Harry Potter y la Orden del Fénix

Los jóvenes no pueden saber cómo piensan ni cómo sienten los ancianos, pero los ancianos cometemos un error si olvidamos qué significa ser joven... Y por lo visto, ultimamente yo lo olvidé.

-No deberías avergonzarte de lo que sientes, Harry -oyó que decía Dumbledore-. Más bien al contrario. El hecho de que puedas sentir un dolor como ése es tu mayor fortaleza.

-Lo bueno de crecer con Fred y George es que acabas pensando que cualquier cosa es posible si tienes suficiente coraje -dijo Ginny con aire pensativo.

Cuando está se cerró tras ellos, Harry oyo la voz de Phineas Nigellus, que decía: ¿Sabe una cosa, señor ministro? Discrepo de Dumbledore en muchos aspectos, pero no podra negar que tiene clase...

Sólo los muggles hablan de《leer el pensamiento》. La mente no es ningún libro que uno pueda abrir cuando se le antoje o examinarlo cuando lo desee. Los pensamientos no están grabados dentro del cráneo para que los analice cualquier invasor.

-¡Mira -añadió Phineas Nigellus hablando en voz aún mas alta que Harry-, por eso precisamente odiaba ser profesor! Los jovenes estan convencidos de que tienen razón sobre toda las cosas.

¿Por qué la llaman así? pregunto Harry, intrigado.
porque es una sala en la que uno sólo puede entrar-explicó Dobby poniendose muy serio- cuando tiene verdadera necesidad.

¡Dobby conoce el lugar perfecto, señor! exclamo.
Dobby oyo hablar de él a los otros elfos domésticos cuando llego a Hogwarts, señor. ¡Lo llamamos la sala que va y viene, señor, o la sala multiproposito!

Me importabas demasiado (...) me importaba más tu felicidad que el hecho de que supieras la verdad; me importaba más tu tranquilidad que mi plan; me importaba más tu vida que las que pudieran perderse si fallaba el plan. Dicho de otro modo, actué de exactamente como Voldemort espera que actuemos los locos que amamos.

Sí te importa (...) Te importa tanto que tienes la sensación de que vas a desangrarte de dolor.