Diario de una soledad

En esta ocasión acompañamos a la autora durante un año donde nos hace partícipes a través de su diario de sus vivencias, de su dolor y de su soledad. Nos habla de la ansiedad y la depresión. de sus rutinas, su jardín y su escritura.
De como se siente cuando vuelve a su hogar de Nelson tras haber estado fuera por motivos laborales.
May nos va relatando como va conformando su viaje artístico y espiritual.
Es maravilloso leer a esta autora, con su estilo narrativo sencillo a la vez que elegante. Su escritura está llena de carga emocional y de melancolía.
El diario está repleto de magníficas reflexiones sobre la mujer y sus derechos. Sobre la amistad y sobretodo sobre la soledad.

La autora dice "decidí llevar un diario durante un año entero porque creo que Anhelo de raíces ha erigido un mito en torno a un falso paraíso y mi intención es destruirlo"
Para mi este diario de una soledad es el complemento perfecto para Anhelo de raíces. Ambos son de lo mejor que he leído este año.
Es una lectura a la cual le he dedicado mucho tiempo porque me apetecía leerla poquito a poco y disfrutarla.
Sin duda una lectura perfecta para el otoño.

#DiarioDeUnaSoledad de #MaySarton (1973) | @galloediciones

Tras haber leído #AnheloDeRaíces he regresado a May Sarton, y a sus memorias, con este diario. En este libro nos lleva a un año de su vida; un año en el que aún sigue viviendo en Nelson, sobrellevando como mejor puede su soledad y una fuerte depresión que la acompaña.

Un diario donde topamos con multitud de reflexiones, muchas de ellas relacionadas con su mundo interior propio, pero también: con el trabajo de escritora y el ámbito literario; con el arte, la cultura y su significado; con la situación de la mujer del momento —con un discurso marcadamente feminista—; con el amor y las relaciones; y, especialmente, con la experiencia de la soledad y lo difícil que es lidiar con ella, aun teniendo ventajas únicas. Y en relación con esto último, May hace mucho hincapié en mostrar tanto las ventajas como las desventajas de la soledad al analizarla profundamente. Dejar ver que alguien como ella necesita de esa soledad para sobrevivir, pero al mismo tiempo busca romper el mito de la positividad de aislarse del mundo.

Multitud de pensamientos interesantes aparecen a lo largo de estas páginas, y permiten al lector pensar junto a la autora. Quizás no estarás de acuerdo con todo, algo podrá parecerte más o menos extremo, más o menos acertado o equivocado a tu modo de ver; o, incluso, demasiado egocéntrico. Pero, sin duda, merece la pena acercarse a conocer en mayor profundidad a esta mujer que se abre a sus lectores, mostrándoles sus anhelos y motivaciones, sus miedos, cargas y frustraciones, su soledad y el sufrimiento que esta le produce a la par que la llena de paz, de plenitud y del desarrollo personal que necesita para sobrevivir.

Se aprecia bien su carácter introvertido y complicado, con esa necesidad de soledad para recargarse, para poder vivir, pero que lejos queda de significar que la desee siempre, ni que le sea fácil de sobrellevar en aislamiento continuo. Como todo ser humano, ella también necesita ser, estar y compartir con otros así como sentirse conectada con alguien (aunque le cueste luego hacerlo, o encontrar a ese alguien).

Reseña completa en el blog ✍️
Continuaré con La casa junto al mar 🌊
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Siempre que leo un diario o un texto de carácter más íntimo, me pregunto: ¿qué podemos juzgar como lectores: la experiencia, la técnica...?

Leer un diario es como irrumpir a machetazos en una casa con las paredes de papel. Y más endeble es la estructura cuando, además, es la primera lectura que hacemos del autor o autora.

Este Diario de la soledad es el primer texto de May Sarton que abordo, pese a que estuve dudando entre comenzar con Anhelo de raíces. al final creo que la elección no fue equivocada, porque he descubierto una escritura delicada pero no exenta de una poderosa corriente de reflexión sobre algunos de los temas más prolíficos de la vida: la vejez y la soledad.

Sarton nos habla de una soledad escogida por decisión propia, un lugar necesario para su trabajo de escritora. Este texto comprende más o menos un año de su vida y en él encontraremos muchas (quizá demasiadas) alusiones a la naturaleza y al cuidado de la tierra y los animales; una parte fundamental en sus días y que es el contrapunto que necesita para poder centrarse en exprimir sus jornadas de introspección delante del papel en blanco.

Digo que son demasiadas porque no es un tema que me interese especialmente pero sí que es necesario para conocer la personalidad de Sarton, fundamental en este caso si queremos dejarnos guiar con manos firmes por la sinuosa cuerda que conecta nuestra soledad con la suya.

En ciertos momentos se convertía en una lectura levemente dolorosa y el grado de ese dolor dependerá del momento vital en el que os encontréis más allá de la página. Pero no podía ni quería dejar de imaginarme la vida solitaria de esa mujer cercana a los sesenta años, alejada del mundo en su casita de Nelson, en New Hampshire.

Muchas de las páginas de este libro son de una pureza cercana al oro, pese a que el fulgor de sus palabras se ensombrezca en su última parte.

Más allá de que nos pueda o no interesar la vida de esta mujer, nos ayuda a recuperar un mensaje que es quizá más importante que nunca: la soledad no consiste en aprender a estar solo, sino en aprender a disfrutar de la única compañía que el tiempo nos puede prometer, la nuestra.


