no llegaba ni a la suela de lls zapatos de mis expectativas.

Es una historia de superación, lucha, evolución, de amor pero de familia, esas familias que tu elijes cuando la que te viene impuesta no está a la altura de llamarse "familia" . Es la historia de como una pobre chiquilla es prácticamente abandonada a su suerte en un caserón medio en ruinas en las afueras de un pueblo perdido en la campiña inglesa y como tiene q lograr sobrevivir sola. Bueno... sola tampoco, pq consigue rodearse de unos personajes magníficos que la ayudarán y lucharán a su lado para salir adelante, ella pero también ellos. Es una historia de lucha en común.

Es el segundo libro que leo de la autora y, se ha repetido lo mismo que vi en Tierra de Nieve y Fuego, la autora crea unos personajes secundarios magníficos, que consiguen robarte el alma y el corazón en la segunda linea en la que aparecen. Así que bueno... digamos que esa niña consigue crear su propia familia gracias a estos maravillosos personajes. No todo el peso iba a recaer en los protagonistas. Y todos magníficamente creados. Los principales y los secundarios. Todos con una evolución brutal. Que hacen que pases de soltar una carcajada a una lagrimita en la misma página.

La pluma de Brenna me ha vuelto a conquistar. Dos dias me ha durado el libro. Lo cual ya indica, que además estamos ante una lectura ágil y que consigue engancharte desde la primera página. Con una narrativa preciosa y capítulos cortos, nos desplazamos por un período de 11 años en el cual la autora nos muestra la vida y evolución de Madeleine. Como pasa de ser una chiquilla asustada a convertirse en la mujer que es en la actualidad. Y lo que implica. Para ella pero también para esa familia que ella crea y aquella que la dejó allí.
Pero sobretodo, como va dejando huella en la gente que la rodea, en ese pueblo perdido en el campo inglés, esas gentes humildes por las que ella lucha en unos tiempos en los que el simple hecho de leer las noticias del día a día en el periódico ya era demasiado para una mujer. En un período en el que, a parte de las guerras napoleónicas y lo q implicaban, tuvo que enfrentarse a hambrunas, periodos de malas cosechas y una epidemia de tifus. Aquí es nada. Pero consigue rodearse de gente maravillosa que apostaron también por ella.

Después de dos libros, me atrevería a decir que a la autora se le da bien la creación de este tipo de personaje femenino, les da una evolución brillante, son mujeres fuertes, luchadoras, inteligentes y con un corazón de oro. No sois conscientes hasta que leáis la historia de lo que he llegado a sufrir con todos, el odio y el cariño que he tenido con todos los personajes, porque si, a los que quieres les quieres como si fueran parte de tu vida, pero los que son odios es que los odias con todo tu ser.
Pero es que los personajes que es capaz de crear a su alrededor no se quedan atrás. Dotados todos de unas personalidades singulares, atrapan al lector de una manera que cualquier logro o desgracia que les pasa, te afecta igual o más que si le pasa a alguno de los personajes principales.

Sólo puedo deciros que, si aún no habéis sucumbido a las historias de Brenna Watson lo hagáis. Esta historia y en especial Madeleine, Jake, Elliot, Sir Lawrence, Nellie, Ruth, hasta Nelson, me han robado un pedacito de mi corazón. He reído, sufrido y llorado con ellos y por ellos, y he odiado a algunos de los que no nombro.
La romántica no es lo mío, pero esta historia va más allá. Y eso es lo que la hace especial. Dadle una oportunidad a la historia de Madeleine, y descubrid junto a ella en lo que puede llegar a convertirse y lo que puede hacer por las gentes de ese pueblo donde la desterraron. Os aseguro que no os vais a arrepentir.

Una promesa que lo truncará todo…

¿Puede el amor nacer entre las cenizas del rencor? ¿Puede el tiempo curar las heridas del despecho? Brenna Watson autora de libros como Viento de Otoño, vuelve con La Rosa de Hereford una novela donde descubriremos a Madeleine, una mujer que demostrará que en la más temible adversidad descubrirá su auténtico coraje.


Una promesa que lo truncará todo…

Londres, Inglaterra de 1813. Tras la repentina muerte de su hermano a causa de una gripe y en plena campaña contra Napoleón, Nicholas Hancock abandona el ejército para convertirse en el nuevo conde de Sedwick. Pero Nicholas trae consigo algo más que angustia y pena por la muerte de su amigo en el campo de batalla, una promesa que se verá forzado a romper cuando la joven Madeleine aparezca en su vida.

