En la Barcelona del siglo XX, un niño y su padre se dirigen a un lugar apartado de la faz del conocimiento humano, el Cementerio de los libros olvidados, un lugar donde el pequeño encontrará un libro que lo cambiará de todo, a partir de aquel momento, su vida queda hilada a los acontecimientos que rodean a la historia de ficción que escogió mientras su padre lo miraba y descubre, entre otras cosas, que el poder de las palabras es peligroso.
¿El mundo se mueve gracias a las palabras? Podría abrir este debate tras leer el primer capítulo de
la Sombra del Viento pero prefiero girar estos vocablos que me van a acompañar a explicaros lo que he sentido durante esta relectura hacia otro lugar, el amor a la vida.
Cuando lees
La Sombra del Viento ni siquiera te estás dando cuenta, o a veces sí, que significó un antes y un después para una generación. Unos adolescentes que no conectaban con la lectura y que no se sentían atraídos hacia un género que no fuesen los vampiros o lo fantástico. Este libro significó para muchos una puerta abierta hacia otro tipo de literatura, la que habla de las personas y de lo que le ocurre en sus vidas, que podríamos considerar realista por mucho que los hechos sean ficción y el misterio siga un patrón establecido en los libros de la misma temática.
La Sombra del Viento es un gancho magnético que no eres capaz de soltar, se prende a ti entre sus palabras y muchas veces te adentras tanto en la historia que te sientes su protagonista y quieres tanto a los que te rodeas que hasta te imaginas tomando chocolate con churros con Fermín un domingo o yendo al cine para admirar a las divas de la época. Todo esto es el canto que debía hacerle a un libro que marcó a una generación, porque creo que si algún autor español nos sacó de El señor de los anillos- que nadie está menospreciando a Tolkien o la literatura fantástica diciendo estas palabras- ese fue
Carlos Ruiz Zafón, y a pesar de eso, también matuvo ese hilo de lo fantástico en otras de sus novelas.
Dicho todo esto, no me queda más que decir que aunque me costó más leerlo que las otras dos veces, me sigue maravillando la facilidad con la que sujetan sus palabras desde el principio, y, como a todos los lectores nos hacen la pregunta de , para mí, de los inicios más cautivadores y que te atrapan son
La Sombra del Viento y Moby Dick, y es algo complicado, hacer que el inicio casi sea mejor que el final sin que este sea malo.
Este libro sólo es el peldaño para entrar en el mundo de El Cementerio de los libros Olvidados… ¡Y vaya mundo nos espera allí!
Enlace:
https://www.instagram.com/p/..