El fin de los hombres

La doctora Amanda es avisada por una compañera de que un paciente que parecía tener solo gripe, acaba de empeorar y la fiebre no para de subir, pero en cuestión de un par de horas ya nada pueden hacer por él, pero la doctora recuerda algo, un hombre que llegó hace un par de días con síntomas similares y también falleció y ve que en urgencias, varios hombres parecen tener los mismos síntomas y ese virus empieza a arrasar durante ese día en el hospital, ella ve el patrón, ella empieza a avisar a las autoridades competentes pero... Cuando alguien decida escucharla, ya será tarde.

🔷 Una novela que fue escrita poco antes de la pandemia y que nos recordada mucho a esos comienzos de incertidumbre, miedo y momentos de angustia por los que hemos estado pasando.

Cómo fan a las distopías, he de decir que ha sido un libro que he disfrutado mucho pero con el que también he sufrido.

Una trama donde un virus que actúa con gran rapidez, que se empieza a extender por el mundo y que parece estar solo afectando a los hombres. Iremos viendo a través de varios personajes como se van sucediendo las cosas, como van afectando las pérdidas, el miedo y el caos que se desata, los intentos por encontrar y solucionar el problema...

Una lectura adictiva y angustiante que os recomiendo mucho si os gustan las distopías.

La premisa de este libro enseguida me llamó la atención. ¿Y a quién no? Estamos viviendo una pandemia y en este libro una pandemia acaba con la mitad de la población. Me intrigó saber cómo se iba a plantear, qué puntos encontraría en común con la realidad (la novela se escribió antes de la llegada del COVID-19) y cómo creería la autora que se reorganizaría una sociedad sin hombres.
Cuando empecé con la lectura pensé que contaría con un par de puntos de vista pero son bastantes y variados, algunos más recurrentes que otros y la mayoría de narradoras son mujeres. Conecté con Amanda desde el principio, fue mi favorita. Ella está ante el inicio de todo y además es médica en Urgencias, una perspectiva que prometía mucho.
Lo primero que me sorprendió, y no para bien, fue lo rápido que ella llega a la conclusión de que está ante un virus muy contagioso y muy peligroso. Creo que es normal que no la creyesen al principio, pero este virus no es como el que nos trae de cabeza ahora mismo, un hombre muere dos o tres días después de haberse contagiado y eso evidencia que algo está sucediendo. Por suerte, en la realidad no es tan mortífero.
Si hablamos de realidad tengo que señalar que es imposible no comparar la ficción con lo real. Este libro habría tenido una recepción muy distinta si los lectores no estuviéramos atravesando una pandemia. Ahora somos expertos en el tema y eso hace que tengamos unas certezas que nos permiten cuestionarnos ciertos detalles. Sin embargo, la autora toca muchos temas, como la salud mental, el aislamiento, el duelo sin una despedida digna, etc. a los que nos hemos tenido que enfrentar restos últimos años.
Quizá lo que más me sorprendió de su planteamiento sean las guerras que se suceden en China y en otras partes del mundo, la independencia de Escocia y lo lento que actuaron otros países tras darse a conocer el foco en Reino Unido. También lo relacionado al descubrimiento de una vacuna en un solo lugar, casi por una sola persona… ahora sabemos que muchos países tienen capacidad para la investigación y creación de vacunas eficaces. Sin embargo, en otros aspectos se muestran ideas inteligentes y se nota la documentación que hay detrás.
El cambio continuo de narradores no me gustó porque se introducen más y más nuevas voces y no logré congeniar con ellas, por una parte porque no vuelven a aparecer y por otra porque el movimiento de leer capítulos cortos o fragmentos en los que el espacio era diferente y el tiempo avanzaba a pasos agigantados me desorientaba. Esto hizo que perdiera mucho interés a mitad del libro y solo un par de puntos de vista llegaron a gustarme. Todo esto explica la falta de profundidad de los personajes y el drama que están viviendo no llega a calar hondo, a mí no me ha emocionado especialmente.
La lectura de este libro resulta interesante por la similitud con el momento histórico que estamos viviendo, pero más allá yo no puedo achacarle algún otro aspecto de interés. No lo recomiendo si lo habéis pasado muy mal con la pandemia o habéis perdido seres queridos debido a eso, algo que tampoco puedo negar es que no me resultó del todo fácil. Cuando empecé la lectura no creí que me fuese a costar en ese aspecto pero me he dado cuenta de que cuando leo quiero olvidarme de lo que está pasando, así que dependerá de vuestra situación única y personal si os costará como a mí o lo leeréis como un libro más.
Si os ha atraído esta premisa creo que el libro satisfará vuestra curiosidad. Es correcto, predice muchas cosas que han pasado y los sentimientos de la sociedad que atraviesa un desastre de este calibre pero según mi opinión no llega del todo al corazón del lector, desaprovechando así su mayor potencial.

