El viñedo de la luna

El viñedo de la luna ha sido nuestra última lectura en el grupo de Lectura Conjunta que administro desde hace ya varios años, ( otras veces ya lo he citado por aquí) y en general, nos ha encantado.
Y es que Carla Montero demuestra novela tras novela un talento natural para recrear ambientes y construir historias evocadoras sobre la Segunda Guerra Mundial. Además de su elegancia a la hora de escribir, creo que la autora sabe bien como emplear la documentación que maneja para no aburrir ni abrumar al lector, pero a la vez, dotar de contenido a la historia.
En este caso, la novela transcurre en un "chateau" vinícola francés durante la ocupación nazi y encontraremos en ella un poco de todo. Villanos y heroes cotidianos, soldados y gente que espera a los que ansían ver regresar. También amor romántico en diversas variedades, familiar y por la tierra, la naturaleza en general y el vino.
Entre ellas la protagonista, Aldara, una joven refugiada española a la que iremos conociendo poco a poco y a la que es difícil no admirar.
Más allá de la sinopsis , yo os recomiendo leer el viñedo de la luna si buscáis una novela en la que "menos es más". Sin recrearse en la dureza de la contienda, la historia es muy disfrutable y de fácil lectura en el mejor sentido de la palabra.
Una trama bien hilada con muchos sobresaltos, más de una incógnita por resolver y un último tramo en el que los acontecimentos no dejan tregua al lector, desembocan en un final redondo y coherente con la historia creo que dejará muy satisfecho al lector.
Sin duda, una autora de cabecera a la que volver una y otra vez.

El libro narra los eventos durante la II Guerra Mundial cuando Francia cayó bajo ocupación alemana. La protagonista, Aldara, una refugiada de la Guerra Civil Española, llega a una impresionante bodega en Borgoña después de su precipitado matrimonio con Octave de Fonneuve, hijo del Marqués Montauban.
Sin embargo, cuando estalla la guerra en Francia, Octave es hecho prisionero, dejando a Aldara sola frente al viñedo y traicionada por algunos familiares de su esposo.

Aldara personifica la fortaleza y la lucha de todas esas mujeres que se enfrentaron a la adversidad para proteger a sus seres queridos y preservar sus principios y valores en tiempos de guerra. La autora, a través de una meticulosa investigación, ha logrado recrear de manera vívida el entorno vinícola de la época, combinando datos históricos con elementos de ficción para sumergir al lector en los fascinantes giros y vueltas de la trama.

A medida que avanza la narración, la historia adquiere nuevos matices y profundidad, especialmente con la introducción de un teniente alemán cuya presencia obligada en el viñedo añade una capa adicional de complejidad e intriga a la trama.

Es una historia de supervivencia con secretos, mentiras, amor, desamor, muerte, intriga, odio y mucho más.

La novela transcurre durante la Segunda Guerra Mundial y el escenario principal es un chateau bodeguero en la zona de Borgoña. Allí llega Aldara, una española huida de su país, de la que se ha enamorado el hijo mayor y heredero de la hacienda, Octave de Fonneuve. En tiempos de guerra ya se sabe que las cosas suceden a otra velocidad y los jóvenes se han casado tras un noviazgo de apenas unos días. Ha sido un flechazo fulminante. Pero el marqués del Domaine, el padre de Octave, no verá con buenos ojos a su nuera, considerando que no está a la altura de la clase social de su hijo. Cuando a los pocos días Octave es movilizado, Aldara ha de quedarse a solas con su suegro en un entorno hostil.

Me ha encantado la historia. La trama, cómo está contada, cómo avanza y cómo termina, los personajes, los escenarios… No tengo ningún “pero” que ponerle.

La trama es buenísima. Una historia en la que hay de todo, como en botica. Hay una ambientación histórica, por supuesto. Estamos en plena Segunda Guerra Mundial y, obviamente ,eso se hace notar en la historia. No hay batallas ni campos de concentración por lo que no es una historia tan dura como otras del estilo aunque, por supuesto, los efectos de la guerra se hacen notar. Por ejemplo, en un oficial alemán que es alojado en el chateau y con el que tiene que convivir la familia Fonneuve. O el hecho de que Octave esté en el frente. O las relaciones entre los terratenientes borgoñeses –que elaboraban unos caldos a los que los nazis eran muy aficionados- con los invasores. Cómo actúan las diferentes personas: unos intentando sacar partido de la situación, otros resignándose a las circunstancias, otros luchando a su manera contra el invasor… En la novela pasan muchísimas cosas por lo que el entretenimiento está asegurado. Hay historias de amor; nada empalagosas, sí preciosas. Hay historias familiares. Hay luchas, hay Resistencia, hay traiciones, gente buena y gente mala…

Los escenarios son magníficos. Ese Domaine perteneciente a un duque y rodeado de viñedos que la autora describe con acierto para que nos hagamos una idea de la preciosidad del lugar. Esa forma de vivir de la nobleza francesa, sus costumbres, sus viviendas. Y cómo afecta a todo esto la guerra y las relaciones con el invasor.

