Caperucita en Manhattan

Tierna y entrañable resulta esta revisión del cuento de Caperucita que nos recuerda lo importante y vital que resulta soñar y creer…herramientas indispensables en la vida de la protagonista.
La heroína infantil, Sara Allen, representa una voz crítica hacia el mundo de los adultos…un mundo que contempla con una mezcla de curiosidad, ansia de conocimiento y de filosofía, del que denuncia principalmente su enfoque tradicional (y como se transmite y hereda esta cultura) y el papel del miedo en el comportamientos y decisiones de los adultos. Frente a ello, la protagonista reivindica su propia identidad así como el hecho de imaginar y crear otras realidades posibles, en un proceso de búsqueda de la libertad, tema fundamental de la novela.
La relación entre nieta y abuela es muy hermosa, está plagada de conversaciones iluminadoras. Quizá existe una segunda abuela, no menos importante para Sara, que también ejerce una influencia esencial sobre ella.
En uno de los episodios más bellos, para mi, Sara Allen, que adora la lectura, desarrolla una crítica literaria de tres obras, actuando así como alter ego de Carmen Martín Gaite. de hecho diría que este cuento se alimenta de esas tres obras que se citan en este episodio…
En resumen, esta historia es una delicia para todas las edades.

Creo que me he estrenado con la autora por la puerta grande.
Soy una enamorada de Manhattan, Nueva York y Estados Unidos y cuando descubrí este libro tuve la sensación de que me iba a gustar, pero ¿Tanto?
A lo largo de esta historia, dividida en dos partes, acompañaremos a Sara Allen en su vida diaria en Brooklyn.
Sara sueña, en la primera parte de esta historia, con la libertad, vive obsesionada con la isla de Manhattan y desea recorrerla en solitario entera, pero en especial, Central Park. Sara vive con sus padres, unas personas amargadas, que no hacen más que quejarse por todo y no saben disfrutar de las pequeñas cosas. Nuestra protagonista, tiene una relación preciosa con su abuela, ella es la única que la entiende y es con la única persona con la que se siguiente agusto y feliz.
En la segunda parte, Sara, tiene un encuentro con la señora Lunatic, una mujer peculiar, cargada de enseñanzas, con una manera preciosa de ver la vida y el sólo hecho de estar con ella te inspira paz y tranquilidad. Es un ser que irradia magia y le da ese toque mágico y de fantasía a esta historia.
Es una historia tan dulce, tierna y delicada. Narrada en forma de cuento de hadas que le confiere ese estilo tan bonito a la obra.
He disfrutado mucho de sus descripciones y de las aventuras que vive la niña en su noche más especial.
Es una lectura perfecta para cualquier edad, ya seas niño, adolescente, adulto o anciano. Es de esas historias que envejecen muy bien y que aportan cosas distintas en función de la edad, de la experiencia de vida y de las circunstancias personales de cada uno.
Quizá el final me hubiera gustado que lo desarrollará más y conocer cómo sigue la historia pero a pesar de eso me ha resultado una experiencia lectora MARAVILLOSA.
Tras leer esta obra ya no veo de la misma manera, Manhattan ni la estatua de la Libertad, para mí les ha dado un significado mucho más especial si cabe y es imposible ver ambas cosas desde la misma óptica que antes de adentrarse en la historia.

Este libro sorpende por la vuelta de tuerca que le da a la historia de Caperucita, me pareció muy original, y no voy a contar de que va porque sino la destrozo. He seleccionado esta edición porque contiene ilustraciones que hizo la propia autora, lo que es un lujo.

Me ha parecido un cuento infantil precioso, no había leído nada de Carmen Martín Gaite, y ha sido una expedición preciosa. Seguir a Sara Allen en su pequeña aventura por la ciudad... Los temas de los que habla, de la independencia siendo ya mayores y siendo pequeños.

Una novela única, con una sensibilidad especial con la que podemos descubrir Nueva York y la vida en general desde el punto de vista de una niña enamorada de la literatura con una imaginación desbordante y un inconformismo que han hecho imposible no identificarme con ella.

Cuento de Caperucita roja en New York

Una historia muy original por su frescura y su innovación transformando uno de los cuentos clásicos más conocidos como es Caperucita Roja, en una historia real con los toques fantásticos propios de cualquier historia protagonizada por un niño.