La casa de las magnolias

La historia nos ubica en Cantabria en concreto en Santillana del mar. Allí estaremos a caballo entre dos épocas. En 1924 la vida de Aurora y Cristina y en 1992 la de Isabel. Para entender todo, hay que saber que Aurora es la madre de Isabel. Las historias de secretos familiares siempre tienen un algo que engancha, pero este no ha sido el caso. En el período de 1920 Aurora era una niña y en 1992 es cuando muere y es Isabel, su hija la que descubre una carta que lo cambiará todo. Aunque si atiendes un poco a los primeros capítulos ya descubres el misterio y se cumple.

La estructura de la novela es la siguiente son un total de veintiocho capítulos de extensión bastante larga.


La narración es en segunda persona, no es una narración que me agrade mucho porque la noto muy extraña... Me ha costado leerla porque la historia no me ha convencido del todo.

El lenguaje es correcto, es de época.

Otro tema es que la búsqueda de la protagonista sobre el secreto de su madre sucede muy rápido, no tiene ningún problema, todo lo encuentra fácilmente y casi sin esfuerzo. Tanto que al final hay un monólogo de varias páginas donde le cuentan todo lo que le sucedió a su madre aquellos años; vamos que podía haber leído las últimas 30 páginas y ya hubiese sido suficiente.

Los personajes son los protagonistas:

Aurora es la gran protagonista, porque nos cuentan su historia. Es su secreto y yodo sucede muy rápido, casi está ya sin vida. Todo el libro se trata de un monólogo sobre lo que le ha sucedido. Es decir, lo que su hija va descubriendo. Solo voy a decir que le gustaba andar en bicicleta e ir al río.

Cristina es la niña de los de la casa. Siempre le ha tenido envidia a Aurora y eso que ella era la niña rica. Su presencia en el libro termina siendo casi nula y me hubiera gustado saber más de ella.

Isabel es la hija de Aurora. Solo quiere descubrir quien es su padre y para ello nos cuenta muchísimas cosas. Porque todo lo que le sucede no tiene precio. Es la que más trama nos da en todo el libro, sobre todo en su conversación de las últimas páginas en donde se resuelve el libro.

Mi valoración final es: La casa de las magnolias quiso ser y no fue. Me lo esperaba como un gran libro en donde los secretos nos harían sorprender y me he encontrado justo lo contrario. Se ve venir desde el segundo capítulo. Se desarrolla a principios del siglo pasado. Me hubiera gustado que la autora quitara más jugo de la relación entre Aurora y Cristina, el secreto, la casa, el romance... Pero se ha quedado en una historia simplona. Hay demasiada letra, pocos diálogos, sino fuera porque la letra es enorme, no se avanzaría. Pero, la letra le da agilidad. El romance sobra y carece de interés, lo mejor la última conversación.

Mi puntuación es de una estrella sobre cinco.
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Esta historia nos traslada a Cantabria donde la vida de Isabel acaba de dar un vuelvo por la muerte de su madre, Aurora.
Aurora era una persona muy reservada con su pasado y Isabel siempre tuvo curiosidad respecto a sus abuelos y la vida anterior de su madre. Recogiendo los efecto personales de su madre, Isabel encuentra una carta dende descubre que su padre no es quién ella creía y a partir de ahí empezará a investigar sobre el paradero de éste y a intentar conocer todo lo que su madre nunca le contó.
Por otro lado viajaremos a 1992 donde Aurora es una niña que vive junto a sus padres sirviendo en una buena familia. Aurora tiene la misma edad Cristina la hija de los dueños y entre ellas se crea una relación preciosa que la envidia entre otras cosas romperá y marcará el curso de la vida de la vida de ambas.
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Respecto a mi opinión diré que no puedo creer que sea la primera novela de la autora. Me ha sorprendido y gustado muchísimo tanto la trama, los persones y la maravillosa forma en la que está narrado.
Empezar diciendo que está contado a dos tiempos y por varias voces. Está muy bien llevada la manera en la que viajaremos por el tiempo e iremos conociendo el pasado y el presente a la vez que va resolviendo los misterios del pasado.
La historia de amor que esconde me ha parecido preciosa a la par que dura. Si tengo que elegir me quedo con la historia en pasado aunque el final me ha gustado mucho, sin duda seguiré de cerca a la autora ya que hacia mucho que no leía historias familiares y me ha enganchado desde el principio.

