Mintamos, hija mía, mintamos siempre y cuando salvemos vidas humanas.
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Mintamos, hija mía, mintamos siempre y cuando salvemos vidas humanas.
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Se hizo monja para poder pensar.
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Al fin y al cabo, los hombres somos un pálido reflejo de los dioses.
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Los hijos no pueden salvar los naufragios sentimentales.
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«Todo lo que endurece desmoraliza»
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La escritura es una batalla con el universo de fantasmas de la mente del que escribe. (Albiac)
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Cualquier bandera entorpece. Lo que tenemos que tener es una bandera de justicia, de bondad, de educación, de cultura, de filantropía, otro sustantivo maravilloso de los griegos, el amor a los otros.
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Defendiendo que los seres humanos tienen esa necesidad intrínseca de sentirse parte de algo, ya sea una religión o una sociedad.
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Defendía que las mujeres no ganaban nada compitiendo con los hombres, sino que debían feminizar la sociedad
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Si la mujer puede subir al cadalso, también puede hacerlo a la tribuna pública
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Gregorio Samsa es un ...