El último héroe del Olimpo

Todas las sombras son parte de la misma sustancia, solo hay una oscuridad, y las criaturas del inframundo pueden usarla.

Se acercaba el momento que acabaría con mis dias, según la profecia. En una semana, el Olimpo podia caer. Y si la Era de los Dioses llegaba a su fin, el mundo tal y como lo conociamos se sumiria en el caos. Los semidioses serian perseguidos y exterminados. Ya no tendríamos mas veranos

¿Maleficios contra mi lanzais? ¡A pagar me las vais! ¡Dias y noches os arrepentireis! ¡Y a la rima despreciareis! 

Los dioses se encontraban en el Medio Oeste luchando con un monstruo descomunal que en una ocasión había estado a punto de derrotarlos. Poseidon sufria un duro asedio y parecía camino de perder la guerra contra el titán Océano. Cronos seguía indemne en algún lugar. El monte Olimpo estaba prácticamente indefenso. Los semidioses del Campamento Mestizo luchábamos por nuestra cuenta, pero con un espía en nuestro seno. Y segun la profecia, yo iba a morir cuando cumplier los dieciseis, cosa que sucedería en cinco dias.

Se suponia que una hoja segaria mi alma. Y la verdad, preferia que no me la segaran.

De los dioses mas antiguos un mestizo… llegara a dieciseis contra todo lo predicho.
Y en un sueño sin fin el mundo vera… El alma del heroe, una hoja maldita habra de segar.
Una sola decision… con sus dias acabara. El Olimpo preservara o asolara. 

El puede estallar en llamas y yo tengo que andar con estos absurdos cuernos de carnero.

Tira tu espada y rindete, o tu amigo morira. 

No solo perdia sangre; note que se me iban las fuerzas y la voluntad, incluso mi identidad.

El brillo del sol convertia su pelo en una llamarada.