Madeleine Radford es una joven sometida a las duras exigencias de su madre. Buscar un matrimonio adecuado, no perder la línea o tener un pelo rubio lustroso son de las cosas que Madeleine es sometida por su ambiciosa madre. En una de esas fiestas de las que detesta ir, conocerá a Nicholas y es aquí donde su vida comenzará de la manera más precipitada y sin sentido que podría esperar.

Obligada a casarse con Nicholas para salvaguardar su reputación, Madeleine será desterrada por Nicholas a Hereford, una propiedad medio en ruinas y alejada lo más posible de Londres.


El paso del tiempo y una reclamación real…

Once años después, tras coincidir en una fiesta, el rey expresará a Nicholas su deseo de conocer a su esposa Madeleine, y este no tendrá más remedio que ir a buscarla. Pero la mujer que allí encontrará en Hereford ya no es la inocente y asustada Madeleine que dejó atrás. Ni aquella es la misma humilde propiedad que él le legó para recluirla en la más absoluta de la soledades.


Mi Valoración personal:

Vuelve la romántica pluma de Brenna Watson, a la que ya conociéramos con títulos tan bonitos como El futuro tiene tu nombre o Cuando un Highlander ama a una mujer, vuelve con La rosa de Hereford, una novela romántica donde el coraje de una mujer es el motor central de esta bonita novela.

Dividida en tres partes, partimos del momento donde una promesa realizada en el campo de batalla hace que todo se trunque cuando Nicholas y Madeleine contraigan un matrimonio de conveniencia. En esta primera parte situada en 1813, seremos los testigos de primera mano de como Nicholas abandona a su esposa o la destierra, mejor dicho, a una hacienda tan alejada de Londres como puede para quitarse ese “problema” de encima que le supone estar casado con una mujer a la que odia. Una mujer que en un principio parece carecer de carácter, pero nada más lejos de la realidad, ya que iremos viendo como Madeleine se convertirá en toda una mujer dotada no solo de una carácter férreo sino de una mujer adelantada a su tiempo.


En la segunda parte y tercera nos situamos once años después cuando el rey reclama conocer a Madeleine y ha de volver de Hereford. Aquí iremos conociendo un poco más a Nicholas y el ambiente que le envuelve en su mansión de Londres rodeado de su familia, viendo en ella una enemiga constante a la quien repudiar.

Brenna ha sabido como forjar unos personajes que tienen un carácter propio y que van evolucionando conforme lo hace la novela. La protagonista indiscutible es Madeleine una mujer fuerte que frente a la adversidad ha sabido crecer, pero en este protagonismo la acompaña Nicholas un personaje insufrible que he odiado casi hasta el final pero que sin duda es el complemento ideal para dotar a esta novela de ese toque romántico que todo libro de la regencia ha de tener.


No puedo dejar de mencionar el contexto histórico. Brenna ha plasmado a la perfección el periodo donde se desarrolla La rosa de Hereford dotándola de una bonita envoltura en una época donde los bailes, las horas del té y las intrigas palaciegas eran todo un reclamo.


En conclusión, un libro que he disfrutado mucho hasta su última página. Ha sido el primer libro que he leído e ella, pero no será el último. Recomiendo esta novela a todo amante de la novela romántica/histórica y donde al cerrar el libro sienta que el tiempo invertido en leerlo ha sido el mejor tiempo invertido de la semana.

Me ha gustado tanto este libro que me ha tenido despierta toda la noche, sencillamente no he podido parar de leerlo desde que lo comencé.
Me ha encantado la manera de narrar de esta autora, nunca la había leído y no puedo esperar para hacerme de sus demás libros, tiene una maravillosa manera de escribir, pero es que me ha encantado lo bien que escribe y lo bien documentado.
La historia, por supuesto, es romántica y el argumento principal podría ser como el de muchos otros libros, pero aquí es donde una historia que podrías encontrar en muchos libros románticos se hace especial y una lectura extraordinaria, gracias a la manera en que se presenta, se escribe y te hace sentir; hay mucha diferencia en cómo se cuentan estas historias y la fuerza de sus personajes cobra mucha más importancia porque hace que los ames, los odies, te enojes, te apachurren el corazón o te hagan soltar una risa.
Me ha encantado la manera en que está estructurada la historia, no me esperaba que me llevara dos veces al pasado para contarme el punto de vista de ambos, la historia de Madeleine me ha sobrecogido y encogido el corazón, pero al mismo tiempo, adoré cada minuto de esa parte de la historia.
Debo decir que he odiado a Nicholas el 90% del libro, que hombre tan insufrible, y también me he enojado mucho con Madeleine por ser tan blandengue a veces y bueno odie a la familia de Nicholas también así que, aunque era un final lógico, no me gustó mucho la manera en que termina todo, como que me habría gustado mucho más sufrimiento y castigo para gente tan desagradable.
Y entonces es cuando te das cuenta de que la historia te genera sentimientos tan reales y fuertes y es donde te enteras de que ha valido cada página.
Hay momentos donde la autora va poniendo guiños históricos de la época y aunque no tienen que ver con la historia, también lo he disfrutado mucho.
Como he dicho, me voy a buscar más libros de esta autora.

