Los que merecen morir

“Nadie es un dios responsable y, aunque todas sus criaturas lo hayan defraudado por igual, hay categorías. Incluso entre las hormigas” ~ Los que merecen morir de Carlos Salem.

Ayer os hablé del Hombre Nada pues hoy os traigo a Nadie, un asesino despiadado que con un especial concepto de la justicia: asesina a aquellos que han salido impunes de sus crímenes y lo hace dejando un mensaje final: “Me llamo Nadie”. Para cazarlo se crea un equipo especial dirigido por uno de los policías más reconocidos que en su época fue sacerdote: Severo Justo.

El resto del equipo es super peculiar: una psiquiatra amiga de Severo super preparada pero con varias personalidades; una hacker que a sus ochenta años combina la calceta con los ordenadores; una forense que escucha las voces de los cadáveres y un inspector de policía con muy mala leche.

Me costó un poco hacerme con el estilo del autor, lo reconozco, pero una vez pillado, el libro ha volado. Otra cosita que ya me comienza a chirriar es el tema de “traumas”, en este caso de Severo Justo, que me ha resultado un poco reiterativo y que bueno, algunas cositas son poco creíbles pero dan el pego; vamos que se puede hacer fácilmente la vista gorda una vez que estás inmersa en la trama.

En el trasfondo, el debate sobre el justiciero pero también tiene un toque reflexivo sobre la vida y la muerte y la fragilidad de la línea que las separa. En definitiva, seguiré leyendo la saga con la segunda entrega “Madrid nos mata”.

No conocía al autor y las reseñas sobre él eran bastante positivas así que llegó su momento, y una vez más me lancé a leerlo sin echar un ojo a la sinopsis.
-Lo que me ha gustado: Hay dos cosas que destaco por encima de las demás. La primera es la forma de escribir de @carlos.salem. Me ha hipnotizado, me ha conquistado, me ha maravillado. Qué ilusión enfrentarse a una narrativa tan diferente, aunque reconozco que al principio me costó un poco asimilar ese estilo tan propio, en cuanto cogí ritmo ya no pude parar. Por otro lado, la trama es buena, intensa, con un buen malo y un equipo de investigadores de lo más peculiar. Y aunque el arranque es lento, a medida que va avanzando va cogiendo velocidad, rematando con un final muy bueno.
-Lo que no me ha gustado: no aporta nada que no esté escrito ni que sorprenda demasiado, a excepción de la forma narrativa. Los personajes son demasiado personajes y cuesta creerse su papel. Las partes delirantes de una de las protagonistas se me han hecho pesadas e incomprensibles.
-Lo recomiendo? Sí, ha sido toda una sorpresa para mí y estoy deseando continuar leyendo historias de Justo y Dalia.

A ver si soy capaz de expresar todo lo que me ha impactado este libro.
Primero, tengo que destacar la forma tan especial de escribir que tiene este autor. Sus descripciones no son para nada típicas, introduce cantidad de recursos literarios, metáforas, símiles y comparaciones. Todo esto podría llevar a pensar que su narración es complicada y difícil de entender, pero es todo lo contrario. El autor consigue que sea una lectura sencilla y ágil, además, de muy entretenida y en muchas ocasiones, con puntos de humor e ironía muy importantes.
Pasamos a los personajes y nos encontramos con un elenco de los más peculiar. Sí que es verdad que recurre al tópico del policía con traumas, pero lo hace de tal forma que se convierte en algo especial y único. Además, el resto de personajes tienen cada uno sus particularidades, y todas juntas los convierten en un equipo de lo más variopinto y completo.
Por último, la trama está organizada de tal forma que he sido incapaz de tener un sospechoso creíble durante todo el relato, si conseguía sospechar de alguien, siempre terminaba descartándolo por algún motivo. Además, el final tiene varios giros que me han dejado con la boca abierta literalmente, es más, si el libro hubiese terminado sin ninguna de esas sorpresas, me habría parecido un buen final igualmente.
No me gusta valorar con estrellas o puntos los libros, pero en esta ocasión si lo tuviera que hacer le daría 5 &#xNaN seguro.