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En febrero leí Anhelo de raices, un libro precioso, dulce, calmado y de los que dan calorcito al corazón.
En él la autora nos contaba cómo compró una casa en Nelson, un hogar donde estar tranquila con un jardín que cuidar y que le proporcionara la tranquilidad necesaria para escribir.

Con un estilo sencillo, exquisito, elegante, descriptivo sin agobiar y con un tono evocador me resultó un libro muy especial.

Pienso que Diario de una soledad es el complemento perfecto y necesario y me ha encantado. Como su título indica es un diario que escribe la autora durante un año. Por dos razones , una era porque estaba sumida en un estado que le provocaba enfados peligrosos y "pensaba en hacer un examen interior que me ayudaría a cambiar". La otra razón " por las que decidí llevar un diario durante un año entero fue porque creo que Anhelo de raíces ha erigido un mito en torno a un falso paraíso y mi intención es destruirlo".
Pues esa intención no ha funcionado conmigo, para mi su casa y su jardín siguen siendo un paraíso a pesar de que nos cuente el trabajo que le da mantener la casa, los cuidados constantes de su jardín, las atenciones que presta a los pájaros, los "ataques" de gatos salvajes o mapaches. También nos cuenta lo que le afectan las malas críticas no por malas sino "por no profundizar en su trabajo con empatia y comprensión, la tristeza que le produce el no haber tenido el respeto que merece por su considerable obra" , las salidas a eventos o conferencias y la felicidad de regresar a la paz de su casa. Porque por mucho que proteste o diga que quiere desmitificar la idea de su casa como un paraíso, está claro que si no lo es se le acerca mucho y yo sigo queriendo ir a esa casa y a ese jardín y seguir escuchando sus opiniones sobre libros y música y sus reflexiones sobre la amistad, los derechos de la mujer o la soledad. Muchas frases maravillosas y muchas reflexiones sobre muchos temas.

Maravilloso.



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«Por primera vez en semanas, estoy aquí sola, dispuesta a retomar mi vida «real». Eso es lo extraño: que ni los amigos, ni siquiera los amores apasionados, son mi vida real, a menos que disponga de un tiempo a solas para explorar y descubrir cuánto está ocurriendo, o cuánto ya ha ocurrido.

Hoy quiero escribirte a ti, May, 

leerte es llegar al interior de tu alma, es descifrar en cada palabra escrita una parte de ti misma y quizás de mí misma.

El peso de la soledad, unido a su espíritu creativo, es uno de los principales ejes de esta obra. 

Las inseguridades y desencantos de Sarton se convierten en una larga carta que, a modo de diario, se envía así misma. En sus desequilibrios nace su equilibrio creativo. 

Escribir como bálsamo.

Escribir como puente. 

Escribir como vida. 

Abrí el libro con emoción, siempre busco sus letras cuando busco paz y serenidad. Me encontré con un texto intimista, franco y real. 

Rodeada de sus flores, las mías, de sus colores, su olor y su forma, perciben ese momento, cuando vuelve su mirada adentro, es cuando empieza a encontrarse. Desde dentro hacia afuera. Ir quitando superficies superfluas para encontrar la esencia de una vida.

La soledad como solución. 

Una soledad elegida para avanzar.  

¡Mi querida May cuánto te entiendo!

Sus reflexiones son de una mujer en la sesenta que tiene dudas, pero reivindica su edad y su modo de vida. 



Las obras de May Sarton son un abrazo calentito.

“Anhelo de raíces” nos involucra en su propia (re)construcción a través de una casa que convierte en el puente que le permitirá el paso de una etapa de vida a otra. 

De la mano de “Diario de una soledad”, la melancolía impregna cada rincón de su casa y de su vida. Ese proceso culmina con “Una casa junto al mar” en la que concluye que «crecer en soledad es un modo de crecer hasta el final».

Crecer mientras vives es descubrir que existen a tu alrededor, miradas que alumbran lo que miran y deshacen la oscuridad. 

Crecer es aprender a agradecer y quien o que te enseña a hacerlo te enseña a vivir.

 Y May eligió. La vida le dio lo que necesitaba para crecer. 

Diario de una soledad es el diario de May Sarton durante un año, cuando la autora tenía 60 años. Es una lectura intimista, llena de reflexiones y recovecos que nos acercan a su casita con jardín en la que vive sola.

Me he impregnado de la belleza de su prosa, de la delicadeza y honestidad al desnudar su mente y compartirse, sin tapujos ni adornos, con nosotras.

No romantiza la soledad, sino que la describe. Habla de la soledad que elegimos, la que nos es impuesta, la que se siente en un hogar vacío y la que nos envuelve como una manta.

Ha sido una lectura preciosa, lenta y compleja que os recomiendo para intercalar con otros libros, pues a May hay que leerla despacito y saboreándola, como una taza de café que hace la tarde más cálida.

Con esta obra he salido de mi zona de confort dado que no es un libro que yo hubiese elegido por mí misma.Se trata de una lectura pausada, para leer con calma y sumergirse en la narración. de corte intimista y con un marcado lirismo, he de reconocer que me han sobrado flores 😅 . Sí me ha gustado la parte que se centraba en sus opiniones sobre todo tipo de temas y tiene algunas frases para recordar. A lo mejor me animo con su obra " Anhelo de raíces"☺️