¡Hola a todos! Hoy os traigo la reseña de la primera novela de la autora Nuria Quintana, La casa de las magnolias. Siempre es un placer descubrir nuevas plumas, y en esta ocasión agradezco a Babelio y a la editorial el envío del ejemplar.


La historia nos sitúa en dos tiempos, uno que comienza en 1924 y otro en 1992. En 1924 conoceremos la historia de Aurora, una joven que trabaja sirviendo en una casa de estilo indiano en Santander. Conoceremos de primera mano como vivió aquellos años hasta que estalló la guerra y tuvo a su hija en 1936. Por otro lado, en 1992, Isabel, la hija de Aurora, tras el reciente fallecimiento de su madre, comienza a investigar sobre su pasado y sobre muchas incógnitas por resolver acerca de quién era realmente su verdadero padre. Una novela familiar con saltos temporales en la que conoceremos la vida Aurora en profundidad tanto del pasado como del presente.

Al comenzar esta novela creí que sería del estilo de las sagas familiares que tanto me gustan como de Anne Jacobs o Lucinda Riley, pero para mí personalmente, no ha sido el caso. Reconozco que su lectura se me ha hecho un poco cuesta arriba, a pesar de que Nuria Quintana escribe bastante bien.

Primeramente, he echado en falta que los capítulos indicasen quién estaba narrando, ya que hay saltos temporales entre el pasado y el presente y cambios de narradores a lo largo de toda la novela. No ha sido hasta avanzados unos capítulos cuando fui entendiendo a dónde me llevaba la historia.

Los personajes principales serán Isabel, la hija de Aurora, que nos contará en primera persona los pasos que está dando para conocer más acerca del pasado de su madre y del suyo propio. Por otro lado, será Aurora la protagonista que tendremos en el pasado para conocer el porqué de muchas decisiones y situaciones que se dieron en aquella época.


Contaremos también con varios personajes secundarios que serán muy importantes en la trama e incluso tendrán capítulos narrados por ellos mismos, Cristina es la hija de los dueños de la casa de las magnolias, para la que trabajó Aurora y sus padres. Cristina ha sido un personaje complicado y difícil de entender, pero al final consigues empatizar con ella dada su soledad. Luis, tendrá protagonismo tanto en el pasado como en el presente, y resolverá algunas incógnitas a Isabel en la búsqueda de respuestas. Por último, Léonard, tendrá más protagonismo al finalizar la trama, pero también conoceremos parte de su historia en los años pasados.

Con todos ellos he sentido que no los he conocido a ninguno realmente, a pesar de que la novela gira en torno a Aurora y su hija Isabel, siento que se centra demasiado en buscar una respuesta a algo que Isabel necesita saber, pero no he llegado a conocer en profundidad a ninguno de sus personajes.

La pluma de la autora me ha sorprendido para bien para ser una primera novela, pero no me ha calado hondo ni me ha llegado a transmitir lo que creo que debería. Particularmente, he sentido que la autora realiza excesivas descripciones de todo, del entorno, de la estancia, de los movimientos del protagonista, muchísimos detalles minuciosos que creo que al final no aportan nada a la trama realmente, porque han sido tan explícitos que ni siquiera me ha servido para imaginarme el lugar o las sensaciones que sentía el personaje. Me han faltado más diálogos y mucho más dinamismo en el desarrollo de la trama. Por otro lado, creo que en el presente (1992) se dan demasiadas circunstancias y casualidades que se me han hecho poco creíbles. Tampoco he entendido por qué Isabel después de tantos años, escoge el momento del fallecimiento de su madre para indagar sobre su pasado.

