Ya conocía el estilo de Stephanie Meyer cuando leí La Huesped y debo decir que me sorprendió un poco la temática que uso en esta ocasión para describir la historia, no solo por el cambio de genero, sino también por la leve evolución que se puede notar en su prosa. El único problema que le encontré es que llega un momento en el que la personalidad de los personajes se vuelve un poco tediosa.
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