Hay muy pocas novelas que consiguen atraparme como lo ha hecho "Los que merecen morir". Me lo empezaba a leer el pasado día 8 de junio y hoy, dos días después, he llegado al final de esta impresionante novela escrita por Carlos Salem. Dos días en los que he estado en vilo y con ganas de descubrir el responsable de la siembra de muerte, sangre y terror por Madrid.

El lector que opte por leer esta novela conocerá a Severo Justo, un hombre desquiciado de la vida que pasó por el seminario hasta el punto de ser sacerdote pero, al cabo de un tiempo, aparcó la sotana y se casó con una mujer con la que tuvo una hija, esposa e hija que fallecen un día haciendo que el objetivo en la vida de Justo sea de todo menos positivo e ilusionante; al mismo tiempo, conocerá también a Dalia Fierro, la cual tiene la manía, la costumbre de escoger una palabra al azar y repetirla continuamente en distintos idiomas; al mismo tiempo, conocerá a una mujer perteneciente al llamado grupo de "la tercera edad" muy puesta en temas de tecnología que tiene un trato especial con su nieto, un personaje con un peso importante en la novela aunque no tanto como el que puede tener tanto Severo Justo como Dalia Fierro. Este grupo que forman una brigada especial encargada de echarle el guante a Nadie, la persona que siembra el terror, la muerte más atroz en la ciudad. A lo largo de la novela, cada personaje se enfrentará a una serie de circunstancias, a cual más peliaguda, que harán que se muevan por unos lugares u otros.

Quiero resaltar que la novela "Los que merecen morir" hace una crítica a la justicia, esa "amiga" o "enemiga" que normalmente actúa muy pero que muy lentamente y, al mismo tiempo, hace que el lector establezca sus propias líneas rojas que no deben ser superadas y todo esto con una narrativa especial y, me aventuraría a decir, única porque hay muy pocos autores que escriban como Carlos Salem.

En Madrid un asesino en serie está matando gente. Junto al cadáver deja su firma: una nota con estas palabras “me llamo Nadie”. Nadisabe quién es Nadie y el gobierno y la policía han podido ocultar a la opinión pública su existencia: sólo se conocen las víctimas aisladas pero no saben que hay algo que las conecta. Y ese algo es el hecho de que todas ellas habían cometido algún delito del que, ya sea por su nombre, ya por su dinero, ya por diversas artimañas legales, habían salido indemnes. Nadie es un justiciero.

El gobierno decide crear un cuerpo especial a cuyo frente ponen a un policía llamado Severo Justo que a la sazón se encontraba en Bruxelas. Severo es libre de elegir a su equipo y lo cierto es que los elegidos forman un grupo heterogéneo. Entre ellos destaca la psicóloga forense Dalia Fierro, muy amiga de Severo hace años. O un comisario de la vieja escuela. O Dolores…

Si por algo destaca esta novela es por sus personajes, absolutamente formidables. Severo Justo me ha encantado. Es un sacerdote reconvertido en policía que hace veinte años perdió a su mujer y a su hija y desde entonces no vive realmente. Dalia Fierro es muchas Dalias a la vez: esconde algo y saber qué es será otra de las intrigas de la novela. Como os podéis imaginar, la elección de los nombres de los personajes no es baladí. Severo es serio y formal como su nombre y de una rectitud y justicia envidiables. Dalia es frágil como su nombre y fuerte como su apellido. Y qué me dices del asesino: Nadie. Un Nick que le viene como anillo al dedo y que sirve al autor para hacer juegos de palabras. Pero si de personajes hablamos, entre ellos destaca Dolores, mi preferido. No os voy a contar nada de ella para que lo descubráis por vosotros mismos si decidís leer la novela pero os aseguro que es un personaje de esos que no se olvidan. Por cómo es y por lo que hace, por su vida…, por todo en realidad. Es buenísima, de verdad.

