Asesino de brujas: Los hijos del Rey

Debo admitir que cogí esta segunda parte de la trilogía “Asesino de brujas” con cierto miedo, ya que había leído varias reseñas negativas sobre esta parte. Además del miedo de tirar por los suelos el libro anterior que tanto me había gustado. Pero la verdad es que a mi me ha gustado bastante.
Si que es verdad que como segunda parte, se puede considerar y se nota en la novela, que es como una transición hacia la explosión total que imagino y espero que sea en la tercera parte. Pero no por esto deja de ser un libro maravilloso. Tiene sus buenísimos momentos de acción, tiene ese tira y afloja de nuestro romance favorito de la saga, pero sobre todo, tiene evolución de los personajes.
En esta parte, nuestra querida Lou, como bruja poderosa que es, se vera tentada y se verá sobrepasada por esas fuerzas oscuras que quieren tirar de ella pero… ¿Serán capaces de doblegarla?. Conoceremos nuevos personajes verdaderamente interesantes que nos harán descubrir un poco más este mundo que la escritora ha creado.
Si bien no le doy las cinco estrellas porque hay un punto del final que no ha terminado de convencerme del todo. o tal vez, no lo haya conseguido entender en profundidad.
Para todos aquellos lectores o futuros lectores de esta saga, recomiendo no dejar pasar demasiado tiempo entre libro y libro porque sino se corre el riesgo de perder algún que otro detalle importante.

Sin ningún tipo de hiatus más que un cambio de lugar, comienza esta segunda entrega de la saga de fantasía Asesino de brujas. En ella, lo que encontraremos será como Lou y Reid, junto con sus amigos y familiares intentarán encontrar aliados para poder combatir el poder de Morgane. Sin embargo, estos aliados se encuentran entre sus enemigos, ya que, a pesar de que la Iglesia persigue a las brujas, esta no apoyará a su espada renegado, recién descubierto brujo. Además, tampoco los hombres lobo estarán dispuestos a ayudar a quienes les han dado caza toda su vida. Con este panorama, lo que les queda es convencer, luchar y esperar que el poder de Morgane pueda combatirse de alguna manera.
Y tal y como vemos con esta premisa, os lo adelanto ya, lo importante en esta entrega no es tanto el avance en la trama general, sino la transformación de los personajes a lo largo de los sucesos que les acercan a sus enemigos.
Añadidura como medio
Lo primero de lo que se darán cuenta nuestros personajes es que para combatir a un gran mal tienen que utilizar una gran fuerza, por lo que a través de esta idea viajaremos a lugares de Belterra en los que no habíamos estado hasta ahora. Así, conoceremos las tierras de las brujas de sangre, las parientes de Coco; las tierras de los loup garou, etc.
Además, añadidas a estas nuevas localizaciones también conoceremos nuevos personajes, imposibles de asimilar en la entrega anterior por la rivalidad con los chasseurs. de este modo, la amplitud se realiza también en la inclusión de personajes desterrados como los feriantes, los adivinadores, los bastardos y las personas poco comunes, como nos citan en la novela.
Ellos servirán como punto de reflexión para que los personajes que ya conocemos, en concreto Lou y Reid, piensen sobre quiénes son, quiénes quieren llegar a ser y qué están haciendo. En este sentido, son el apoyo, el medio que utilizará la autora para el gran salto de la primera parte a la tercera.
El gran salto
Y es aquí donde reivindico esta parte de la trilogía. A pesar de que a nivel de trama lo que tenemos es muy simple, el viaje, la búsqueda de aliados y la reunión final con la promesa de venganza; nuestros personajes se desarrollarán durante el viaje a niveles que les cambiarán para siempre.
Reid, a pesar de lo que hace al final de la primera entrega, tendrá que lidiar con su condición de brujo y decidir si acepta esa realidad que ha descubierto de sí mismo o no. A pesar de que en algunos momentos de la obra queramos matarlo por sus conclusiones (en algunos casos completamente desviadas de la realidad), Reid sufrirá, se equivocará y acertará sobre este tema, dejándonos un personaje que encara el final de la trilogía que nada tiene que ver con el portador de la balisarda.
En el caso de Lou es quizá todavía más interesante, más grande y más importante. Nuestra bruja se nos muestra como una niña alocada que utiliza la locura para poder comprender y habitar un mundo que se le ha caído en pedazos. Ahora, después de la traición de su madre, pocas cosas son las que le traen la felicidad, por lo que estará dispuesta a combatir de la forma que sea a aquellos o aquello que intente arrebatarle a las personas que más quiere. Los caminos de la magia son inescrutables, pero cuando comienzas a quemarte la solución es retirar la mano y no sabemos si Lou estará dispuesta a hacerlo si de ello depende la vida de los demás.
A por el tres
En este sentido, como podéis ver, la historia no ha cambiado en absoluto: Lou y Reid contra el mundo por su amor y, en especial, contra Morgane para que no acabe con sus vidas. Sin embargo, los personajes pegan un salto muy muy interesante, del devoto al protector; de la alocada niña a la mujer que arriesgará todo por los demás. Creo que estos cambios, sin los procesos que encontramos en esta segunda parte, hubieran sido muy bruscos y no nos hubieran convencido.
Además, añadimos a esto que el estilo de la autora sigue siendo igual de mágico que siempre. Con esa complejidad del vocabulario francés que utiliza y el lirismo de las partes de la magia, pero con la sencillez, delicada vulgaridad y lenguaje directo en las partes de convivencia, Mahurin nos vuelve a convencer.
Espero que os animéis con él. Si no habéis leído la primera parte, es una novela de brujas que es muy interesante. Si sí la habéis leído, no esperéis a lanzaros a esta, que nos regala una pareja muy peculiar. Espero que os guste.


