Sí, jugaba a la lotería con menos números. Pero jugaba, que era lo importante. |
Sí, jugaba a la lotería con menos números. Pero jugaba, que era lo importante. |
No hay villamos en esas historias. Y si los hay no están entre los que se enamoran. Todos las personajes que se enamoran son buenos y por lo tanto, nadie tiene que sufrir. Mejor dicho, sufren, pero al final esos sufrimientos se terminan y se sanan.
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Parece mentira que el pasado pueda enterrarse. Como los cuerpos de los muertos. |
Lo que te pasa es hermoso. Y al mismo tiempo es horrible. Es lo mejor que te puede pasar en la vida. Y al mismo tiempo es lo peor que te podría haber sucedido. Mirás alrededor y hay no uno, sino dos hombres que te quieren. Y hay gente que mataría por algo así. Gente que mendiga toda la vida por importarle a alguien, y vos a falta de uno tenés dos. Pero al mismo tiempo, hagas lo que hagas alguien pierde, alguien sufre. Y lo único que te queda por decidir es quién.
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Ninguno de mis días estaba escrito en el día anterior, pero lo que me impacta es que, una vez vivido, cada día antecede y explica y establece y justifica y condiciona lo que sucederá después, con los días venideros.
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Soy el resultado de todos los días que llevo vividos. Y como los viví, y están en mi pasado, cada uno de esos días me parece natural, esperable, lógico, normal Lo mismo que la cadena que une a todos esos días. |
Desde que Perón clausuró La Prensa papá compra La Nación, y oscila entre denostarlos por cobardes y comprenderlos por prudentes, según el ánimo con el que se levante.
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Es impresionante la fuerza que ejerce en nosotros la sugestión. Basta que una se proponga ser lo más natural posible para que cada ademán y cada movimiento se carguen de artificios
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Aquí en el patio la vida parece ser exactamente idéntica a como era hace media hora, cuando me sobresaltaron unos ruidos y me asusté y me topé con Manuel en la cocina. Y sin embargo la vida es absolutamente otra.
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Que sea una idiotez, y que sea mentira, no significa que no duela. No solo puede lastimarnos la verdad. Las mentiras también, y vaya que pueden.
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Gregorio Samsa es un ...