Rojo, blanco y sangre azul

La política es calculadora, incluso los hashtags.

Sí, pedazo de engreído, llevo tanto tiempo deseándote que no pienso permitir que juegues conmigo ni un puto segundo más.

¿Por qué no se compra la leche normal en esta oficina? Esta es la razón por la que la gente de Texas odia a las élites de Washington: porque han echado a perder la maldita industria lechera.

Se parece mucho a la idea pura de las personas del Sur que Álex conserva en su memoria: siempre generosas, sinceras y cálidas, trabajadoras y dignas de confianza. Su hermana quiere lo mejor para él, lisa y llanamente, sin egoísmos y sin maquinaciones.

Le gusta follar con Henry, pero resulta increíblemente íntimo estar sentado en la cama que ambos han desbaratado la noche anterior y ser la única persona que ve cómo Henry se transforma en el príncipe.

Imagínate qué pasaría si una persona que afirma tomarse en serio las cosas que te importan a ti no fuera nunca a tu estado ni intentara hablar contigo. O si tú fueras un delincuente, o un puto votante al que le exigen identificación, gente que no tiene acceso a las urnas, que no puede dejar el trabajo para ir a votar...

Yo quería creer en que algunas personas son buenas y se dedican a este trabajo porque quieren hacer el bien, que haces lo correcto durante la mayor parte del tiempo, y la mayoría de las cosas las hacen por las razones correctas. Yo quería ser la clase de persona que cree en eso.

Henry baja la cabeza para besar la boca de Álex, y Álex... Bueno, Alex está tan enamorado que se siente morir.

Entre las razones por las que te quiero, la primera es tu cerebro, la segunda es tu polla y la tercera es tu inminente categoría de icono gay revolucionario.

Pero lo cierto es, también, algo muy simple: que el amor es imposible de domar.