Esfuérzate tú en parecer fiel, y yo me esforzaré en creer que lo eres
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Esfuérzate tú en parecer fiel, y yo me esforzaré en creer que lo eres
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¡Ah, qué bien sabes en esto, pérfida, serviros contra mí mismo de mi debilidad sin límites!
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¡Se me impulsan mis sospechas y mi dolor hasta el último extremo, se me deja creer todo, se jactan de todo; y sin embargo mi corazón es tan cobarde como para no poder romper la cadena que lo liga, ni armarse de un generoso desprecio contra la ingrata de la que está por demás prendado!
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La verdad, eres un gran maniático
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No hagas bromas, no es ya hora de reír: enrojece más bien, que para ello tienes motivos
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Por mucho que se tengan poderosas razones para romper, una culpable amada bien pronto es inocente
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Acéptelo señora, en lugar de la infiel: es así como puedo tomar venganza de ella; y quiero castigarla con los afanes sinceros, con el profundo amor, con las respetuosas atenciones, diligentes deberes y asiduo servicio, de que este corazón va a hacerle el sacrificio ardiente
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Al darme la luz, el Cielo no me dotó de un alma compatible con el ambiente de la corte
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Hoy se elogia a todo el mundo, y en este aspecto el siglo no deja de mano a nadie: todos están igualmente dotados de gran mérito, y ya no es un honor el verse alabado
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No se adquieren sus corazones sin grandes adelantos, nadie suspira por nuestros lindos ojos, y hay que comprar los homenajes que se nos rinden
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¿Cuál de los siguientes libros fue escrito por Gustave Flaubert?