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1980, mucho más que un año. Tengo la sensación que últimamente se estilan estos libros con toques realistas, evocadores y de “cómo fue mi infancia narrada en primera persona”. Panza de burro, Vozdevieja…y hasta la fecha ninguno me ha llegado. Siempre me ha faltado empatizar con los personajes. Pero… 1980, sí. Este libro destripa a todos los miembros de una familia normal y corriente. Segundo matrimonio de un burgués catalán de 62 que abandona Barcelona (y a su mujer e hijos) para instalarse en Madrid junto a una viuda y adoptar nueva descendencia. Tres hijos más, ni más ni menos. Esta figura del padrastro es el centro, pese a que el narrador sea su nuevo hijo, pero la admiración que siente por esa segunda oportunidad paterna es crucial. Una oda al la relación paterno-filial. Aunque la figura de la madre se torna vital…y nos delata una nueva manera de entender la maternidad. Una madre dispersa, perdida en la modernidad y alejada de lo establecido. Tampoco dejará títere sin cabeza cuando hable de sus hermanos o de sus abuelos. Es decir, 1980 es un año que le cambió la vida al protagonista y un mix de relaciones tóxicas, de dependencia, amor, hipocresía, lucha, fuerza y esperanza. Para todos los gustos. Una reflexión sobre el amor, la familia y cómo puede marcar los primeros años el resto de tu vida. Esta trama engancha por su sarcasmo, su intensidad y su manera de estar escrita, por su lenguaje descarado y su realismo. Está vez sí, me he visto refleja en esa época, porque sí, soy de los ochenta |
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