Los personajes están muy bien desarrollados y dan lugar a ciertas tramas paralelas que se entrecruzan con la principal. Por ejemplo, conocer el pasado de Dalia te mantiene en vilo; cuando descubres el de Dolores te quedas con la boca abierta; ni qué decir que saber cómo ocurrió realmente el accidente en el que Severo perdió a su familia es otra de las subtramas que más interés suscita

La trama principal también me ha encantado. Tanto la idea de un asesino justiciero como la dificultad de dar con él y el hecho de que el autor te haga sospechar de unos cuantos candidatos menos del que es, claro. Te pone en bandeja uno y dices "pues sí, tiene que ser él"; y luego resulta que no, a por otro... y así varias veces. El interés y el ritmo son constantes, sin decaer en ningún momento. Obviamente, como cualquier novela negra que se precie, hay alguna sorpresa y giro inesperado, alguno de ellos nos deja con la boca abierta.

"El español, cuando mata, mata de verdad. Con motivos. Motivos de mierda, si quiere, pero motivos"

Me ha gustado mucho la forma en la que escribe Carlos Salem. Por una parte, es una novela con una trama muy bien urdida y unos personajes fantásticos y bien desarrollados. Por otra, es puro entretenimiento: un libro de fácil lectura que se engancha a las manos y te tiene en un sinvivir. Por si fuera poco, tiene un toque de humor irónico y de retranca –muchas veces, las más, de la mano de Dolores- que hace que, a pesar de lo negra que es, en ocasiones casi sonrías. En definitiva, es una novela hecha para disfrutar.

Conclusión final

Me ha encantado esta primera entrega de la serie protagonizada por esta brigada tan especial. Una trama muy buena con unos personajes aún mejores y un asesino que juega con ellos. Sin duda, cogeré la segunda entrega con muchas ganas.


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Me ha gustado mucho. Incluso me he echado unas risas, aunque ciertamente el tema no es para reírse. Me parece que está escrito de una forma muy divertida y amena. Con personajes curiosos, la verdad - copio y pego de la sinopsis - Severo reúne un equipo heterogéneo que incluye a Dalia Fierro, una psiquiatra con cuatro doctorados y docenas de voces que discuten en su cabeza, una hacker octogenaria y un forense que habla con los muertos.
No hay más que decir. Me ha gustado mucho cómo desarrolla los personajes, su pasado, su presente para que les vayas conociendo. No es repetitivo.
Hay algún giro sorprendente la verdad. Y me imagino que habrá serie... pero si la hay, la leo seguro. Recomendable

Un hombre empieza a matar a personas que han hecho el mal en algún momento y la justicia no se encargó de ellos. Además, se despide de ellos con "Me llamo Nadie" Estos asesinatos se los encargan al policía Severo Justo, y ño ha aceptado pero pretende suicidarse nada más acabe el caso.

Su equipo de investigación se formará por una psiquiatra que oye voces, una hacker octogenaria y una forense que habla con los muertos. Todo se complica cuando Nadie decide incluir en su lista a Severo.

La trama desde el principio te engancha, es impresionante como empieza ya la historia dejándote con el misterio y ya no puedes parar. Los protagonistas están muy bien formados pero además, son originales, nadie es "normal" y eso mola mucho.

El final es como una cuenta atrás que te tiene comiéndote las uñas jaja y te engancharás tanto a la trama como a los personajes principales y secundarios. Un thriller sorprendente que os encantará y que tiene unos puntos sorprendentes y sobre todo irónicos.

En esta historia nos encontramos con Nadie, un asesino sin rostro que se dedica a ejecutar a gente que escapa de la justicia pero que son culpables y deben pagar por ello. Por otro lado tendremos también a Severo Justo, un antiguo sacerdote convertido ahora en policía y que será la cabeza de turco en este caso, pues tras ciertos sucesos y la perdida de su esposa y su hija, ve que su vida ya no tiene sentido y le da igual todo y decide que atrapar a Nadie será lo último que haga antes de quitarse la vida.

Una historia que me atrapó desde el comienzo, con capítulos cortos y que me iban van dejando con ganas de más. Una trama muy bien hilada que no decae en ningún momento y que mantiene la intriga en todo momento pues Nadie, nos traerá de cabeza intentando saber quién es, si realmente imparte justicia o no y que hasta casi el final no sera desvelado quien se esconde tras él.

Personajes muy interesantes que iremos descubriendo y adentrándonos con ellos en la trama y en sus historias, en especial quiero hacer mención a la hacker, quien me sorprendió y quien aporta un toque diferente a esta novela negra.