No sabía que me hacía falta volver a leer una novela romántica de época. Volver a ese Londres en la regencia, pero esta historia va mucho más allá.

Nicholas vuelve de la guerra porque su hermano a muerto y debe hacerse cargo de su familia y será el nuevo conde de Sedgwick, pero vuelve con una promesa que le hizo a su amigo moribundo, antes de poder cumplirla se ve en la obligación de casarse con Madeleine para evitar un escándalo.
Se siente engañado por su futura esposa y por la madre de esta y cuando se casan "destierra" a su esposa en un lugar deprimente y casi en ruinas. Once años después el rey quiere conocer a la mujer de Nicholas y por eso el destino vuelve a juntarlos.

He vuelto al Londres de la regencia y ha sido una auténtica maravilla, es verdad que de no tendremos mucho baile y mucha sociedad, porque esta historia va más allá, esta historia es como Madeleine crece y se reinventa en un lugar donde está aislada y su marido la deja abandonada en un lugar que se cae a trozos.
Pero once años después, deben volver a verse, es más, deben convivir y mostrar al rey y a todo Londres que son un matrimonio, lo que Nicholas no esperaba era encontrar esa mujer tan fuerte, una mujer que se vale por sí sola y una mujer que no le teme a nadie.

No os quiero contar mucho de la trama porque es de esas que debes descubrir poco a poco y ver la evolución de la protagonista, ha sido brutal. Madeleine tiene una evolución poco a poco y sobre todo elocuente con quién es ella y con quién quiere ser. Una mujer que va a luchar con todas sus fuerzas, que no sé va a dejar amedrentar por nadie y que ningún hombre va a volver a decirle lo que debe o no debe hacer. Una mujer que se reinventa a sí misma y la que veremos como poco a poco se va ganando el cariño y el respeto de muchas personas.
Es una novela en la que aparecen muchos personajes, cada uno tiene su importancia en la historia, la mayor evolución la tiene Madeleine pero , en mi caso, también me ha gustado como Nicholas se da cuenta de las cosas, de los errores que cometió y que, tal vez, no todo era como él pensaba. Es una historia que abarca más de once años, con lo cual os podéis imaginar que vamos a ver a todos los personajes cambiar y crecer. Pero tengo que hacer una mención especial para Jake y Elliot, no os puedo decir quiénes son, pero sí que se han convertido en dos personajes que te roban el corazón desde que aparecen en la novela, dos chicos que su evolución también es muy grande pero sobre todo la protección que tienen hacia Madeleine.
También tengo que decir que Beatriz, la mujer de uno de los hermanos de Nicholas, no me ha caído nada bien, y el motivo por el que trata así a Madeleine no tiene justificación, la he visto una mujer interesada y que se había hecho con un sitio que no era el suyo.
Tenemos un romance que empieza de la peor manera, un Nicholas sintiéndose engañado por su mujer y su suegra y hace algo que no se puede justificar, pero once años después descubre, poco a poco, que su mujer no es lo que él pensaba. Va a descubrir con quién se casó y que ella también fue engañada, pero veremos cómo los sentimientos afloran y nos hacen hacer cosas que no esperábamos. Madeleine por su parte irá descubriendo sensaciones que le hace sentir su marido, cosas que no esperaba y sobre todo porque ella ya tiene una vida, una vida que ama y que no cambiaría por nada del mundo, ni por nadie.
La rosa de Hereford es para ideal para aquellos apasionados de la novela romántica histórica, donde veremos la lealtad hacia uno mismo, la fuerza de las promesas y viviremos juntos a Madeleine la fuerza y la voluntad que tiene, pero sobre todo que no se va a dejar manipular por nadie que ella es la que decide qué hace con su vida.