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De nuevo en Belterra con Lou y Reid, os aviso de que esta reseña tendrá spoilers de la novela anterior. Si aún no la habéis leído, cuidado.


¿Qué vamos a encontrar en esta novela? Magia, fe, mentiras, engaños, amistad y amor. Continuamos con la esencia de la obra anterior.

Aunque es un poco más lenta que la obra anterior, poco a poco va cogiendo agilidad hasta acabar con un intenso desenlace, abierto a la tercera parte de la trilogía.

Ahora que sabemos que Reid es un brujo, la situación ha cambiado. Vamos a poder ver su lucha interna a lo largo de toda la novela, pues es algo que atenta contra sus más firmes creencias.

La magia aparece como un ente oscuro que va a ir consumiendo a Lou y cambiándola. ¿Llegará la joven bruja a un punto de no retorno?

En esta novela vamos a leer más la perspectiva de Reid que la de Lou, conociendo mejor al excazador de brujas, el exchasseur, pero también vamos a saber más de Coco y Ansel, los compañeros de viaje de Lou y Reid.

El viaje que van a emprender los personajes no va a ser solo en su búsqueda de aliados, sino también conociéndose a sí mismos y la forma en la que se ven obligados a madurar y aprender a la fuerza y con gran rapidez.

Vamos a encontrarnos con una historia de fantasía llena de magia, amor, traición y lazos que unen a quienes menos se lo esperan... O no.


Mensaje de la novela: Sigue siendo una clara crítica al fanatismo y a las ansias de poder.

El arzobispo ya no está, pero sí su legado y el fanatismo de aquellos que aún creen en su mensaje.

Esta historia nos muestra la importancia de la familia y de saber elegir a las personas en las que confiamos. No solo la sangre crea la familia, y no por ser familia biológica la gente merece el amor incondicional.


Personajes: La evolución de los personajes queda patente, aunque en ocasiones Lou y Reid se comportan como niños.