La novela está narrada en primera persona en su totalidad. Esta forma de narrar suele gustarme, pero en esta ocasión creo que hubiese sido necesario una tercera persona, dado que existen tantas descripciones y la novela avanza tan lenta, que una narración en primera persona se me ha hecho todavía más cuesta arriba. Por otro lado, como parte positiva, con esta forma de narrar vamos a conocer lo que piensan y sienten los protagonistas de primera mano.

En cuanto a la extensión, la novela consta de 440 páginas, estructuradas en 28 capítulos alternados en presente y pasado. No es una novela excesivamente extensa, pero a mí se me ha hecho bastante larga por las descripciones, creo que perfectamente le podrían haber sobrado la mitad de páginas. La edición es en tapa dura muy cuidada, y el tamaño de la fuente en el que está impreso me ha parecido excesivamente grande. La novela es autoconclusiva y tiene un final cerrado que termina con un último capítulo con un detalle muy bonito en forma de carta que seguro gustará al lector.


En conclusión, La casa de las magnolias, es una novela de narrativa en un contexto histórico narrada a dos tiempos. En ella vamos a conocer la historia de Aurora e Isabel, conoceremos secretos familiares y acompañaremos a Isabel en la búsqueda de la verdad sobre su pasado y presente. Una novela que disfrutarán los amantes de las novelas largas y familiares.
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Comencé mi lectura con ciertas reservas, apremiada por la necesidad de terminarla, pero, al final, me he metido en la historia gracias a las distintas voces que me han ido hablando. Cada una de ellas en su propia medida: Isabel, sus miedos y carencias; Aurora, su fuerza y su pasado; Cristina, su soledad y su rabia; y alguna más que se va mostrando para poder completar todo ese pasado que marcó el presente, tanto de Aurora como de Isabel.

La casa de las magnolias comienza con la muerte de Aurora, la madre de Isabel. Este hecho la deja devastada y desubicada. A partir de ahí, diferentes casualidades van llevan a Isabel a descubrir algo del pasado de su madre. Además, con la máxima de que el lector sepa mucho más que los personajes, viajaremos hasta los años 30, a esa infancia y juventud que Aurora ocultó a su hija.

Como si estuviéramos desligando una madeja, iremos descubriendo qué pasó, cuándo pasó y por culpa de quién, y así construiremos cómo acabó Aurora viviendo con Isabel en Santillana. Para mí, este proceso narrativo Nuria ha sabido gestionarlo muy bien, a pesar de que el uso de la primera persona y el tiempo presente es complicado. Cada una de ellas nos habla directamente, acercándonos a sus pensamientos, y todas estas voces componen la historia que Isabel desconoce sobre el pasado de su madre.

La familia, el amor, la amistad, el trabajo, el hogar, la soledad, el descubrimiento, la aceptación, el dolor, el arrepentimiento, el perdón, son algunos de los conceptos que da cabida esta historia. Además, creo que, sin haberlo pretendido, la ambientación de una época (años 30) está muy presente, aunque sea casi como el tapiz donde se entiende que ellas sean así y actúen de esa manera. Está llena de pequeñas referencias a los indianos, a Cuba, a la emigración de los españoles, al analfabetismo, al matrimonio, a la educación, al dinero, a las diferencias sociales y, sobre todo, a la guerra, aunque sea algo que pasa, dejando huella en algunos de los personajes.

Me ha gustado su ritmo, me ha gustado la sencillez de la historia, me ha gustado su estructura, me han gustado ellas, he adorado a Aurora y a Gloria, he sentido como si pasease por el enorme jardín de la Casa de las magnolias, me he acercado al río, he jugado con ellas en la cabaña y he aprendido sobre las distintas relaciones entre todas estas mujeres. Eso sí, no he sufrido, de ahí la comodidad que he encontrado mientras leía: ha sido un paseo agradable.

En el encuentro online que tuvimos, organizado por Babelio, con la autora, ella dijo que, en cierta manera, la historia también era un viaje de formación, en el que Isabel necesita mirar al pasado para conseguir avanzar hacia su futuro, y no puedo estar más de acuerdo, a pesar de que Isabel no es la protagonista de esta novela pero sí sobre la que recae el peso del recuerdo.