Pero si todo esto es magnífico, el punto fuerte de la novela son los personajes y, muy especialmente, Aldara. Ella es la absoluta protagonista y, como tal, está dibujada a la perfección. A mí me ha resultado fascinante y he entendido por qué se lo parecía también a los diferentes personajes –hombres sobre todo- que pasan por la novela. Una mujer fuerte y decidida, valiente y con fuerza de voluntad. Una mujer que no es perfecta y creo que eso es lo que la hace tan excepcional y tan real. Es muy bella pero tiene una cicatriz en la cara que le afea el rostro. Es buena gente pero tiene escondidos secretos que podrían hacer cambiar nuestra opinión de ella. En definitiva, tiene aristas, no es una mujer perfecta y son sus propias imperfecciones las que la hacen excepcional. Ella es la que lleva el peso de la historia pero hay también un buen número de personajes que no sé si podemos llamar secundarios por el importante papel que tienen. Entre ellos, mi favorito ha sido el oficial alemán.

Y qué decir de la forma de escribir de Carla Montero. Maravillosa. Ya había leído antes varias novelas suyas y sabía lo que me esperaba y eso es exactamente lo que me he encontrado. Una novela bien escrita, que combina con acierto todo lo que hay que combinar en una novela. Una buena historia y unos buenos personajes. Narración y diálogo equilibrados. Una buena ambientación histórica y espacial. Una historia que avanza a buen ritmo a la que no le falta ni le sobra nada. Fácil lectura. Muy entretenida. Final perfecto.

Conclusión final

“El viñedo de la luna” es una novela hecha para disfrutar de una buena historia que te implica y te mete en su mundo. Acabas sintiendo que has pasado unos días dentro de ella y te da la impresión de que sus personajes son reales de tan bien que los conoces. Muy recomendable.
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Viajamos a Francia para conocer a nuestra protagonista Aldara. Una mujer española que huyó de su país en el periodo de la Guerra Civil y se refugio en Francia sin imaginar que tendría que sobrevivir a la Segunda Guerra Mundial.

Su recién estrenado matrimonio con Octave guía sus pasos a la casa familiar, Domaine de Clair de Lune. Allí conocerá a su suegro Augeste que será un apoyo para ella mientras Octave esta prisionero en Alemania.
Tendrá que tomar las riendas del negocio familiar amenazado por la ocupación nazi y por su cuñado Romain. Por suerte no estará sola para librar esta batalla.

Es el primer libro que leo de la autora y no será el último.
Me ha encantado su pluma, la delicadeza y sencillez con las que está escrito, con unos personajes bien definidos y una trama que no se hace pesada en ningún momento.

Me ha gustado mucho el personaje de Aldara y su evolución ante las adversidades. Conocer su historia y las relaciones que forja con algunos personajes siempre teniendo presente a su marido.

Una historia que nos enseña que a veces los buenos no son tan buenos ni los malos tan malos.

El epílogo me ha encantado, pone el broche a una historia que he disfrutado mucho y que sin duda recomiendo.

Aldara una refugiada de la Guerra Civil llega al Domaine de Clair de Lune, una mansión bodeguera de Borgoña tras contraer matrimonio con Octave el hijo del marqués.

Tras el estallido de la guerra en Francia su marido cae prisionero y Aldara tendrá que hacer frente a la ocupación alemana, al acoso de su cuñado... Sobrevivir y luchar por mantener el legado familiar, ése oro líquido tan preciado para los nazis.

Aldara ha sido un gran personaje por su coraje y valentía. Su lucha constante debatiéndose entre la razón y el deber para proteger a su pequeña Claire, más aún cuándo se ve conviviendo con unos deleznables nazis, un teniente alemán con el que forjará grandes lazos y aparte se verá en la obligación de esconder de la Gestapo a un piloto británico herido de guerra.

Con todos éstos ingredientes la historia ha sido apasionante cargada de intrigas familiares, secretos...
He sentido muy reales a cada uno de los personajes, Pascal me ha robado el corazón pero sobretodo Aldara con sus luces y sombras, su eterna lucha frente a las adversidades, sus ambiciones y ése sentimiento de culpa ya que todos nos hemos equivocado alguna vez y se requiere de gran fortaleza para seguir adelante.

La prosa de @carlamonterooficial es MARAVILLOSA junto a unas escenas tan vívidas y visuales que te sumergen de lleno en los giros sorprendentes de la trama y consiguió que terminase el libro emocionada.
Y sí, que sepais también tiene romance 👌♥️