Harry Potter y la cámara secreta

No confíes en nada que pueda pensar pero no sepas dónde tiene el cerebro

"Son nuestras elecciones, Harry, las que muestran lo que somos, mucho más nuestras habilidades"

Sólo abandonaré de verdad el colegio cuando no me quede nadie fiel. Y Hogwarts siempre ayudará al que lo pida.

¿Sabes qué, Harry? Si no deja de intentar salvarte la vida, te va a matar.

La cámara de los secretos ha sido abierta. Temed, enemigos del heredero.

Oír voces que nadie puede oír no es buena señal, ni siquiera en el mundo de los magos.

Son nuestras elecciones, Harry, las que muestran lo que somos, mucho más que nuestras habilidades.

—¡Ginny! —exclamó su padre, atónito—. ¿No te he enseñado una cosa? ¿Qué te he dicho siempre? No confíes en nada que piense si no sabes dónde tiene el cerebro.

—Harry—ijo Hagrid de repente, como acometido por un pensamiento repentino—, tengo que ajustar cuentas contigo. Me han dicho que has estado repartiendo fotos firmadas. ¿Por qué no me has dado una?

—¿Soy profesor?—preguntó sorprendido—. ¡Dios mío! Supongo que seré un inútil, ¿no?