Leonor de Inglaterra: Reina de Castilla N.E. color

Ensayo con bastante rigor académico sobre Leonor de Inglaterra, yo para ser más exacta diría que también, y mucho más, sobre la época que le tocó vivir, su marido Alfonso VIII, el ordenamiento jurídico, y unas pocas pinceladas sobre la figura de su madre, Leonor de Aquitania.
El peso histórico de la figura de Alfonso VIII se nota, aunque hay numerosas referencias a la protagonista, en ocasiones a mí me ha sabido a poco su presencia en esta obra, y se me ha hecho un poco cuesta arriba el tema de los detalles legislativos, aunque como bien apunta el autor son necesarios para entender el contexto de la época y por lo tanto la figura de la reina Leonor.
También hay que tener en cuenta que este relato se cimenta sobre las crónicas de la época, que fue muy violenta, y donde la mujer estaba relegada a la familia y al hogar, sin protagonismo alguno en la sociedad, y en la que sólo unas pocas afortunadas tenían acceso a la cultura y a una esmerada educación, y Leonor fue una de ellas. Educada en la abadía de Fontevraud, cuna de la cultura europea del momento y panteón fúnebre de los Plantagenet, ella era uno de ellos. Hermana de Ricardo Corazón de León, Juan sin Tierra, e hija de Leonor de Aquitania, la que fue primero reina consorte de Francia y luego de Inglaterra, con una vida apasionante e influyente que se esboza en este ensayo.
Aviso que para mí una de las cosas que me han chocado un poco, son las numerosas citas a Paulo Coelho en los inicios de algunos capítulos, ese ha sido desde mi humilde punto de vista el contrapunto al rigorismo académico de la obra.
Lo que más me ha llamado la atención de la protagonista del ensayo, ha sido su labor como mecenas e impulsora de una de las universidades más importantes de nuestro país, mujer con gran independencia, para la época en la que vivia, fue la responsable de la extensión del Císter por toda Castilla, e influyó en la arquitectura castellana para que absorbiese elementos aquitanos (Monasterio de las Huelgas, y catedral de Cuenca, de estilo anglo normando)
Las descripciones arquitectónicas me han encantado, detalladas y con una prosa exquisíta, como por ejemplo la de la Catedral de Burdeos.
También fue abanderada en la lucha contra el islam, difusora de la lírica trovadoresca y el amor cortés, este año se cumple el octavo centenario de la muerte de este personaje histórico tan relegado.
En conclusión una obra para estudiosos de nuestra historia de finales del siglo XII y mediados del SXIII, y también para aquéllos que están muy verdes en esta época casi desconocida y poco mimada, y que quieran empaparse bien en los tejes y manejes medievales.