Seré feliz mañana: Diarios

A veces pienso que mostrar lo que leo en las redes es como colgar la ropa interior en la cuerda que da al patio de vecinos. Y aunque recomiendan no mezclar colores y blancos, o lo que es lo mismo, galerías que muestran lo que una escribe con lo que escriben otros… al final he sucumbido a hacer la colada de la única manera que sé hacer todo lo que me gusta… ¡A la aventura!

Descubrí a este autor y librero en el posdcast Hotel Jorge Juan de @guardiancenteno , y si hay algo que me ha enseñado el primer libro del que hago una reseña, es que no importa lo que cuentes, sino cómo lo cuentes.

[...vi a un señor que transportaba en su remolque una barca viaje en dirección Ourense, hacia el interior de Galicia, donde el mar se seca. Me pareció una imagen triste y delicada, como si alguien llevara una relación amorosa al desguace.]

«Seré feliz mañana» genera el mismo placer que cualquier cotilleo ajeno que se escucha sin querer pero que no negaremos que nos encanta saber. Las confesiones de quien observa la vida a su alrededor con la intención de no perderse el más mínimo detalle. Las libretas de @xpgigirey dan para reírse mucho, para sentir nostalgia y para aprender en cada página.

Esto es lo que yo llamo un libro lanzadera, de esos que te llevan a buscar irremediablemente esa serie, ese libro o ese bar que no entiendes cómo no ha llegado antes a tu vida. En este libro hay anécdotas y reflexiones y conversaciones tan buenas que yo creo que la mayoría de sus lectores querríamos ser colegas de este tío, de su novia y hasta de su padre. Más que nada porque los colegas también pueden espetarte a la cara un tú flipas o chocarte los cinco con un lo has clavaó.

Llamadlo talento, magia o efectos especiales…, pero de unas cañas, una boda, un viaje o un murciélago en el salón, Xacobe te crea un relato con unas cuantas frases para el recuerdo.

Quizá parezca que no, pero «Seré feliz mañana» defiende férreamente ser feliz hoy.

Hasta la próxima colada 🙃

Quizá parezca que no, pero Seré feliz mañana (Editorial Espasa) defiende férreamente ser feliz Hoy.

Xacobe Pato, manejando el género diarista como pocos, lo pone al día, lo llena de energía, de mucho sentido común y, como la vida, de ironía, demostrando que una prosa actual puede ser profunda sin ser maniquea, y sensible sin ser cursi.

Seré feliz mañana está llena de detalles. Regalados como perlas en la arena, se van acumulando conforme pasan las hojas, bailando el baile de las horas y los días idos, con una chispa de melancolía (la justa) y grandes cargas de humor. Es un diario de alguien que se viste con sus palabras, y que se esconde en sus reflexiones. Podríamos creer que Xacobe Pato se retrata, cuando en realidad nos pinta a todos con trazo justo; podríamos pensar que el autor, como la felicidad, espera a mañana para ser él mismo; incluso creer que, de tanta intimidad regalada, deberíamos tomarnos un café con él en La Flor o dar buena cuenta de un queso con anchoas en La Maceta. Pero juega al escondite. El autor de Seré feliz mañana es todo eso y es más: lo que no cuenta es lo que lo define; lo que cuenta lo hace único, universal. Y entre ellos hay un precipicio de fútbol, playas, abuelas, colegios, estudios, colegas, familia, amigos y amor. Xacobe Pato nos regala a nosotros mismos a través de su mirada. Y por eso sonreímos y lloramos un poquito y ponemos su banda sonora y hasta buscamos en TripAdvisor sus recomendaciones culinarias.

La vida es un juego de reflejos. Cada parcela de este diario anual es un pedacito del rompecabezas que somos nosotros mismos. Sólo que Xacobe Pato tiene el hálito vital de transformarlo en palabras, en lecciones aprendidas, en reflexiones aparentemente ligeras, pero con profunda carga de verdad. La hipérbole de sus historias no sólo esconde la intimidad de quienes habla (de A., de su familia, de sus amigos y sí, incluso de él mismo): revela la vida misma en cada palabra, en cada página. Y eso, es magia.

