Que el que ayuda a otro a hacerse poderoso causa su propia ruina.
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Que el que ayuda a otro a hacerse poderoso causa su propia ruina.
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Los hombres olvidan con mayor rapidez la muerte de su padre que la pérdida de su patrimonio
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Pues se engaña quien cree que entre personas eminentes los beneficios nuevos hacen olvidar las ofensas antiguas.
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Los hombres siguen casi siempre el camino abierto por otros y se empeñan en imitar las acciones de los demás.
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Para conocer bien la naturaleza de los pueblos hay que ser príncipe, y para conocer la de los príncipes hay que pertenecer al pueblo.
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Los hombres simulan lo que no son y desimulan lo que son.
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La mayoria de los hombres viven felices mientras no se ven afectados en sus bienes ni en su honor,, luego un principe puede manejar a las minorias
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Obligado el príncipe a saber emplear los procedimientos de los animales, debe preferir los que son propios del león y del zorro, porque el primero no sabe defenderse de las trampas, y el segundo no puede defenderse de los lobos. Se necesita, pues, ser zorro para conocer las trampas, y el león para asustar a los lobos. Los que sólo imitan al león, no comprenden bien sus intereses.
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... tan fácil es curarla como difícil conocerla; pero con el tiempo, inadvertida y no curada al empezar, todos la conocen y ninguno la remedia.
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A los hombres se les debe ganar, o imposibilitarles de causar daño, porque de las pequeñas ofensas se vengan, pero no de las grandes; por ello el agravio que se les haga debe ser de los que no permitan tomen venganza.
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Son considerados los padres de la filosofía occidental: