Ejercicios de estilo

Y... he aquí, que por culpa y responsabilidad de Italo Calvino.- de quien por cierto disfrutaba yo su excepcional obra “ Si una noche un viajero- de modo un tanto distraído he recurrido a esta lectura que el nombrado escritor cita en su obra.
Ha sido arduo
Resultado gracioso
Certero cual dardo
Ejercicio laborioso.
Leo y releo las causas, repaso las razones, reparo en las intenciones. Esto es un denodado esfuerzo, tanto escrito como leído.
, Dios Mío! ¡ que he encontrado! ¡ Ha sido bueno! ¿ o solo lo imagino? ¡ me ha agradado! ¿ o sólo disimulo ?
Manque tuviera que birujear cosa cual hecha, al saber si lo mesmo decía.
Si A+B = C entonces x(y) - c = 0 , no se si la fórmula vale un 2+2 = 4.
Este pequeño librito esta cargado de eso que uno, lector “ de a pie” busca en la literatura, entretenimiento, diversión, pero además es una inducción a ciertos estilos de escritura, donde lo académico es soslayado en pro de lo lúdico. Queneau, innovador, polimata, y muy versado en literatura, muestra 99 estilos para presentar de manera escrita un mismo relato, que va desde lo poesía, oda, carta, aliteración y muchas formas más que pueden no ser más que fórmulas de entretenimiento, pero ahí ya cumplen su función.
Con un largo prólogo que sienta los antecedentes a este arduo ejercicio literario, que resulta algo espeso, recompensa con las múltiples formas de expresión sobre el mismo relato.
al menos yo lo he disfrutado.

Adivina qué libro me voy a llevar a clase junto a unos dados. Ejercicios de estilo, de Raymond Queneau (Cátedra, 2020), fue editado originalmente por Éditions Gallimard en 1947. Y a mí me va a dar mucho juego en el aula nunerando los textos que me resultan más interesantes para el nivel y que el azar decida qué escribimos hoy.

Gracias a @oliver.guerrero.martin mis sufridos alumnos experimentarán este canto a la creatividad, a la imaginación, a la libertad. Con una lista limitada de palabras y variaciones con títulos tan sugestivos como retrógrado, distingo, visual, olfativo, lítotes, gustativo, filosófico, amanerado, informe policial, sorpresas, sueño o retrógrado, Queneau construye 99 textos que reescriben, desde una anécdota trivial, una y otra vez un texto casi ilimitado.

Una lección magistral de técnica literaria, jugando con el lenguaje en un alarde creativo que resulta irresistible. Todos queremos jugar al disparate, crear sínquisis dignas de Yoda, hacer parodias de nuestra estirada profesora de latín llevando la ironía de la mano, en un paseo surrealista del que no querremos volver.
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Este libro es una de mis favoritos porque a pesar de contar la misma sencilla historia de muchas maneras diferentes, permitiendo al lector o lectora ver diferentes matices, formas de ver la historia, perspectivas... Es un libro que te abre la mente, te inspira y da ideas.

Es uno de esos libros que, más que en una estantería, acaba estando a mano para consultarlo y volver a leerlo de vez en cuando.