Pedro Páramo

Solo yo entiendo lo lejos que está el cielo de nosotros; pero conozco cómo acortar las veredas. Todo consiste en morir.

Hay aire y sol, hay nubes. Allá arriba un cielo azul y detrás de él tal vez haya canciones; tal vez mejores voces... Hay esperanza, en suma. Hay esperanza para nosotros, contra nuestro pesar.

Nada puede durar tanto, no existe ningún recuerdo por intenso que sea que no se apague.

Pero ¿por qué las mujeres siempre tienen una duda?, ¿Reciben avisos del cielo, o qué?

Dicen que los pensamientos de los sueños van derechito al Cielo.

-Entonces, ¿qué esperas para morirte?
- La muerte, Susana
- Si es nada más eso, ya vendrá. No te preocupes.

Cada suspiro es como un sorbo de vida del que uno se deshace.

Se conoce que lo arrastraba el ansia. Y el ansia deja huellas siempre.

Qué haré ahora con mis labios sin su boca para llenarlos? ¿Qué haré de mis adoloridos labios?