Con los palabras todo cuidado es poco, mudan de opinión como las personas.
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Con los palabras todo cuidado es poco, mudan de opinión como las personas.
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Las religiones, todas, por más vueltas que le demos, no tienen otra justificación para existir que no sea la muerte, la necesitan como pan para la boca.
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La prudencia nada mas sirve para retrasar lo inevitable, mas pronto o mas tarde acaba rindiendose
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... Las manos son dos libros abiertos, no por las razones, supuestas o autenticas de la quiromancia, con sus lineas del corazón y de la vida, de la vida, si, han oido bien, queridos señores, de la vida, sino porque hablan cuando se abren o se cierran, cuando acarician o golpean, cuando enjugan una lagrima, o disimulan una sonrisa, cuando se posan sobre un hombro o expresan un adiós, cuando trabajan, cuando estan quietas, cuando duermen, cuando despiertan...
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Es deplorable desde todos los puntos de vista que (...) usted no tuviera en cuenta aquello que constituye los cimientos, la viga maestra, la piedra angular, la llave de la bóveda de nuestra santa religión. (...) Sin muerte no hay resurrección, y sin resurrección no hay iglesia
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El paraíso, Paraíso o infierno, o cosa ninguna, lo que pase después de la muerte nos importa mucho menos de lo que generalmente se cree, la religión, señor filósofo, es un asunto de la tierra, no tiene nada que ver con el cielo
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Las religiones, todas, por más vueltas que le demos, no tienen otra justificación para existir que no sea la muerte
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Porque la filosofía necesita tanto de la muerte como las religiones, si filosofamos es porque sabemos que moriremos
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nuestra otra especialidad, además de la balística, ha sido neutralizar, por la fe, el espíritu curioso.
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Las enfermedades tienen algo curioso, los seres humanos siempre esperan librarse de ellas, de modo que ya cuando es demasiado tarde, acaban sabiendo que esa iba ser la última.
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Es un poema épico griego compuesto por 24 cantos, atribuido al poeta griego Homero. Narra la vuelta a casa, tras la guerra de Troya, del héroe griego Ulises