Rumanía, 1989. En un país gobernado por el aislamiento y el miedo, la policía secreta comienza a chantajear al joven Cristian Florescu para que se convierta en informante. No le queda otra opción que traicionar a todo lo que ama pero también decide utilizar su posición para mostrar al exterior al dictador más malvado de la Europa del Este. Y es que, todos los dictadores comunistas fueron unos sanguinarios asesinos (por llamarlos así), pero Nicolae Ceausescu, para la desgracia de los rumanos, se llevó la palma. Cristian nos caerá bien, es un joven de 17 años que sueña con ser escritor en un país donde los ciudadanos no tienen libertad ni para soñar. Vive con sus padres, su hermana Cici y su abuelo Bunu y junto a él viviremos los últimos días del comunismo en Rumanía y nos emocionaremos al compartir ese día en el que un pueblo entero se alzó contra su dictador. Me ha gustado el estilo de la autora, simple y directo y aún así ha creado unos personajes que llegan al corazón por todo el dolor y sufrimiento que les tocó vivir. A través de ellos nos muestra la radiografía de la época: la angustia que se respiraba, el miedo, la opresión o el intento de sobrevivir dentro de esa dictadura comunista. "Ceausescu estaba tan fuera de control que incluso superó al estalinismo del propio Stalin" Es una muy buena novela, una pena que no sea más extensa, la historia daba para profundizar mucho más, yo hubiera pasado mucho más tiempo junto a Cristian y su familia. . + Leer más |