Hola a todos,hoy traigo la reseña de un libro que tenia pendiente,pero lo he acabado abandonando.
Un virus a nivel mundial,que solo mata a hombres,a las mujeres aunque sean portadoras no les afecta...la premisa me parecía súper interesante y más después de saber que se escribió justo antes del Covid,aunque quizás ese ha sido el fallo que me ha dejado con mal sabor de boca.
La sinopsis prometía un futuro no distópico aunque casi,y tampoco muy lejano ya que se ambienta en 2025,un virus de ese calibre que desmonta una sociedad patriarcal,donde las mujeres toman el mando a todos los niveles.
Ahora bien,¿porque lo he dejado? La principal razón ha sido el cambio continuo de narrador,demasiados personajes con su historia y que apenas da tiempo a empatizar con ellas,demasiado cambio,me sacaba de lectura intentando recordar quien era cada una y no conectaba.
Aparte de esto,una distopia basada casi en la actualidad con todo lo que hemos pasado y ya sabemos sobre virus y pandemia,habían cosas que no me cuadraban,no me parecían muy creíbles a pesar de saber que es ficción,era como si no pudiera entrar en la historia.
Llega un punto en que ya se va a niveles de política mundial y demás,y ahí ya decidí que no seguía...

𝙴𝚕 𝚏𝚒𝚗 𝚍𝚎 𝚕𝚘𝚜 𝚑𝚘𝚖𝚋𝚛𝚎𝚜 es un libro duro, su historia abre heridas que todavía no hemos superado tras una pandemia que se ha llevado demasiadas vidas y que ha dejado rotas a otras muchas. El libro empieza con el descubrimiento de una nueva enfermedad que se contagia tan rápido como mata, pero con una peculiaridad: solo afecta a los hombres.

La premisa nos suena (ojo, que el libro lo escribió antes de la pandemia como ella misma cuenta). Conoceremos el desarrollo de la enfermedad a través casi exclusivamente de mujeres que tienen que tomar las riendas de una sociedad en la que profesiones como el cuerpo policial, el de bomberos y la alta política pertenecen en gran medida a los hombres. La historia nos muestra la pérdida que sienten las madres, hermanas, hijas y esposas al perder a sus seres queridos, la desolación y la rabia. La descomposición de naciones, las guerras civiles, las conspiraciones, el miedo y la desinformación.

Pero también nos habla de esperanza y cooperación, de superación de prejuicios y del poder de las personas para seguir adelante. Nos muestra que una sociedad unida es capaz de sobreponerse a todo y que el futuro puede ser brillante.

Es un libro que se lee con facilidad pero en algunos puntos me ha resultado pesado y aburrido. Cuesta entrar en la historia porque cambia muy a menudo la narradora, aparecen voces nuevas durante el desarrollo y las historias al principio no tienen conexión. Aún así, es un libro que explora una perspectiva interesante y que recomiendo si disfrutáis de las distopías.

Esta novela parte de un virus mortal que comienza a acabar con la vida que los hombres de todo el mundo. Afectando a priori como una gripe, acaba terminando con la vida de la población masculina en tan solo pocas horas, infectando a cualquiera a su paso. Serán las mujeres quienes en esta situación extrema trabajen a contrarreloj para buscar una cura antes de que sea demasiado tarde.

Sin duda alguna, lo más sorprendente y espeluznante de esta historia es su similitud con nuestra pandemia habiendo siendo escrita antes de que llegase el covid. Y aunque podamos ver cómo la realidad supera a la ficción, es tremendamente fácil conectar con el caos, la histeria social y el sufrimiento de quienes van perdiendo a sus seres queridos después de lo que hemos vivido.

La historia está narrada en orden cronológico a través de distintos personajes que se enfrentan a los momentos más duros del virus en el terreno personal y profesional, lo que me ha resultado interesantísimo.

Algo que también me ha gustado mucho es la constante reflexión sobre la vuelta a la "normalidad" en la última parte del libro. Después de varios años, se nos plantean cuestiones sobre el nacimiento de nuevos bebés, las relaciones románticas y el autodescubrimiento, la soledad, la adaptación de nuevos empleos...