Ha sido mi primera toma de contacto con el autor pero me ha encantado la historia que ha creado y su forma de contarla y sin duda no será lo último que lea de él.

Los que merecen morir de Carlos Salem es la primera novela que leo del autor, pero no la última. Me ha gustado mucho, me ha atrapado, me ha divertido, me ha intrigado. Vamos, que lo tiene todo para ser una gran novela.

¿La trama? Un misterioso asesino que se autodenomina Nadie, está matando a personas inmersas en algún tipo de corrupción o culpables de un delito que no han pagado. El Gobierno decide crear una Brigada suicida, ya que no esperan que el caso se resuelva y necesitan poder arrastrar por el fango a algún responsable:

“¿Te das cuenta lo que supone esta serie de muertes? No está matando a personas, está matando estereotipos. ¡El tal Nadie está ejecutando gente que, a los ojos del populacho, merecían morir¡”

El protagonista, Severo Justo, (el nombre ya lo dice todo), se convierte en un policía de éxito, tras dejar el sacerdocio. La muerte de su esposa y su hija, atropelladas, le volvió loco y si cabe, más estricto en su trabajo. Así que le apartaron a Bruselas para quitárselo de encima.

Su antagonista, Nadie, un personaje desconocido hasta el mismo final de la novela, inteligente, preparado, concienzudo. Nadie se cree un dios que controla la vida de los demás y decide quién vive y quién muere. Pero juega con ventaja porque primero estudia con paciencia de hormiga a todos sus objetivos. Y ahora Severo, Dalia y los demás componentes de su brigada, están en su punto de mira.

Dalia es un personaje de muchísima fuerza. Fue la psicóloga de Severo y lleva una vida de lo más extraña. Una mujer de bandera podríamos decir: competente, conocedora de técnicas de lucha, muy inteligente, promiscua y mucho más.

Para dar un toque más cómico a esta historia, el hacker elegido por la Brigada es la abuela de uno de los policías, que lo mismo descubre secretos indescifrables de las redes como les prepara croquetas de boletus.

Como en las novelas de Agatha Christie, iremos poniendo nombre a Nadie, hasta que se demuestra que ese personaje no es Nadie. Porque vamos sospechando de unos y de otros. Y sí, efectivamente, Nadie está en la baraja de personajes que se nos presenta.

El juego casi poético del poeta Salem, con el nombre del asesino Nadie, y las frases en que se utiliza la palabra nadie, resulta muy atractivo y hasta divertido según vas avanzando en la novela.

“Nadie está furioso. El tiempo se mueve de un modo torpe. Humano, adecuado a las necesidades de los que no hacen con él más que dejarlo ir, Nadie tiene un plan porque durante años lo estuvo amasando en la mente, un juego de la imaginación, la coartada de convencerse que era solo un ejercicio intelectual, aunque siempre supo que acabaría por hacerlo, un castigo metódico y justo contra una sociedad enferma y sin capacidad para entender la belleza”

A lo largo de la novela Carlos Salem va creando historias secundarias que de alguna forma son ramificaciones de la principal de forma que la intriga se va ampliando más y más. El lector no puede dejar de leer, ¿Quién es Nadie? ¿Realmente es un justiciero de una sociedad depravada? ¿Quién es Olga? ¿Qué esconde Dalia? ¿Quién será al próximo?

Ojalá esta sea la primera parte de la saga de la Brigada de Severo Justo.
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Ha sido una novela que he disfrutado desde el principio, tanto por los capítulos cortos como por el ritmo de narración, que a mi juicio no ha decaído en ningún momento.

Los personajes son profundos y complejos, llenos de virtudes y defectos y por tanto, perfectamente humanos. El abanico variopinto que forman tanto Severo Justo como Dalia Fierro, estupendos protagonistas, con los secundarios hacen esta novela, mucho más especial.

La trama es muy entretenida y bien hilada, jugando el autor hasta el último momento con el lector para despistarlo acerca de la identidad de Nadie.

Sin duda, una lectura que aconsejo para los que disfruten del thriller y la novela policiaca.
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