marlluch24 September 2021
-Vamos, que esta vez he puesto el dedo en la llaga -recalcaba la calavera. ¿A que sí? No la eches de guapo, compañero; aquí no estamos para engañarnos...Nos conocemos, camará. Tus medranitas te pasas de cuando en cuando, acordándote de la hora que ha de sonar sin remedio alguno... Porque ¡mira tú que cosa más diabólica! Nunca te llegará, probablemente la de salir diputado, gracias a la influencia de Calabazote; es regular que tampoco suene la de tu primera cita con la señora de Tagarnina, el banquero; casi puede jurarse que no verás la de cobrar aquel pico que te deben, ni la de que te adjudiquen la hacienda del Encinarejo, ni la de colgarte la gran cruz, ninguna de esas horitas que tu vanidad desea... ¡Pero en cambio, la hora... aquella en que no quieres pensar nunca..., aquella que te empeñas en suprimir con la imaginación...; lo que es ésa..., aunque se descompongan todos tus relojes..., ha de sonar, más fija, más puntual...¡más exacta! ¡ Ni un segundo de retraso..., ni uno!
+ Lire la suite |
Presentación del libro Lo que quede (Continta MeTienes, 2024). Con Irantzu Varela, autora, e Irene Montero
Queda lo escrito, todo lo demás no queda, escribió Emilia Pardo Bazán, e Irantzu Varela, comunicadora vasca, feminista, bollera y activista gorda, retoma estas palabras y las trasforma en una invitación a adentrarnos en estas memorias autopornográficas en las que nos cuenta cómo ha llegado a ser quien es hoy.
La escritora y monologuista compone esta biografía a través de relatos cerrados que, potentes como disparos, en ocasiones nos queman la piel, nos llenan de rabia y nos dan ganas de quemar cosas. Sin embargo, en sus palabras siempre hay una puerta abierta, el apoyo de las suyas, la ternura con la que habla de sus raíces y por supuesto la intención deliberada de convertir los dolores y violencias propias en movimientos y acciones colectivas.
Varela no se presenta sola, sino que a lo largo del libro convoca un akelarre de mujeres artistas, a través de cuyas citas y referencias podemos aproximarnos al universo más personal y político de la autora. A falta de reparación, o a la espera de ella, ojalá Lo que quede sirva como alivio de lo vivido.