En general, es un libro que me ha parecido muy interesante. No quiero mencionar las partes del libro relacionadas con la medicina porque no he leído muy buenas críticas por parte de profesionales de este ámbito, y creo que si las opiniones negativas acerca de cuestiones médicas son unánimes, algo debe fallar aunque yo, que no tengo ni idea de ello, no lo haya percibido.

Por lo demás, es un libro que os recomiendo mucho, especialmente en lo referido a la psicología de los personajes.

El fin de los hombres es la novela debut de Christina Sweeney-Baird, una historia que, como su propia autora indica al inicio de la novela: «Cuando empecé a escribir El fin de los hombres en septiembre de 2018, parecía un experimento mental increíble. ¿Hasta dónde llegaría mi imaginación? ¿Cómo cambiaría el mundo una pandemia mundial con una tasa de mortalidad gigantesca? ¿Cómo sería un mundo sin hombres o sin la mayoría? El primer borrador del libro me llevó nueve meses y lo terminé después de un intenso periodo de escritura en junio de 2019. Ahora, mientras edito el libro para entregarlo a la editorial, me encuentro comparando mi mundo imaginario con el real. Mido la distancia entre lo que escribí y lo que está sucediendo. Escribo ficción especulativa, así que nunca esperé esto.». Dicho lo cual, termina resultando sorprendente la autenticidad y el realismo de la ficción creada por Sweeney-Baird antes de la pandemia por la COVID-19 llegada a nuestras vidas. Nunca dejará de sorprenderme le dicho de "la realidad supera la ficción". Hay partes en la novela sobre la pandemia que suenan muy familiares. Además, la historia me dejó con la sensación de que todo lo que estamos viviendo podría haber sido mucho peor...

Extraordinariamente profético y profundamente estimulante, El fin de los hombres se desarrolla en un futuro cercano y comienza en un hospital de Glasgow en 2025, con la Dra. Amanda Maclean enfrentándose a la llegada de los primeros pacientes portadores de un virus potencialmente letal. Como varios hombres presentan síntomas similares a los de la gripe que se intensifican hasta la muerte en cuestión de horas, es Amanda quien identifica al Paciente Cero y empieza a sospechar que el virus es letal solo para los hombres y que muy pronto, los hijos, los maridos y los padres de todo el mundo empezarán a contraer el virus y a morir. Sin embargo, las autoridades de salud pública la ignoran y, con el paso de las horas y los días, el virus se convierte en una pandemia mundial con implicaciones previamente inconcebibles para todos los aspectos de la sociedad. Mientras los profesionales de la ciencia se apresura en encontrar una vacuna, el resto del mundo espera con gran expectación mientras trata de desarrollar una "normalidad" en un escenario atroz.

El fin de los hombres documenta a través de múltiples puntos de vista en primera persona una pandemia viral que afecta solo a los hombres y tiene una tasa de supervivencia o inmunidad natural muy baja: Amanda, una activista por la enfermedad, tanto descubriendo las acciones lentas que conducen a su propagación como rastreando sus orígenes en el contrabando de animales; Catherine, una antropóloga social que en parte sirve como un ejemplo de esposa y madre de un hijo que tiene que lidiar con la peste y luego como una documentadora del impacto en los demás; un joven virólogo estadounidense que llega al Reino Unido y termina siendo muy influyente; una mujer negra casi jubilada y hasta ahora marginada oficial de la inteligencia del Reino Unido que asciende rápidamente en las filas; un periodista de ensayos en el Washington Post que documenta algunos de los desarrollos y personalidades clave de la nueva era; el investigador canadiense enormemente ambicioso que desarrolla la vacuna... El libro tiene varios personajes diferentes, y ver cómo cada uno de ellos procesa y se adapta al desastre, la pérdida y el cambio fue algo que encontré increíblemente atractivo. El estilo del libro utiliza capítulos cortos escritos en primera persona, dándole a la historia un sentimiento cercano y personal incluso con el gran elenco de personajes

Definitivamente aborda muchas de las desigualdades estructurales que favorecen a los hombres, pero es tanto un libro sobre el dolor y la pérdida, como sobre la necesidad del cambio y, en última instancia, sobre la renovación. Me gustó la idea de que la felicidad y la plenitud se pueden redefinir, y la idea de que, en el fondo, los seres humanos son criaturas adaptables. Dado que el mundo necesita adaptarse a una población predominantemente femenina, por supuesto que habrá cambios y, para muchos de nosotros, esos cambios serían bienvenidos. de esa manera Sweeney-Baird nos muestra la posibilidad.

El fin de los hombres es una novela que invita a la reflexión y que se siente cercana en todos los sentidos. La novela de Sweeney-Baird ya ha sido elegida para una película, y no hay absolutamente ninguna duda de por qué. En esta novela, aunque el tema es lúgubre y sombrío, la autora logra traer un poco de ligereza y esperanza.

En resumen, 'El fin de los hombre' es una mirada profunda al hecho de cómo una plaga que mata a hombres afecta a personas de todo el mundo. La novela está compuesta por historias de varios supervivientes, algunos de la profesión médica, otros periodistas, niñeras, esposas, madres, etc. Es una novela sobre el dolor y el amor, y sobrevivir a una plaga, es decir, un tema que creo que resonará y hará mella en muchas personas en los días en los que vivimos.

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'El fin de los hombres' nos narra una historia en futuro muy, muy cercano, y no tan distópica en los tiempos que corren. Un nuevo virus ha llegado a Glasgow, y está matando gente a una velocidad de vértigo. Más bien, está matando a los hombres. A los hombres, los jóvenes varones y los niños. Este virus no distingue de edad, pero sí de sexo, y el mundo se está quedando reducido a tan solo una población formada mayoritariamente por mujeres, y por algunos varones que han resultado inmunes. El mundo entero está sunmido en el caos y necesita una cura cuanto antes.

Quiero avisar antes de nada que sí, se trata de una historia muy similar a la pandemia que hemos vivido hace nada y que hoy día sigue afectando nuestras vida. He tenido la inmensa suerte de que esto no afectó a nadie cercano y querido, pero puedo entender que quizás no sea una novela fácil de leer para quien sí ha vivido ese duelo. La propia autora añadie a comienzos del libro una nota en la que explica cómo de surrealista resulta haber escrito una novela durante el 2018 - 2019, y que meses después, nos hayamos visto envueltos en algo tan similar a lo que ella había escrito, novela que corregía en plena época de encierro.

En mi caso, sí he disfrutado muchísimo de la historia, pues es una forma de ver reflejado parte del problema que vivimos, pero desde una perspectiva en la que las mujeres, literalmente, han de ser las salvadoras. La historia está narrada por diferentes mujeres alrededor del mundo, que nos van contando sus historias, cómo viven los diferentes duelos mientras pierden hijos, padres y maridos, así como las historias de otras que no han tenido que enfrentarse a ello, por diferentes circunstancias.

Me ha encantado también porque la autora ha sabido tratar y dar respuesta muchísimos de los problemas a los que el mundo podría enfrentarse si algo así ocurre. Nos hace ver cómo el mundo, en gran parte, está diseñado más enfocado a hombres que a mujeres, y cómo eso supone un gran cambio cuando todo esto se desencadena. Toca aspectos como las relaciones de pareja, que ahora tornan muchas al colectivo homosexual y el problema que supone todo ello a los hombres gays; habla sobre las personas trans, la aceptación de empleos que antes desarrollaban hombres en su mayoría, la fecundación invitro, necesaria para poder prosperar de nuevo,...

Me gusta cómo va tocando diferentes temas que nos pueden surgir a los lectores, y cómo les va dando solución. Pero especialmente he vivido muy intensamente las partes y capítulos más duros; sabéis que me encanta que los libros me hagan sentir, que me hagan llorar, e ir leyendo las diferentes situaciones por las que pasan las protagonistas, cómo van perdiendo familiares, sus situaciones,... Ha sido duro, no lo puedo negar, especialmente porque es inevitable hacer comparaciones.

Así pues, me queda deciros que 'El fin de los hombres' nos narra cómo una pandemia mundial desmorona sin previo aviso el mundo en el que vivimos, y cómo el ser humano, a pesar de ello, sigue luchando por recupear un poquito de normalidad, volviendo a rescatar la raza humana. Con varias protagonistas y a lo largo de cinco años, vamos a ir viendo cómo evoluciona todo, y lo bien narrado y expresado que lo plasma la autora.

Si te apetece una historia distópica cargada de realidad, este es tu libro. Eso sí, recuerda que no todos podemos estar preparados para leer este libro hoy día. Queda bajo el criterio de cada uno.
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Leer un libro sobre una pandemia escrito justo antes de una pandemia real... Ha sido una experiencia casi surrealista. Reconocer tantas cosas, actitudes, y saber que se escribió antes del COVID. Guau. Obviamente, el giro de que el virus solo afecte a los hombres es diferente a lo que hemos vivido, y desde luego aporta otro enfoque interesante al tema de salir de la pandemia y reconstruir lo que queda.

