A Eliza no le gusta ir al colegio, la magia no se le da nada bien y como ha tenido que repetir el último curso todo el mundo la hace sentir mal. Además, no dejan de compararla con sus padres, que fueron los mejores magos de toda una generación.
Así que, junto a su prima Kate pretende gastar una broma al colegio, pero se les va de las manos y son ellas las que terminan expulsadas del colegio.
Como Eliza es prácticamente mayor de edad, es presentada en sociedad para buscar a un marido que esté a su altura. En uno de esos bailes conoce a Andrei, un caballero húngaro, al que obliga a bailar con ella y con el que se verá muy involucrada en todos sus movimientos.
Además, alguien está matando Desterrados de una forma que recuerda mucho a un suceso del pasado y tiene a toda la comunidad, mágica o no, muy nerviosa. Eliza se huele algo y decide investigar por su cuenta y eso no traerá más que problemas...
La novela es muy entretenida, se lee muy bien y engancha, pero solo lo hace cuando estas dentro. Me explico, mientras estoy leyendo todo va bien y quieres seguir leyendo porque la novela te atrapa entre sus páginas, pero cuando lo dejas por cualquier motivo, no tuve la necesidad de seguir leyéndolo.
Además, aunque está muy bien narrado y es fácil de leer, hasta que no pasas de la mitad del libro no pasan cosas demasiado emocionantes. Tiene un principio lento y progresivamente va cogiendo velocidad hasta llegar a un final sorprendente. Me ha gustado mucho el final y el saber que de alguna manera el mundo de Sangre Roja y Sangre Negra no está clausurado.
Hay personajes geniales. Eliza y Andrei son geniales, pero Trece y Alastair son muy carismáticos y se les coge mucho cariño, aunque salgan poco. Luego hay personajes que te caerán mejor o peor y que tienen sus implicaciones en la trama.
En definitiva, el libro es entretenido, se deja leer y puede darte alguna sorpresa, pero al mismo tiempo tiene algunas cosas predecibles. Me gusta como ha tratado la homosexualidad para la época y lo natural que lo ha hecho a pesar de lo perseguido que estaba.
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