En resumen, me ha parecido que, si bien no es una gran historia, sí es una buena lectura
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Nuria Quintana, escritora española, se licenció en Comunicación Audiovisual y Administración, sin embargo, sus pasiones han estado enfocadas al mundo artístico, especialmente la fotografía y la escritura. Por este motivo se arriesgó a materializar y presentar su primera obra literaria al público titulada "La casa de las magnolias" publicada bajo el sello de SUMA.

"La casa de las magnolias" es una saga familiar narrada a varias voces que lleva al lector a realizar un viaje por Cantabria, al amparo de una gran casona indiana en la cual se desarrolla la mayor parte de la acción.

Ambientado en dos épocas diferentes, el lector descubrirá, tras la mirada de dos generaciones, cómo el pasado y el presente convergen cerrando ciclos e historias de personajes cuyas vidas se encuentran asediadas y dirigidas por el contexto social en el que se desenvuelven.

Nuria recrea a la perfección una ambientación exacta de la época en donde las grandes casonas funcionaban gracias al impecable trabajo de los criados denotando, con maestría y exactitud, esa brecha existente entre clases sociales. A través de los personajes, la autora refleja y describe las actividades cotidianas de señores y empleados, introduciendo, de este modo, particularidades ejemplares de una novela más costumbrista.

La obra, la cual se desarrolla entre los años 20 y 90, se encuentra narrada en primera persona. Se caracteriza por poseer un estilo descriptivo e introspectivo, por lo que el lector podrá introducirse en la mente de los diversos protagonistas y descubrir de primera mano sus inquietudes y experiencias.
La brevedad de los capítulos consigue que la novela se vaya leyendo de un modo tan ágil que no solo se disfruta, sino que se devora en pocos días.

Los temas que se tratan principalmente a lo largo de la trama son las relaciones familiares, los secretos e intrigas, las segundas oportunidades y valores como la amistad, el amor, el perdón o el miedo a la soledad.

Los personajes se encuentran muy bien construidos, sin embargo, la autora no profundiza en la psique de todos ellos, quedando algunos en el misterio influenciando al lector en sus opiniones respecto a ellos.
Por otro lado, la variedad de escenarios y situaciones que la autora nos presenta permite realizar una visión global de la acción en torno a la cual se basa la trama, convirtiéndonos en espectadores omniscientes que poco a poco descubren la verdad.

Inspirada en la relación romántica de los abuelos de Nuria, la novela refleja la dureza de las relaciones, los cambios personales influenciados por el ambiente, el desarrollo personal dirigido por la madurez y las diferentes formas de entender el mundo según el ambiente y las circunstancias.

Personalmente considero que es una obra envolvente y muy ambiental que te atrapa bajo la premisa de un drama familiar con toques de romance lleno de secretos y misterios que harán las delicias del lector.

La recomiendo abiertamente a todos aquellos que disfruten con una novela en donde las relaciones sean la base de la historia, la cual se encuentra llena de intrigas y malentendidos en los que sus protagonistas se ven envueltos a lo largo de los años.

Ambientada en Cantabria, la historia comienza con la muerte de la protagonista, Aurora, madre de Isabel. Como última voluntad, Aurora pide ser enterrada junto a sus padres, lo cual podría parecer algo trivial si no fuera por el hecho de que esta nunca le ha contado nada acerca de sus propios abuelos a Isabel. Es más, la única vez que Isabel se atrevió a preguntar por ellos, su madre actuó de manera bastante extraña, como si hubiera ocurrido algo grave que no quisiera recordar (cuando en realidad ella poco pudo haber hecho para evitarlo). A partir de los descubrimientos de Isabel y de los acontecimientos descritos por la propia Aurora (porque la novela se narra a dos tiempos) iremos conociendo todo lo ocurrido:

La infancia de Aurora transcurre entre las paredes de una casa en la que tanto su madre como su padre sirven a una familia. Esta familia está formada por la madre, una hija de la edad de Aurora llamada Cristina y un padre que viaja mucho a Cuba por negocios. del resto del escaso servicio con que cuenta esta familia se destaca el papel de Gloria, la cocinera, con quien tanto la protagonista como sus padres mantienen buena relación. Entre Aurora y Cristina se forja una amistad inevitable, ya que pocos niños más hay con los que relacionarse. El problema es que el personaje de Cristina crece con carencias afectivas por parte de sus padres, haciendo que se vuelva una persona muy posesiva, lo cual afectará a los hechos futuros.