Por lo demás, me parece un libro que no está hecho para contarte la historia de los personajes exactamente, sino que estos son el vehículo para contar la historia de esta pandemia. Y yo soy una lectora muy de personajes, me tienen que interesar para que me interese la historia, y en este caso no ha acabado de cuajar para mí por ese motivo.

Por otro lado, el estilo de escritura de la autora no me ha gustado demasiado. No es del tipo que yo personalmente disfruto, me parece poco trabajado (que no digo que sea el caso, a lo mejor es el estilo de la autora y ya, pero a mí me da la sensación de que hay que pulirlo mucho).

¡WOW! Menudo sorpresón me he encontrado en una de mis últimas lecturas del año. Un libro que prometía muchísimo con su sinopsis y que ha cumplido con creces mis expectativas. Y lo más sorprendente es que se trata de la primera novela de una autora de sólo 28 años.
Es cierto que a muchos quizá os tire para atrás la trama por todas las similitudes que hay con lo que estamos viviendo a nivel mundial, pero en serio, dadle una oportunidad porque merece muchísimo la pena.

Ambientada en el año 2025, la historia comienza en Glasgow, cuando la doctora Amanda Maclean atiende a un paciente enfermo de gripe, o eso parece, que muere varias horas después.
Después de que varias personas del hospital acaben afectadas por el mismo virus y con el mismo resultado, Amanda alerta a las autoridades, que la ignoran.
A partir de ahí, un virus desconocido empezará a expandirse rápidamente por toda la ciudad llegando, irremediablemente, al resto del mundo.
Con una tasa de mortalidad de las más altas, este virus sólo afecta a los hombres, por lo que tendrán que encontrar una cura para detener el fin de los hombres y, por consiguiente, de la humanidad.

A pesar de lo que pueda parecer este libro se escribió antes de la pandemia del COVID y es por eso que sorprende encontrar tantos paralelismos: un virus desconocido, los síntomas, el cómo se propaga, las reacciones, las actitudes, la búsqueda de la cura... son muchas las cosas que encontramos similares a lo que estamos viviendo a día de hoy.
El libro, además, está contado desde el punto de vista de muchísimos personajes en diferentes partes del mundo, especialmente mujeres, pero también algunos hombres, con lo que podremos ver cómo afronta cada uno ese nuevo mundo, cómo le afecta personalmente y cómo se adapta a él.
Hay, por tanto, una gran variedad de personajes, la doctora que descubre el primer caso, una viróloga, una antropóloga que intenta evitar perder a su marido y a su hijo, una periodista, una científica que busca la vacuna que ponga fin al virus, un hombre de mediana edad varado en un crucero en alta mar...
A algunos los conoceremos más que a otros, pero todos ellos aportan algo nuevo y diferente a la trama, son interesantes, humanos y con los que podremos empatizar en muchas ocasiones.

La historia, además, se va desarrollando a lo largo de varios años e iremos viendo cómo se van evolucionando los acontecimientos.
Comenzando con el desconcierto, el temor y la devastación, pasaremos a la aceptación y a la determinación por encontrar una cura y proteger al máximo de hombres posibles, hasta llegar a la tan ansiada vacuna y lo que ello provoca. Porque da igual que el mundo esté a punto de acabarse, el ser humano es egoísta, ambicioso y codicioso y la autora lo refleja perfectamente y de forma muy realista.
Otra cosa que me ha gustado es que vemos también el después de ese fin de la pandemia, cómo se intenta recuperar la normalidad o cómo se adapta el mundo a esa nueva realidad.
Y es que la autora pone de manifiesto que al final, las personas cambiamos, nos renovamos y nos adaptamos a lo que nos toca vivir, que nuestra situación puede cambiar radicalmente y, aún así, podemos encontrar nuevas metas, ilusiones, ocupaciones e, incluso, familias.

Está dividido en varias partes y cada una de ellas en capítulos cortos, narrados en primera persona por el personaje en el que está centrado, por lo que hace que sea una lectura muy, muy ágil y rápida de leer, además de que consigue enganchar desde la primera página.
Es cierto que hay partes duras, que la pérdida y el dolor están muy presentes al principio del libro, pero también hay espacio para la esperanza, el optimismo, el amor y la alegría.

El fin de los hombres es un libro distópico pero que, sin planearlo y sorprendentemente, recuerda a la pandemia que estamos sufriendo.
Una lectura coral, muy bien desarrollada y que consigue mantener el interés en todo momento. Se ha colado, sin duda, entre mis mejores lecturas.
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