¿Qué se puede decir de un libro que habla del universo? Ellie es un cientifica, su herramienta es el sonido, su primer amor son las estrellas. Ambientada en un EEUU que se apresuraba a entrar en el nuevo milenio y dónde el misticismo y la ciencia luchaban por ganar la batalla. Ella descubre un mensaje: existe vida en el universo. El antropocentismo encuentra su tumba. Su constante escucha se hace fructífera. La religión entra en juego, si existe un Dios ¿Dónde está? Ella, como alter ego de Sagan, se declara agnóstica, su dios es el círculo, su diosa las matemáticas. La narrativa va y viene, entre la lucha de las mujeres por ocupar puestos tradicionalmente masculinos, descifrar el mensaje y construir la máquina que se oculta en sus paginas. Mi único pero, se hace largo y repetitivo por momentos y los debates religión - ciencia, tal vez por la época, son anticuados y básicos, pero más allá de eso, los demás es interesante y plantea las posibles actuaciones, desde lo ético, lo filosófico y lo teológico, en caso de que se descubriera la existencia de vida extraterrestre. No hay encuentros románticos entre una científica y un teólogo. El encuentro entre ellos es de camaderia y compañía. Se hallan el uno al otro para completar espacios, para llenar silencios, para responder preguntas y formular nuevas. Congenian, se confrontan, se consultan y se acompañan y este es tal vez el mensaje que más me gusta. ********** Por otro lado, la constelación protagonista es Centauro. Mi constelación favorita porque representa a Quirón en la mitología griega. El médico cazador y sabio, también amante de la música y el arte. El hábil profesor por excelencia, instruyó a héroes en la mitología y cuando fue herido, accidentalmente por Heracles, cedió su inmortalidad a Prometeo para no sufrir eternamente (muy de acuerdo con esto). Su nombre habla de habilidad con las manos, era un artesano y sanador. Y tiene todo el sentido que en el libro, la vida extraterrestre venga de allá, pues lo unico que quieren es enseñar y guíar. + Leer más |