Todo lo que no te conté

5 estrellas.

Uno de los mejores libros que he leído este año. Y, por supuesto, uno de los más tristes.

Celeste Ng logra llegarme al corazón desde las primeras páginas de sus libros. Todo lo que no te conté empieza con la muerte de Lydia, una joven brillante, la favorita de sus padres. Su muerte afecta de distintas maneras pero de forma irrevocable a todos los integrantes de su familia: su madre, su padre, su hermano mayor y su hermana menor.

A partir de este suceso, la autora nos cuenta sus vidas antes y después de la muerte de Lydia, y desarrolla en profundidad las dinámicas de esta familia. Las complejidades de los lazos que los unen, el amor profundo que se tienen, así como también aquellas cosas que podrían separarlos: los favoritismos, los engaños, los secretos, la culpa... En fin, se sienten como una familia real, complicada y hermosa como todas lo son.

Cada uno de los personajes quedó dibujado con claridad en mi cabeza, desde los primeros momentos. Son personajes realistas, que cometen errores, pero a quienes no pude evitar amar. Sentí una especial adoración por los hijos de la familia, Lydia, quien siempre fue presionada a ser la chica perfecta y ahora ha dejado un hueco gigantesco con su partida, Nathan, que consumido por la pena busca un culpable para la muerte de su hermana, y Hannah, a quien todos ignoran la mayor parte del tiempo, pero que siempre está observándolo todo y puede ser quien sepa lo que realmente pasó con su hermana.

Además, este libro trata muchos temas importantes, como el racismo, las discriminación que sufren por ser una familia chino-americana viviendo en Ohio en los setenta, lo difícil que resulta intentar cumplir con las expectativas de tus padres, en especial cuando ellos quieren que tú cumplas sus sueños, y cómo dejarse arrastrar por la culpa y el dolor puede llevar a que le rompas el corazón a tu familia.

Me es difícil expresar por qué me gustó tanto este libro. Pero al igual que Pequeños fuegos por todas partes, la otra novela de la autora que leí el año pasado, Todo lo que no te conté es una historia que se quedó conmigo y sé que la tendré en mis pensamientos por un largo tiempo. Si buscan una novela excelentemente escrita, conmovedora, triste pero a la vez esperanzadora, con un gran foco en la familia y personajes que te llegan al corazón, y con uno de los mejores finales agridulces de todos los tiempos, les recomiendo ampliamente este libro.

Creo que este es uno de mis nuevos libros favoritos y ya me vi en el futuro recomendándoselo a todos a mi alrededor. Siempre me ha encantado como Ng fija mucho de la historia en el pasado, nos muestra el presente y todo lo que llevo a ese “gran evento”, algo que no me gusta es que siempre el “porque” del suceso no es nada nuevo, es lo que todos los personajes han estado esperando o diciendo durante la historia, pero supongo que lo hace porque así es la vida, no todo tiene una gran revelación.
La historia en si, me gusta el énfasis que hace al racismo en la época, a lo difícil que es ser diferente y como nuestras acciones pueden tener un gran impacto en las personajes, en especial entre padres e hijos.

Un thriller con una gran variedad de temas. Predomina el narrador omnisciente y el punto de vista de los cinco integrantes de la familia interracial Lee. Temas: la familia americana/ oriental, la maternidad y la paternidad, el racismo, la discriminación, la soledad, la esperanza, las relaciones familiares y sociales, el suicidio, el peso de los sueños postergados y traspasados a los hijos, el favoritismo y la propia discriminación en el seno familiar.

La verdad, después de leer el año pasado Pequeños fuegos por todas partes este libro me ha sabido a poco.


Todo lo que no te conté sigue a una familia de raza mixta en los años sesenta. Su hija mayor ha muerto, así empieza este thriller, aun que ellos aún no lo saben. La historia gira en torno a desentrañar la muerte de Lydia. ¿Era feliz Lydia?¿Tenía amigas como sus padres pensaban?¿Tenía una aventura cómo sospechaba su hermano mayor? Poro a poco vamos desentrañando todos los pequeños acontecimientos que levaron a la irremediable muerte de Lydia.

Celeste Ng tiene esta característica en sus dos libros, empieza revelando el final, fuera de contexto y narro de manera que no se lleve nada de la trama, pero por el final ni más ni menos. Esto hace que mires la trama principal y los acontecimientos con otros ojos conforme va avanzando el libro. A más a más se reserva la acción y los elementos importantes para que el final parezca estallar como una bomba o ensalzarse como un pedestal de bendición.

En ambos de sus libros, al tener esta carencia de acción como la solemos denominar, algo tiene que atraparnos ¿no? Bueno, en el caso de Ng es sin duda su pluma. Una forma narrativa muy peculiar, con mucho detalles i pequeñas cosas que se revelan como un carrete de fotos al final.

Adoré Pequeños fuegos por todas partes. Por otro lado no lo hago tanto con su novela debut. Pequeños fuegos por todas partes tenia una estructura familiar más formada, personajes con los que te era más fácil sentirte identificado y el tema del thriller estaba presente pero no era la trama principal, tenía todo este seguido de sub-tramas que enriquecen el texto por doquier. Imagino que venía esperando una maravilla como aquella, y, si lo hubiera leído antes puede que lo hubiera visto así, pero Pequeños fuegos dejó una huella muy grande.

Aún y todo con esto, el thriller de Todo lo que no te conté es entretenido, lleno de entresijos y muchas más cosas.
Sin duda esperaré con ganas su próxima novela.
Enlace: https://laiaisreading.blogsp..

Se las hago simple, esta es una historia triste.
Va sobre una familia destrozada, antes y después de haberse consolidado como familia. Va sobre como NO debe criarse a los hijos. Sobre el duelo, sobre las aspiraciones profesionales, sobre las consecuencias de nuestras decisiones, sobre la sociedad racista en los '70.
Es un libro lento, cuya estructura y narrativa me recordó a Tan poca vida, de Hanya Yanagihara. La prosa es buena, narra con intensidad los momentos más tensos y nos mete en las reflexiones de los personajes que, aunque un poco estereotipados, están bien desarrollados.