Los libros eran, y serán siempre, algo digno de respeto y dotado de magia.
|
Los libros eran, y serán siempre, algo digno de respeto y dotado de magia.
|
Yo quería que te quedaras el viernes. Que te quedaras tú: tú y solo tú. Y si no quieres ser amigo mío, entonces intentaré jugar contigo al juego «O algo así». |
Para mí, la medicina es un gran misterio. Hay infinidad de cosas dentro de mí sobre las que no tengo la menor idea. Como si fuera la alcaldesa de una ciudad que nunca he visto.
|
La vida ha empezado a parecerme una gran oportunidad para convertir cada experiencia en un nuevo recuerdo.
|
El amor y el odio son versiones especulares del mismo juego; y tú has de ganar a toda costa
|
El amor y el odio son viscerales. Ya sólo de pensar en esa persona se te retuerce el estómago. El corazón te palpita con fuerza en el pecho: casi se te ve a través de la carne y la ropa. Pierdes el apetito y el sueño. Cada contacto con esa persona te llena la sangre de un tipo peligroso de adrenalina y te coloca al borde de una reacción radical: luchar o huir. Apenas conservas el dominio sobre tu cuerpo. Te consumes. Tienes miedo.
|
Tengo una teoría. Odiar a una persona se parece de forma inquietante a estar enamorado de ella. He tenido mucho tiempo para comparar el amor y el odio, y éstas son las observaciones que he ido haciendo.
|
"Desde el primer momento que te ví. En cuanto me sonreíste, me sentí como si cayera hacia atrás por un precipicio. Y ya no he dejado de sentirlo." |
El problema de la verdad es que resulta adictiva. —Más. Quiero saber más sobre el contenido de tu cerebro. Josh sonríe ante mi petición. —No ha habido nadie que lo haya intentado. —¿El qué?, ¿abrirte el cráneo? Usaré un martillo si hace falta. —No. Tratar de conocerme. Y nunca pensé que serías tú. —¿Quieres que deje de intentarlo? Casi no oigo su respuesta, apenas susurrada. —No. |
El truco está en encontrar a una persona tan capaz de devolver el golpe como de encajarlo.
|
¿En qué año se publicó?