- Porque la gente no sabe nada de estadística, que es una ciencia maravillosa - réplica Arsuaga-. La estadística es poesía, es música.
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- Porque la gente no sabe nada de estadística, que es una ciencia maravillosa - réplica Arsuaga-. La estadística es poesía, es música.
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Hubo un tiempo en el que todo era nada. Pero la nada es muy inestable y en una de sus vacilaciones dio lugar al todo.
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A lo mejor es que hemos dejado de necesitar a Dios porque ya está en el código penal.
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A las madres atribuladas, que se quejan de que su hijo adolescente se porta como un capullo, les digo:«No se preocupe, señora, que del capullo de su hijo saldrá una hermosa mariposa».
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—Lo más difícil en una sociedad humana —señaló Arsuaga— es llevar la contraria. —Pero si no hay alguien que lleve la contraria, nos quedamos siempre en el mismo sitio. —Pues sí, pero es jodido. El discrepante paga un precio. Galileo lo pagó. La disidencia tiene un precio. El instinto gregario es muy fuerte en la especie humana, Juanjo. Eso se aprecia muy bien en los niños, en los que todavía hay más biología que cultura. Todos quieren llevar las zapatillas deportivas de la misma marca. Temen la exclusión del grupo más que los adultos. ¿Cómo hemos llegado a este nivel de gregarismo? —Seleccionando a los más gregarios —me rendí. —Ahí lo tienes.
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—La domesticación no está planificada —añadió—. Es un circuito. En biología todo funciona a base de circuitos que se retroalimentan. No debes pensar en la evolución como en una flecha, sino como en una rueda. La rueda gira sobre sí misma, pero al mismo tiempo avanza. Cada vez somos más mansos. Como somos más mansos, seleccionamos para la reproducción a los que son más mansos todavía. Como seleccionamos para la reproducción a los que son más mansos todavía, cada vez somos más mansos, y así sucesivamente.
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tuve un ataque de relevancia. Los llamo así porque bajo su influencia la realidad se transforma en una pintura flamenca. Ello implica que las personas y los objetos adquieren calidades hiperreales asombrosas. [...] Durante esos arrebatos, me siento arrancado del mundo de las cosas para ingresar en el mundo platónico de las ideas. Caigo, en fin, en un estado mental desde el que soy capaz de apreciar al mismo tiempo cada cuerpo, aisladamente considerado, pero a la vez incrustado en el conjunto. Lo veo todo, incluidas las concordancias y los vínculos que fluyen entre los componentes de la realidad, sean animados o inanimados.
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Esto no es un cuento. Si quieres un cuento, te lees el Génesis. La evolución no tiene la estructura de un relato. No hay planteamiento, nudo y desenlace.
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La ventaja de lo pequeño es que es regular y previsible.
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Detesto la energía, detesto la euforia, detesto a las masas
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Gregorio Samsa es un ...