Cuando Aurora ronda los 16 años la persona encargada de proveer de leña a la vivienda enferma y debe ser sustituida, apareciendo en escena Léonard, un joven a quien Aurora ya había visto en un par de ocasiones que había acudido al río (casi al final del libro se desvela que Léonard también se había fijado en ella y por eso solicita el puesto de trabajo). Entre ambos surje un flechazo: Aurora cada vez que puede busca excusas para ir al cobertizo a por leña y verlo, mientras que este se interesa por hablar con ella y conocerla.

Aurora oculta estos acontecimientos a Cristina y esta, al ver que su amiga pasa más tiempo con un chico que con ella, decide ponerla celosa inventándose que Léonard también la corteja a ella y acosando un poco al pobre chaval. Posiblemente si Aurora hubiera sido sincera las cosas no se hubieran empozoñado tanto, pero la reacción de esta y el orgullo de la otra empiezan a desencadenar sucesos relevantes para la trama. La relación de Aurora y Léonard se va consolidando. Un día, los padres de Aurora tienen que acudir al pueblo a comprar provisiones y esta decide quedarse en la casa para poder quedar luego con su amado. La fatalidad quiso que justo ese día se desatara una tormenta y que, en el camino de vuelta, el carruaje de los padres de Aurora volcase cobrándose la vida de ambos, dejando a Aurora huérfana.

De boca de la propia Cristina sabemos que esta sí se tomó las molestias de comprarle un par de detalles para intentar alegrarla, pero al descubrir a Léonard el día que va a consolarla en su habitación, a esta le vuelve a dar el ataque de celos, tira todo a la basura y no comenta nada. Aurora se siente dolida por la falta de tacto de su amiga cuando el problema fue la falta de comunicación. El caso es que a raiz de varios hechos Cristina se vuelve mucho más déspota y absorvente con Aurora, tratando así de boicotear su relación sentimental con Léonard, llegando al punto de que Léonard le sugiere a Aurora abandonar la casa. Si bien tras mucho darle vueltas Aurora finalmente accede, al comunicárselo a la dueña de la casa (con Cristina delante) esta no hace por buscar sustituta. Es más, Cristina le deja claro a Aurora que la va a retener allí, en plan "si no soy feliz yo, tampoco lo vas a ser tu".

Por otra parte, con la muerte de los padres de Aurora, esta asume el trabajo de su madre, pero se debe buscar alguien que cubra las tareas del padre, por lo que contratan a Luis. Que este está enamorado de Aurora pese a que al principio la muchacha poca ayuda le presta es algo que se deja intuir a mitad del libro viendo cómo se van desarrollando los hechos. El caso es que Luis se vuelve el intermediario de las cartas entre Aurora y Léonard, llegando a leer las últimas en las que planean la fuga en vistas a que, pidiéndoles la renuncia del trabajo por las buenas, ni Cristina ni su madre están dispuestas a dejarla marchar. Como no quiere perder a Aurora de su lado piensa que es mejor chivarse a Cristina 🙅.

De nuevo, la fatalidad quiso que la noche de la huida hiciera tormenta. Aurora logra llegar puntual al carruaje que la espera, pero se encuentra que Léonard no viene en él. En ese momento se siente traicionada, pero decide armarse de valor buscándose la vida fuera de las paredes de esa casa. Cabe mencionar aquí un detalle: Aurora en ese momento ya está embarazada. Pero, ojo, que aquí se normaliza una cosa que no se debiera: justo por Nochebuena, dado que los señores de la casa estaban fuera comiendo con otros familiares, Aurora pudo comer con su novio en la posada de sus suegros. Se menciona que justo ese día es la primera vez que toma vino y al irse a dormir le suelta a Léonard que duerma con ella. No se menciona directamente que mantuvieran relaciones, pero si en enero es la fuga y ya está encinta solo hay que sumar dos y dos. Por tanto, no pintemos a Léonard de bueno si justo el día que la muchacha se emborracha mantienen relaciones y se queda embarazada, cuidado.

