tuve un ataque de relevancia. Los llamo así porque bajo su influencia la realidad se transforma en una pintura flamenca. Ello implica que las personas y los objetos adquieren calidades hiperreales asombrosas. [...] Durante esos arrebatos, me siento arrancado del mundo de las cosas para ingresar en el mundo platónico de las ideas. Caigo, en fin, en un estado mental desde el que soy capaz de apreciar al mismo tiempo cada cuerpo, aisladamente considerado, pero a la vez incrustado en el conjunto. Lo veo todo, incluidas las concordancias y los vínculos que fluyen entre los componentes de la realidad, sean animados o inanimados.