A pesar de ser jóvenes, ambos han madurado antes de tiempo debido a las circunstancias de la vida que han tenido que llevar. Sin embargo, a veces parecen aún más jóvenes de lo que realmente son.

Los nuevos personajes que aparecen, me han gustado mucho. Tanto La Voisin (reina de las brujas de sangre) como Nicholina (mano derecha de la Voisin), me han fascinado. Villanas y heroínas al mismo tiempo, poderosas y extrañas, van a dar juego en esta historia.

Claud Deveraux con su Troupe La Fortune, va a dar un toque de color a esta historia.

Coco, Ansel y Beau adquirirán una mayor importancia y serán imprescindibles para el desarrollo de la trama.

Morgane y los chasseurs no serán los únicos villanos de esta obra y pasarán un poco más desapercibidos, hasta que finalmente vayan recuperando su relevancia.


Lo que más me ha gustado: La evolución de la trama, que ha ido in crescendo. Empezó muy lenta, pero poco a poco cogió ritmo.

La oportunidad de conocer mejor a los personajes secundarios, dándoles casi un papel protagónico en esta historia. Aunque solo narran en primera persona Reid y Louise, podemos apreciar mucho mejor cómo son Ansel, Coco y Beauregard.

El modo en el que se conecta esta trama con la anterior, manteniendo el hilo y sin incoherencias.


Lo que menos me ha gustado: al igual que pasaba en la novela anterior, esta necesita una revisión por parte de la editorial Puck. Hay muchos fallos gramaticales que dificultan la lectura.

La inmadurez de Reid y Lou en algunas circunstancias, pues parece que en lugar de avanzar, han retrocedido.

Que comience tan lenta la trama.


Conclusión: Aunque ha bajado el nivel con respecto a la anterior, sigue siendo una novela muy disfrutable y que merece la pena leer.

Hay el suficiente misterio aún como para querer leer la tercera, que he querido empezar nada más acabar con esta.

Al ser una segunda parte no os voy a dejar mi propia sinopsis como siempre, os invito a ver la reseña del primer libro que tenéis en mi perfil para que sepáis de qué va 😊
Eso sí, sido una buena segunda parte. Aunque me ha llamado la atención que, para ser una quinta edición, tiene bastantes erratas.

La historia al principio es un poco lenta y más cuando no te convence del todo la evolución que van llevando los protagonistas (en el sentido de que muchas cosas se arreglarían solo con hablarlo pero no lo hacen, y esto me pone nerviosa 😅), pero acaba teniendo sentido que haya sido así porque necesitan una transición para asimilar todo lo sucedido en en primer tomo.

Ha conseguido sorprenderme y no lo pude terminar antes por falta de tiempo porque, cada vez que me ponía a leer, me tenía enganchada. Cuando pensaba que esperaría un tiempo para coger el último libro, el final me ha dejado con muchas ganas de seguir.

Pufff no sé que decir de este libro. Ha sido ABURRIDO, LENTO Y ABURRIDO (otra vez, si). El libro se divide en tres partes, y la trama se vuelve algo interesante en las últimas 100 páginas.
Tras el final del primer libro, acompañamos a Lou y su grupo de "amigos" que intentan salvar sus vidas. Se ocultan en el bosque y a la vez intentan conseguir más aliados para vencer a Morgane le Blanc.
No ocurre nada en más de 200 páginas. Para mí los personajes han perdido toda la intriga que pudieran haber tenido. He pasado de tolerar a Lou y a Reid, a no poder soportarlos. En el primer libro me encantaba esa relación que tenían de enemies to lover, pero es que en este libro me da igual lo que ocurra con ellos. Me da igual si están juntos, si se enfadan, si se separan... No siento ninguna conexión especial con ninguno de los demás tampoco, ni con Coco ni Ansel ni Beau.
Esta historia se centra mucho en lo que le pasa a Reid después de lo que hace al final del primer libro, cómo se siente y demás. Y que quieres que te diga, me parece que es como un niño pequeño enfadado y cabezota. Para mi ha perdido mucho con este libro. Entiendo sus traumas y demás pero no creía que se le pudiera dar tanta vuelta a lo mismo.
Este libro me sobra, no aporta casi nada nuevo a la historia, espero que el tercero sea mucho mejor y al menos se le parezca al primero.

