No hay nada oculto que no se descubra algún día, ni nada secreto que no deba ser conocido y divulgado
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No hay nada oculto que no se descubra algún día, ni nada secreto que no deba ser conocido y divulgado
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Porque ¿qué somos, sino la suma de nuestras experiencias, de las cosas que reunimos y acumulamos en vida? En cuanto se nos despoja de ello, quedamos reducidos a una masa de carne, hueso y vasos sanguíneos.
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Cuando uno es adolescente, lo que más ansía es ser normal y no había nada normal en nuestra vida con mi padre
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La muerte es la muerte, y tiene todas las cartas en la mano. Incluso si consigues engañarla una vez, no te dejará ponerla en evidencia de nuevo.
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Es tarde y estoy borracho. Nadie ha encontrado nunca una respuesta en el fondo de una botella. Aunque no era ese mi objetivo, claro. Cuando uno llega hasta el fondo de una botella, por lo general lo que quiere es olvidarse de las preguntas.
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La mayoría de la gente tiene demasiados amigos. Y empleo el término en su sentido más amplio. Los de las redes sociales no son amigos de verdad. Los amigos de verdad son otra cosa. Son los que están ahí siempre, pase lo que pase. Personas a las que quieres y odias en la misma medida, pero que forman parte de ti tanto como tú mismo.
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Creemos que queremos respuestas. pero lo que queremos en realidad son las respuestas correctas. Así es la naturaleza humana. Hacemos preguntas que esperamos que nos conduzcan a la verdad que queremos oír. El problema es que uno no puede elegir sus verdades. la verdad tiene la tozuda costumbre de ser simplemente la verdad. Nuestras opciones reales se reduce a creer en ella o no.
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Creemos que queremos respuestas. pero lo que queremos en realidad son las respuestas correctas. Así es la naturaleza humana. Hacemos preguntas que esperamos que nos conduzcan a la verdad que queremos oír. El problema es que uno no puede elegir sus verdades. la verdad tiene la tozuda costumbre de ser simplemente la verdad. Nuestras opciones reales se reduce a creer en ella o no.
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Yo tenía las piernas más largas, pero mi falta de coordinación era absoluta y se me daba fatal correr. Me acordé vagamente de un viejo chiste que contaba mi padre sobre lo que ocurría si te perseguía un león. Daba igual que corrieras más que él; lo importante era correr más que la persona más lenta del grupo. Por desgracia, la persona más lenta era yo.
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10 negritos