Camino sin retorno

¡El sueño de que la era era del odio entra en el olvido!

¡Tuvo un sueño y en el sueño llegaba el dia de la verdad! ¡El dia en que se covertia en verdad evidente y comprensible para todos el hecho de que somos hermanos, que somos todos iguales! ¡El dia que comprendimos que no habia fronteras, que las fronteras no sin otra cosa mas que dibujos en unos mapas, papeles que no significan nada! ¡El dia en que expulsabamos de nuestros espiritus el veneno del odio que nos habian inculcado durante generaciones! ¡Se acerca ese dia, hermanos!

Toda la familia de los Zeligauskas eran desde su tatarabuelo en adelante cabezas locas y corazones calientes que no conocian el concepto de "subordinacion"

La Varsovia de El mal no existe y no existio nunca, de la misma forma que nunca existio el Londres de la Opera de tres peniques.

Ven a conocer la verdad. Te mostrare que aspecto tiene la verdad.

No me gustan los finales. El final es el desenlace de la historia. Y a mi en las historias me gustan los episodios. Los hermosos episodios que salvan esa vergonzosa historia, ese estupido guión que es nuestra vida. 

La Verdad y la Mentira no se diferencian en nada , son un todo. Los dos acudiran a tu grito si gritas. Y entonces se extendera hacia ti la mano de las tinieblas. Si tocas esa mani, no habra regreso.

Se convirtio en todos aquellos con los que compartia el miedo y el dolor y la seguridad de que en unos pocos segundos no seria nada, porque la nada es un cadáver frio, manchado , maloliente

Se convirtio en el castor estrangulado con un elástico alambre de seda, el zorro cuyas patas trituran las mandibulas de acero de una trampa, la foca golpeada con un palo en la cabeza, el corzo herido con una escopeta de cañones recortados, la rata debatiendose en las convulsiones del veneno. Se convirtio en todos aquellos con los que compartia el miedo y el dolor y la seguridad de que en unos pocos segundos no seria nada, porque la nada es un cadáver frio, manchado , maloliente

Estoy triste por el contacto de sus manos. Estoy triste por el susurro de sus respiraciones cuando duermen. Estoy triste por el susurro de sus respiraciones cuando duermen. Estoy triste por la calidez de sus rodillas. Estoy triste por nuestra musica que, apenas conocida, la pierdo. Porque es una musica que nadie necesita y con la que ya no salvaremos a nadie. Porque en cada minuto, en cada segundo, en mil puntos distintos de este planeta suena el veehal y sonara cada vez mas a menudo . Hasta el final. Estoy triste por vosotros, derrotados, obligados a huir. Y estoy triste por mi misma, porque también me tendre que ir con vosotros, como una de vosotros.