Este libro me costo muchísimo más en engancharme que el primero. El principio se me hizo demasiado monótono. Pero a la mitad del libro fue cambiando un poco la cosa.

Me gusto que salieran nuevos personajes y el progreso que tuvo Reid como protagonista. Lou como que sigue un poco igual, algunas de sus actitudes se me hacia demasiados infantiles para no decir otras cosas.

Lo que si no puedo negar que me destrozo el corazón algunas escenas como el tema de Coco y Ansel, yo tenia muchas esperanzas en esa pareja en el primer libro, pero esta vez no se me cumplió jajaja

El tema del padre de Reid que ya todos sabemos del primer libro es el Rey. No absolutamente no, le gano por jugada al Arzobispo.

Y el final.... NO HACIA FALTA TANTA MALDAD!!!!

Me dejo con muchas ganas de no querer seguir con el libro, se salvo un poquito con el tema de Lou que me dejo con la intriga. Pero enserio quede absolutamente muy mal jajaja

Reid es un hombre de dios, un chasseur, un cazador de brujas. Y su esposa Lou es una bruja. Descubrir eso, un secreto tan grande, es un duro golpe para él, pero cuando Lou se rebele ante él como uno de sus mayores enemigos, Reid está tan enamorado de su mujer que estará dispuesto a sacrificarlo todo para evitar que esta arda en la hoguera. Incluso si para ello tiene que renunciar a su vida como chasseur. Incluso si para eso tiene que matar al Arzobispo de Belterra, quien rescató a Reid de la calle, le convirtió en un cazador y le trató como si fuera su hijo. Lo que sea con tal de que aquella a quien ama siga con vida. Sin embargo, su traición al rey y a sus convicciones no es el mayor problema de Reid. Morgane le Blanc, madre de Lou y líder de las dames blanches quiere matar a su hija a toda costa para adquirir un poder sin igual y convertirse en la bruja más poderosa de todos los tiempos. Para ello, hará cualquier cosa, incluso incendiar Cesarine hasta sus cimientos y caminar sobre una ristra de cadáveres.

Tras lo acontecido en el primer libro, Lou, Coco y Reid, así como todos los que se unen a ellos (Ansel, quien se estaba entrenando para ser chasseur; Madame Labelle, dame blanche que regentaba el mayor prostíbulo de Cesarine y que resulta ser la madre de Reid; y Beau, el primogénito del rey que decide unirse al grupo tras haberse prendado de Coco), son considerados traidores a la corona y el rey pide una buena recompensa por sus cabezas. Así pues, se ven obligados a abandonar Cesarine y refugiarse en el bosque. Con ayuda de la magia de Madame Labelle y de Coco, el grupo pasará desapercibido mientras tratan de idear un plan para derrotar a Morgane. No será algo fácil, ya que tanto ella como los chasseur están peinando Belterra para encontrarlos y acabar con sus vidas. Lou sabe que la única forma de acabar con su madre es buscando aliados, por lo que tendrán que convencer por un lado a las dames rouges o brujas de sangre, aquelarre al que pertenece Coco y que odian a las dames blanches y, por lo tanto, a Lou, y por otro lado necesitan congraciarse con los loups garous o licántropos, quienes también odian a las brujas y a los chasseurs. Estas alianzas no serán nada fáciles de llevar a cabo debido a las rencillas existentes y viejas enemistades, pero será un movimiento desesperado para eliminar a Morgane del mapa de una vez por todas. Para añadirle más dificultad al asunto, Lou está llevando su magia al límite. Está dispuesta a sacrificar cualquier cosa, incluso a sí misma, con tal de proteger a aquellos a quien ama y sus consecuencias empujarán a Lou a rozar el lado oscuro de su poder.

