-El lenguaje figurado compara una cosa con otra. Suelen usarse metáforas, símiles, personificaciones, hipérboles o simbolismos. Zane se tragó la nuez que tenía en la boca y se echó hacia delante.
—¿ Me pones un ejemplo?
—A ver, una metáfora —dijo Beckett, que hizo un gesto hacia la pila de papeles a su izquierda—. Me estoy ahogando en trabajo.
—No, Becky. Usa mis ojos como ejemplo. Es mucho más bromántico.
—Me estás matando.
—Otra metáfora, ¿no?
—Una hipérbole, que es una exageración, aunque en este caso concreto…—Cambió de postura en su silla, sonriendo. Zane se echó más hacia delante en la suya.
—Hágale una hipérbole a mis ojos, profesor. Los ojos azules y brillantes de Beckett se encontraron con los suyos. Resplandecían, pero también tenían un toque de vulnerabilidad.
—Tus ojos hacen que mi mundo se tambalee.