Seré feliz mañana: Diarios de Xacobe Pato
Las jaulas son frías, indiferentes, claustrofóbicas, pero también seguras. No puedes salir de ellas pero dentro es dificil que pase nada, ni bueno ni malo. Las mentiras, cierto tipo de soledad, el miedo, las drogas, la vergüenza: son algunas de las cárceles que nos autoimponemos. Cada uno elige ingresar en su prisión particular a través de un proceso penal íntimo, a veces incluso en varias a la vez. Ejercer la libertad individual no es sencillo, requiere voluntad, y a menudo supone salir a la intemperie, la disposición insensata a que pasen cosas (buenas, malas y tal vez terribles).
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