Y he ahí lo que nos gusta de Seré feliz mañana. Xacobe Pato escribe con prosa mágica, con melancolía alegre, con excelente sentido musical y gastronómico y, sobre todo, con tanta humanidad, que la sonrisa aparece desde la primera página, y la lágrima y la risa, haciendo que ralenticemos su disfrute, que paladeemos cada párrafo, cada coma, cada punto y aparte. Como ocurre, de vez en cuando, con la vida: un viaje de ida y vuelta a las estrellas.
Enlace: https://juanramonvillanueva...

En la era predilecta, aunque en cierto modo ya manoseada y caduca, de una intimidad que es menos íntima que nunca, los diarios se alzan a veces como lecturas frescas y necesarias a las que recurrimos entre las barreras y tiempos surgidos entre los libros ya consumidos y los que vendrán después; libros-muros que, a diferencia de la sutileza de los diarios, intentan crear una narrativa de la dicha o el sufrir particular. O, quizá, simplemente se han tomado demasiado en serio a sí mismos.

El libro de Xacobe Pato es más sencillo que todo esto, no pretende remover ni hacer que asientas convencido, ni siquiera pretende que te identifiques con sus vivencias. Se trata de las entradas de un diario que comprende entre junio de 2018 y finales de 2019. Una publicación que surgió a raíz de compartir semanalmente en Instagram un post a modo de entrada de su diario; o por lo menos así fue como conocí la existencia del autor.

En sus páginas encontramos desde recomendaciones sobre libros, películas y series, reflexiones sobre el paso del tiempo y anécdotas que nos harán convertirnos, sin querer, en unos curiosos voyeurs que no van a poder evitar reírse de sus ocurrencias, de su estilo canalla pero introspectivo.

Pese a que estoy más acostumbrada a navegar en lo abstracto cuando escojo una lectura, no me viene mal, al menos de vez en cuando, el contacto con lo concreto. Que no os engañe el marketing del título, porque no vamos a tener que padecer las lecciones de vida de un nuevo personaje viral; simplemente lo que un treintañero dice de sí y de los otros, mientras repasa su presente y su pasado con la confianza de quien se toma una cerveza (o varias) con un viejo amigo al que acaba de re(conocer).

¿Quién no ha intentado todos los unos de enero (o al menos todos los primeros de mes) escribir su propio diario y quiénes no hemos aguantado más de los tres primeros días?

En ese sentido envidio y admiro a Xacobe, porque aunque no solo de la constancia vive un diario, sí que es necesario una dosis alta de ingenio e imaginación para hacer de los hechos propios algo que pueda interesar al ojo ajeno.

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Como dice el título, es una composición de entradas de diarios, pero sin fecha, tan solo el párrafo contando algo referente a la vida del autor o algún recuerdo.

Si seguís a Xacobe en Instagram, muchas de esas entradas, aparecen en su cuenta porque este libro es una recopilación de todas esas imágenes acompañadas de una reflexión o una breve descripción de esa imagen. Es una lectura amena, donde hay reflexiones sobre la vida que me han gustado mucho. No es un libro con una línea temporal ni una trama definida. Son solo, eso, pequeñas reflexiones y extractos de la vida del autor que también pueden hacerte pensar a ti.

Si sigues a Xacobe en Instagram y has leído todas sus entradas, las encontrarás en este libro. Aunque también hay otras que son inéditas y que están recopiladas aquí también.

Es todo un año de pensamientos, ideas y citas de libros (que se note que es librero) que se hace ameno y, en ocasiones, divertido.
Enlace: https://mundosdeairin.blogsp..

Sigo con la estela que dejé en la anterior reseña, vuelvo con un libro que trata sobre libros. Es el tercero de este tipo que leo este año y parece que todos tienen en común la portada: en la que tiene que aparecer una estantería repleta libros. Por suerte, éste me ha acompañado a todas partes durante estos días.
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