De manera paralela Cristina, al enterarse de la traición gracias al chivatazo de Luis, coge una escopeta queriendo ir a hacerle daño a Léonard. Aunque finalmente no se cruza con él, Léonard sí la culpa de lo que ocurrió esa noche. Como decíamos, se desató una gran tormenta y en lugar de esperar a la hora acordada decide ir en busca de Aurora. Sin poder ver un carajo en esas condiciones, el chaval se pierde por el bosque que hay entre la posada y la casa de esta. Se topa con Cristina armada y al dar un rodeo para que no la descubra pasa por un tramo, con la mala suerte que se le cayó una rama encima que lo dejó inconsciente durante meses y con una pierna amputada de por vida.

De Cristina prácticamente ya no se menciona nada más, salvo que con los años fue ingresada en un psiquiátrico en Cuba cuando, por el estallido de la guerra, toda la familia emigra. Luis vivió pensando que por su culpa Léonard había muerto, piensa que el servicio en la guerra le servirá de purificación, pero al regresar sigue culpándose. Va a buscar a Aurora para confesarse, pero al ver que esta ha logrado rehacer su vida con la pequeña Isabel decide que es mejor no darle más disgustos. Como autopenitencia se propone por tanto ser "el amigo fiel de la familia". Aurora crió a su hija como madre soltera, mintiendo a esta sobre su verdadero padre y sin contarle nunca nada de su pasado. Léonard, encima, fue en busca de Aurora cuando salió del coma y la guerra terminó, pero dio la casualidad que la vio junto a la pequeña y a Luis y se imaginó que finalmente esta había rehecho su vida.

Si bien al final Isabel ata todos los cabos y logra disfrutar de su auténtico padre, a la par que la trágica historia entre sus padres la inspira a retomar su propia relación sentimental con un ex al que abandonó porque le sobrepasó la convivencia con este, para mi la historia tiene un final agridulce porque lo que saco en conclusión de toda la historia es que qué diferente hubiera sido todo con más comunicación entre los personajes que en ella intervienen.
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Isabel acaba de perder a su madre, siempre han estado muy unidas pero su madre nunca la hablo de su pasado y eso siempre le ha parecido raro. Poco a poco Isabel comenzará a descubrir el pasado de su madre que está repleto de secretos y revelaciones que cambiarán su vida para siempre.

A lo largo del libro vamos a conocer la historia de varias personas, en especial la de Aurora que es la madre de Isabel. Hay capítulos del pasado contados por ella dónde iremos descubriendo su historia.
El libro está contado por varias personas y va alternando del pasado al presente.

Me ha encantado Aurora, una mujer fuerte, valiente, trabajadora y luchadora, es una gran mujer, me ha gustado mucho su personaje, a sido mi preferido.

Desde el principio me ha enganchado, la letra es muy grande por lo que se lee genial y muy rápido, está muy bien escrito, me ha recordado un poco a las historias de Kate Morton que también me gustan mucho.
Aunque no es una historia en la que estén ocurriendo cosas en todo momento es muy entretenido, es de esas historias que se disfrutan poco a poco.

No solo he disfrutado un montón con su lectura, sino que la historia me ha transportado a esa época, he viajado a la imponente casa indiana de las magnolias, he recorrido sus pasillos, he paseado por el bosque, por esa orilla del río, ha sido una lectura genial.

Como la historia está contada por varias personas me habría gustado que pusiera el nombre de la persona que en ese momento cuenta la historia, esto lo digo a título personal, es algo que me gusta que tengan este tipo de libros.

