Y los ojos… ojos penetrantes, con el conocimiento y el amor al aprendizaje que solo un guardador podía sentir.
|
Y los ojos… ojos penetrantes, con el conocimiento y el amor al aprendizaje que solo un guardador podía sentir.
|
¿No crees que un hombre aprecia más el amor cuando se ha visto forzado durante tanto tiempo a no tenerlo?
|
¿Para qué sirven las promesas que pueden ser interpretadas tan libremente?
|
Es fácil olvidar el valor de algo cuando lo ves tan a menudo. Cuando se convierte en algo corriente y conveniente.
|
(...) pero la vida no tiene que ser así. No tienes que pasarte años enteros desconfiando, permaneciendo en las sombras y manteniéndote aparte.
|
El único modo de impedir que te odien es asegurarte de que no te presten atención. Así que te haces parecer pequeño y débil. No una amenaza. Pero a veces dices algo equivocado, o dejas que se note la rebeldía.
|
—Anonimato. Ocultarte, incluso cuando estás con otros. Permanecer callado sin molestar a nadie. Obligarte a permanecer apartado… emocionalmente, al menos. Es una forma de vida. Una protección.
|
Un hombre se definía no por sus defectos, sino por cómo los superaba.
|
A veces, rendirse es mejor que fracasar.
|
—No me gusta —dijo. Elend sonrió mientras colocaba los libros en la mesa. —No te gusta nadie de entrada, Vin. —Tú sí me gustaste. —Lo cual demuestra que eres una pésima jueza de personalidades. |
¿Qué criaturas mágicas podemos encontrar en Gringotts, el banco de magos?