Mire Daniel. El destino suele estar a la vuelta de la esquina. Como si fuese un chorizo, una furcia o un vendedor de lotería: sus tres encarnaciones más socorridas. Pero lo que no hace es visitas a domicilio. Hay que ir a por él.
|
Mire Daniel. El destino suele estar a la vuelta de la esquina. Como si fuese un chorizo, una furcia o un vendedor de lotería: sus tres encarnaciones más socorridas. Pero lo que no hace es visitas a domicilio. Hay que ir a por él.
|
No hay lenguas muertas, sino cerebros aletargados.
|
La televisión, amigo Daniel, es el Anticristo y le digo yo que bastarán tres o cuatro generaciones para que la gente ya no sepa tirarse pedos por su cuenta y el ser humano vuelva a la caverna, a la barbarie medieval, y a estados de imbecilidad que ya superó la babosa allá por el pleistoceno.
|
"No hay lenguas muertas sino cerebros aletargados."
|
“—Mala no —objetó Fermín—. Imbécil, que no es lo mismo. El mal presupone una determinación moral, intención y cierto pensamiento. El imbécil o cafre no se para a pensar ni a razonar.”
|
Los libros son espejos, solo se ve en ellos lo que uno ya lleva dentro.
|
Sentí que se me encogía la garganta, y a falta de palabras, me mordí la voz.
|
Para cuando la razón es capaz de entender lo sucedido, las heridas en el corazón ya son demasiado profundas.
|
Cada libro, cada tomo que ves, tiene alma. El alma de quien lo escribió y el alma de quienes lo leyeron y vivieron y soñaron con él
|
Sentí que se me encogía la garganta y, a falta de palabras, me mordí la voz
|
¿Quién es autor del libro?