La casa de las magnolias escrita por Nuria Quintana se trata de la primera obra de su autora. Un brillante comienzo para una escritora con un prometedor futuro en el mundo de las letras. La historia que gira sobre el amor, los secretos, la culpabilidad, los orígenes familiares y el enfrentamiento de la bondad contra la maldad y los obstáculos que impondrán algunos personajes a nuestros protagonistas; desborda un saber hacer a la hora de entretejer los hechos que mantiene el interés. Además, dota a la narración de dos frentes que pivota entre pasado y presente en el que iremos desgranando e hilando las incógnitas que se presentan en la vida de Isabel, la hija de Aurora. La madre de Isabel, trabajó en la casa de las magnolias en la década de los treinta del pasado siglo XX, para una familia acomodada junto a sus padres y sirviendo como doncella a la hija del propietario, llamada Cristina. de niñas, al compartir edad, Cristina y Aurora crearán una amistad de fuertes lazos, de igual a igual, pero pasado el tiempo se impondrá entre ellas la distancia social y su amistad se verá quebrada.
Dos pilares fundamentales dentro de la obra son el tiempo y los secretos. Ambos construyen y se convierten en el eje que vertebra toda la trama. Con el paso del tiempo, vemos el cambio en los personajes y cómo de algún modo el pasado incide en el presente de Isabel a la vez que se sumerge en él en busca de respuestas. La relación de Isabel con su madre, a pesar de ser un vínculo fuerte y cercano, se ve trastocado tras su muerte con hechos que descubre fortuitamente Isabel que le llevan a replantearse su relación con ella, su vida misma y sus orígenes. He aquí la importancia de los secretos y, en algunos casos, como acompañante el dolor para quien lo calla y lo sufre ya sea por errores, omisiones o fracasos que experimentaron en el pasado y que cambiaron el rumbo de los acontecimientos. Quintana explora con acierto el peso de cargar con secretos y sus consecuencias tanto como a la persona que lo guarda como a los personajes que afecta esta omisión de información.
Los personajes tienen carisma y están correctamente presentados y desarrollados, mención especial merece la casa. La casa de las magnolias que da título a la novela, si bien no podemos decir que sea un personaje más dentro de la trama, si ocupa un lugar importante como espacio y reflejo del transcurrir de los hechos y el “deterioro” de las relaciones y sus personajes, y cómo esta, a pesar del tiempo, llega al presente, pero con un nuevo rumbo y nuevos propietarios. Como moraleja de que nada perdura, la vida es un tránsito de renovación y muerte.
La novela está escrita con madurez y con personajes de buena moral y llenos de valores, e incluso algún malvado que tiene sus motivaciones y en el fondo podemos llegar a comprender, aunque no justificar sus actos. Los objetos personales que pasan de generación en generación en la familia, o algún que otro regalo también se presentan como pistas y claves de cómo se encuentran las relaciones de los personajes con los dueños originales de esos objetos.
En conclusión, la obra es una historia con interesante trama que se va cociendo a fuego lento en dos velocidades de tiempo y que convergen en una sola línea temporal, el presente. Nos recuerda la importancia de conocer nuestro pasado, pero no recrearnos en él, si no convivir con nuestros aciertos y fallos encarando el presente y el futuro con fuerza y la importancia del amor tanto de la familia como de relaciones de pareja. Recomendada

Dos niñas forjan su amistad desde la infancia, comparten juegos y confidencias. El marco es una casa de estilo indiano en Cantabria y los padres de una de ellas son los dueños. Ignacio Velarde pasa mucho tiempo viajando. Sus negocios en La Habana lo mantienen alejado de su mujer, Adela, y la pequeña Cristina no encuentra en su madre todo el cariño que necesita una niña. Es así como Aurora, hija del matrimonio que trabaja en la casa desde hace tantos años como para ser de la total confianza de la familia, se convierte en la mejor amiga de Cristina y el matrimonio Velarde admite que pasen tiempo juntas, aunque la relación dará un vuelco cuando Aurora pase a ser la doncella de Cristina.

