1980

No conozco al autor y por lo que he leído 1980 es su cuarta novela.

Seré sincera.

No puedo decir que haya sido mi libro BOOM del año pero sí ha calado muy dentro de mi lado lector y humano.
Y es que 1980 habla de la familia.

Sé, es un tema recurrente y puede decirse que hasta cierto punto trillado, pero lo que hay dentro, en esas páginas, es un mundo de rencores y perdones que no todo el mundo tiene la capacidad de afrontar.

Es una historia en la que aprendes a que hay familias malas y hay otras peores. Pone a prueba la lealtad de una madre, el amor que “supuestamente” están obligadas a dar a sus hijos, la fidelidad o falta de ella y sobretodo la costumbre.

Me sorprendió para bien los giros de ideas con que trabaja el autor porque al final de cada lectura no te provoca una emoción explosiva que suelen dar esos libros tan famosos que están de moda, no, 1980 te da de todo a sorbos, a cachitos de circunstancias que, por momentos no entiendes pero que al final te deja pensando y pensando y no paras hasta que miras el reloj y ves que son las doce pasada de la madrugada.

Es una novela para reflexionar, para regalar en cualquier época del año y sobre todo para valorar y valorarse a sí mismo frente a la vida, frente a tu familia, por buena o mala que sea, ya que, al final será ella la que te enseñe lo que es la vida.

Aunque venga de la calle como un completo desconocido, aunque sea un postizo.

1980, mucho más que un año. Tengo la sensación que últimamente se estilan estos libros con toques realistas, evocadores y de “cómo fue mi infancia narrada en primera persona”. Panza de burro, Vozdevieja…y hasta la fecha ninguno me ha llegado. Siempre me ha faltado empatizar con los personajes. Pero… 1980, sí.

Este libro destripa a todos los miembros de una familia normal y corriente. Segundo matrimonio de un burgués catalán de 62 que abandona Barcelona (y a su mujer e hijos) para instalarse en Madrid junto a una viuda y adoptar nueva descendencia. Tres hijos más, ni más ni menos.

Esta figura del padrastro es el centro, pese a que el narrador sea su nuevo hijo, pero la admiración que siente por esa segunda oportunidad paterna es crucial. Una oda al la relación paterno-filial. Aunque la figura de la madre se torna vital…y nos delata una nueva manera de entender la maternidad. Una madre dispersa, perdida en la modernidad y alejada de lo establecido. Tampoco dejará títere sin cabeza cuando hable de sus hermanos o de sus abuelos.

Es decir, 1980 es un año que le cambió la vida al protagonista y un mix de relaciones tóxicas, de dependencia, amor, hipocresía, lucha, fuerza y esperanza. Para todos los gustos. Una reflexión sobre el amor, la familia y cómo puede marcar los primeros años el resto de tu vida.

Esta trama engancha por su sarcasmo, su intensidad y su manera de estar escrita, por su lenguaje descarado y su realismo. Está vez sí, me he visto refleja en esa época, porque sí, soy de los ochenta

Renacer en 1980. Así es como se siente el protagonista de esta historia en dicho año. Un año que remarca el autor incluso en el título de la obra y le marcará la vida al niño de esta novela, que con gran valor, nos narra el gran cambio que fue para él y sus hermanos la aparición repentina de su nuevo padre; un hombre de 62 años que deja atrás su vida, a su mujer y sus tres hijos para irse a vivir a Barcelona, seducir a su madre y ejercer de padre.

Una novela dedicada al hombre que le salvará la vida tanto a él como a su familia.

La repentina muerte de su padre biológico en un accidente de coche, hace que la estabilidad familiar se rompa, siendo la abuela la que se hace cargo de los tres hermanos. El autor hace una gran crítica a una madre inexistente que, tras quedarse viuda, se siente libre y la define como egoísta, algo perdida y ausente.

