El fin de los hombres

La premisa de este libro enseguida me llamó la atención. ¿Y a quién no? Estamos viviendo una pandemia y en este libro una pandemia acaba con la mitad de la población. Me intrigó saber cómo se iba a plantear, qué puntos encontraría en común con la realidad (la novela se escribió antes de la llegada del COVID-19) y cómo creería la autora que se reorganizaría una sociedad sin hombres.
Cuando empecé con la lectura pensé que contaría con un par de puntos de vista pero son bastantes y variados, algunos más recurrentes que otros y la mayoría de narradoras son mujeres. Conecté con Amanda desde el principio, fue mi favorita. Ella está ante el inicio de todo y además es médica en Urgencias, una perspectiva que prometía mucho.
Lo primero que me sorprendió, y no para bien, fue lo rápido que ella llega a la conclusión de que está ante un virus muy contagioso y muy peligroso. Creo que es normal que no la creyesen al principio, pero este virus no es como el que nos trae de cabeza ahora mismo, un hombre muere dos o tres días después de haberse contagiado y eso evidencia que algo está sucediendo. Por suerte, en la realidad no es tan mortífero.
Si hablamos de realidad tengo que señalar que es imposible no comparar la ficción con lo real. Este libro habría tenido una recepción muy distinta si los lectores no estuviéramos atravesando una pandemia. Ahora somos expertos en el tema y eso hace que tengamos unas certezas que nos permiten cuestionarnos ciertos detalles. Sin embargo, la autora toca muchos temas, como la salud mental, el aislamiento, el duelo sin una despedida digna, etc. a los que nos hemos tenido que enfrentar restos últimos años.
Quizá lo que más me sorprendió de su planteamiento sean las guerras que se suceden en China y en otras partes del mundo, la independencia de Escocia y lo lento que actuaron otros países tras darse a conocer el foco en Reino Unido. También lo relacionado al descubrimiento de una vacuna en un solo lugar, casi por una sola persona… ahora sabemos que muchos países tienen capacidad para la investigación y creación de vacunas eficaces. Sin embargo, en otros aspectos se muestran ideas inteligentes y se nota la documentación que hay detrás.
El cambio continuo de narradores no me gustó porque se introducen más y más nuevas voces y no logré congeniar con ellas, por una parte porque no vuelven a aparecer y por otra porque el movimiento de leer capítulos cortos o fragmentos en los que el espacio era diferente y el tiempo avanzaba a pasos agigantados me desorientaba. Esto hizo que perdiera mucho interés a mitad del libro y solo un par de puntos de vista llegaron a gustarme. Todo esto explica la falta de profundidad de los personajes y el drama que están viviendo no llega a calar hondo, a mí no me ha emocionado especialmente.
La lectura de este libro resulta interesante por la similitud con el momento histórico que estamos viviendo, pero más allá yo no puedo achacarle algún otro aspecto de interés. No lo recomiendo si lo habéis pasado muy mal con la pandemia o habéis perdido seres queridos debido a eso, algo que tampoco puedo negar es que no me resultó del todo fácil. Cuando empecé la lectura no creí que me fuese a costar en ese aspecto pero me he dado cuenta de que cuando leo quiero olvidarme de lo que está pasando, así que dependerá de vuestra situación única y personal si os costará como a mí o lo leeréis como un libro más.
Si os ha atraído esta premisa creo que el libro satisfará vuestra curiosidad. Es correcto, predice muchas cosas que han pasado y los sentimientos de la sociedad que atraviesa un desastre de este calibre pero según mi opinión no llega del todo al corazón del lector, desaprovechando así su mayor potencial.