"Tal y como está, sumergida entre los últimos resquicios de niebla y protegida a ambos lados por dos grandes árboles que la superan en altura, parece verdaderamente
como si la hubiesen sacado de un cuento."
Nuria Quintana, La casa de las magnolias
Décadas después, el fallecimiento de Aurora deja a su hija Isabel desolada, pero hará un descubrimiento entre sus pertenencias que la obligará a recomponerse si quiere descubrir qué hay de verdad en lo que sabe sobre el pasado de sus padres y por qué su madre no le ha contado prácticamente nada del tiempo que pasó en aquella casa cuando realmente parece que marcó su vida. ¿Por qué no habló nunca de sus abuelos? ¿Por qué no mencionó a Cristina? ¿Qué ocurrió para que Aurora quisiera enterrar muy hondo todos los años que pasó allí?

La historia de Isabel es la de una mujer que descubre que lo que sabe sobre su pasado no es suficiente, que hay demasiadas lagunas, que necesita conocer los detalles de quién fue su madre para conocerse mejor a sí misma.

En La casa de las magnolias conviven un buen número de temas de profundidad diversa que la autora ha sabido amalgamar con precisión para que la historia transcurra con fluidez. La relación entre Aurora y Cristina sufre una evolución y de la inocencia de la infancia pasa a las envidias de la edad adulta. Pero en este caso la dirección de los celos van desde la joven acomodada hacia su empleada, rompiendo el cliché. Y es que Cristina ve cómo Aurora parece más feliz de lo que ella puede ser, cómo se aleja, cómo parece ocultarle cosas... y es posible que deba hacer algo para que no termine por abandonarla, como parece que han hecho todas las personas que le importan. Porque si pierde a Aurora, ¿qué le queda?

La línea temporal más reciente, la que protagoniza Isabel, nos traslada una historia distinta. Una en la que las raíces y todo lo que creemos saber sobre nosotros mismos y nuestro pasado se tambalea. Primero es solo una fisura que provoca dudas, pero poco a poco vemos cómo a Isabel la invade una necesidad por conocer la verdad que la llevará a descubrir cuánto puede un malentendido afectar al devenir de las vidas de los implicados.

"Una única certeza se abre paso en mi interior: mi vida y sus cimientos
han comenzado a resquebrajarse."
Nuria Quintana, La casa de las magnolias

Esta novela es un despliegue de elementos que caracterizan a los clásicos; un marco geográfico idílico en el que una gran casa con personalidad propia acoge a los personajes que verán cómo cambian sus vidas mientras están ella, la relación entre personas de diferentes clases sociales así como una emoción latente a través de lazos afectivos y cómo estos cambian el destino de las protagonistas.

La casa de las magnolias es la novela debut de Nuria Quintana, que estudió Comunicación Audiovisual y Dirección de Empresas e Madrid.
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Hola, hola, hola lectores!
Hoy os vengo a hablar de la casa de las Magnolias, una novela de la editorial Suma. Es la primera novela de Nuria Quintana y, sin duda, no ha podido mejor por la puerta grande!
OPINIÓN: La casa de las magnolias
es una novela que esconde un misterio familiar
con unos personajes perfectamente creados, redondos, con sus luces unos y sus sombras, otros.
Realmente me ha gustado mucho. La pluma de la autora es delicada y describe las escenas con frases suaves y bonitas, predominando las descripciones a través de los sentidos, lo que hace las escenas sumamente visuales, o que puedan parecer que estás escuchando la naturaleza, tal y como nos cuenta, a nuestro al rededor.
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La narración tiene saltos temporales, cosa que siempre me ha gustado si está bien hecho, como es el caso.
De la misma manera es una novela coral, cada capítulo está contado por un personaje distinto, lo que facilita que se vaya conociendo la historia desde todas las perspectivas.
Una historia que habla de la familia, de la amistad y la traición entre otras cosas
La recreación de la mansión y todo lo que la rodea me ha parecido fabulosa. Es fácil y rápido de leer gracias a los diálogos constantes y los capítulos cortos en su mayoría. Las escenas del desenlace del pasado me han tenido sin aliento hasta que han terminado.
En resumidas cuentas, recomiendo su lectura, la vais a disfrutar !