![]() |
El detestado profesor Albert Crastaing castiga a tres de sus escolares de 12 años con una peculiar redacción: que imaginen que ellos son los adultos y sus padres los niños. Esto sirve para desplegar antes los ojos del lector la complicada vida de tres niños, que en el fondo son reflejo (y víctimas) de la sociedad. Progresivamente el lector va descubriendo las miserias que los ahogan, las necesidades que los condicionan y la transformación que sucede en la segunda parte de la novela termina por cerrar el original círculo. Pennac tiene una innegable facilidad para los diálogos que superpueblan la novela y para ese final inesperado.
|