Como podría pasar en cualquier familia, la primera impresión ante la aparición del repentino nuevo padre es de odio y desconfianza hacia él, pero según avanza la obra, usando una bellísima y humilde prosa, viajamos por los recuerdos del narrador, y comprobamos lo importante que fue esta nueva aparición en su vida; recordando así a su segundo padre como el que lo salvó, siendo el único que resistió y permaneció a su lado, apoyándole y protegiéndole en cada momento de su infancia.

Además del reencuentro con su nuevo padre, el autor hace una profunda radiografía de toda la familia, haciendo incluso un homenaje a su primer padre biológico, siendo al único que le pone nombre y apellidos.

Así, como si fuera parte de un capitulo más de la brillante serie This is us, conocemos poco a poco la historia de su familia, describiendo con detalles a cada uno de los componentes y la importancia e influencia de estos en su vida, y sin pelos en la lengua desgrana tanto las cosas buenas como malas de cada uno de ellos.

Recibir un libro de Anagrama es una de las mejores cosas que te pueden pasar, y si además es de una historia familiar narrada con cariño más aún. Un libro cargado de recuerdos del protagonista de una historia que podría ser la de cualquiera de nosotros y cómo nos llega a condicionar lo vivido de niños.
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1980 me ha gustado y me ha conmovido a partes iguales. Es la primera novela que leo de este autor y tengo que reconocer que ha superado ampliamente mis expectativas.
El argumento es sencillo, utilizando como hilo conductor el año 1980, momento en el que llegó a su vida su "segundo padre", el nuevo marido de su madre, figura que salvará al autor del vacío y la soledad, este nos lleva de paseo por su niñez, vivida entre Madrid y Barcelona.
Pero 1980 es mucho más que una oda al padre salvador, es la historia de una familia desestructurada, en la que cada uno de sus miembros trata de sobrevivir y progresar; es el intento de hacer las paces con una madre ausente y narcisista, que no supo dar amor o lo dio a su manera; es el reconocimiento sincero, no exento de mordacidad, de que no todas las familias tienen que ser felices y perfectas.
Esto último fue lo que más me gustó, ese acercamiento sin dramatismo, sin victimismo a su pasado, esa capacidad de decir: crecí en una familia conflictiva, en medio de abandonos, rencores y reproches,pero no se asusten,no pasa nada, con traumas o sin ellos, aquí estoy.
En fin, una lectura recomendable, nada pesada teniendo en cuenta que es autobiográfica. Se disfruta y mucho.

Me ha parecido maravilloso, no es un libro cómodo de leer ni fácil, pero ningún libro que habla de miedos, sentimientos o emociones lo es. Los libros que hablan de relaciones familiares me producen cierta desazón pero son los que más me gustan. Me fascina leer sobre las luces y las sombras de las relaciones familiares y como la infancia y la influencia de determinadas personas afectan tanto en el desarrollo emocional.
El autor nos cuenta su historia familiar "una familia como casi todas: tarada" pero sin grandes dramas.

A la muerte de su primer padre, su madre viuda quiere ser moderna y así descubre su independencia, eso sí, dejando a sus hijos atendidos por su madre (la abuela, la gran ogresa) hasta que en 1980 aparece su segundo padre, un burgués catalán 25 años mayor que la madre con tres hijos en Barcelona, el mayor de la edad de la madre, lo que supone que tiene dos familias, la suya de origen que vive en Madrid y la de su nuevo padre, sus hermanastros, en Barcelona.

Cada miembro de la familia, abuelos incluidos, es diseccionado y analizado hasta que nos hace comprender su comportamiento y lo hace tanto desde la óptica infantil como desde su punto de vista actual de adulto. Y nos muestra como todo lo acontecido en la infancia influye en la vida adulta. Y como somos lo que somos por todo lo que hemos vivido.
Un libro de amor hacia su segundo padre que fue su apoyo y tanto le marcó y una reivindicación de su primer padre, el biológico, al que se quiso obviar.
Una maravilla de libro que os recomiendo muchísimo,se lee en una tarde, es directo y sencillo, muy emotivo y mejora sustancialmente a medida que se va leyendo hasta que termina y te das cuenta que ha sido una lectura espectacular.

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