La bruja blanca fue mi gran descubrimiento del año pasado. Todo el mundo que había leído esa novela hablaba maravillas de ella y pude constatar por qué había revolucionado tanto el panorama juvenil cuando fue publicada al español. Sin embargo, cuando salió su segunda parte las reseñas no eran tan halagüeñas y eso hizo que dilatara en el tiempo su lectura. La primera parte me había fascinado tanto que temía que Los hijos del rey me dejara mal sabor de boca. Pero con motivo de la visita de su autora a la Feria del Libro de Madrid de este año, me animé por fin a retomar esta trilogía, eso sí, yendo sin demasiadas expectativas.

Si La bruja blanca se centraba casi en exclusiva en la relación de enemies to lovers de Lou (una bruja) y Reid (un cazador de brujas), en Los hijos del rey la autora expande el horizonte y se detiene más en los personajes secundarios y en adentrarnos más y mejor al mundo mágico y plagado de brujas que apenas es un atisbo en el inicio de la trilogía. Lo que más absorbía a los lectores era, precisamente, los tira y afloja que existían entre Lou y Reid debido a sus personalidades tan dispares y al hecho de ser enemigos casi de nacimiento, pero era evidente que si al final terminaban juntos como pareja y el ser marido y mujer dejaba de ser un mero formalismo para convertirse en una realidad, esa dinámica romántica que a muchos nos conquistó no podía mantenerse de la misma forma en esta segunda parte, lo que hizo que, en parte, la lectura de esta novela perdiera la gracia. Así pues, para mí Shelby Mahurin tenía el reto de enamorar a sus lectores de otra forma, ya que el cliché de enemies to lovers ya no era válido. Y en mi opinión, lo ha conseguido pero a medias.

Si bien el romance entre Lou y Reid se ha consolidado y Reid se ha reconciliado con ese odio acérrimo que le inculcaron desde niño contra las brujas, eso no significa que haya aceptado por completo la magia. Sigue pareciéndole un arte peligroso y está en contra incluso de que Lou la utilice, a menos que sea estrictamente necesario y una cuestión de vida o muerte. Esto para Lou supone un problema, pues la magia es una parte fundamente de sí misma y no puede ignorarla o vetarla solo porque su marido no se sienta a gusto en su presencia. Estas desavenencias entre ambos dará lugar a diversas discusiones y rencillas entre ellos, sobre todo porque Reid descubrió al final del primer libro que él también puede usar magia al ser hijo de Madame Labelle. Esto es algo peculiar porque la creencia, incluso entre las propias brujas, es que solo las mujeres obtienen el don de la magia. Tener este poder va en contra de todos los principios con los que Reid ha crecido y se niega a asumir que ahora la magia es parte de él. Lou intentará que se reconcilie consigo mismo y se ofrecerá a enseñarle cómo usar los patrones y cuáles son las reglas de la magia, ya que podría ser útil teniendo en cuenta la delicada situación que están viviendo, pero Reid no está dispuesto a transitar ese camino. Así pues, la relación entre Lou y Reid sigue siendo complicada, pero ha perdido esa parte salseante y de tensión sexual entre ambos para convertirse en algo más serio y profundo que depende principalmente de su desarrollo como personajes. Además, los propios Lou y Reid han cambiado bastante. Reid es más tolerante y más abierto y aunque sigue sin abrazar la magia, por lo menos acepta su existencia y poco a poco se va dando cuenta de que bien usada y en las manos correctas es una poderosa aliada; unido a esto, comprenderá que no todas las brujas son seres malvados cuyo único objetivo es la destrucción de los hombres. Como en todas partes, hay brujas malas y brujas buenas. Por su parte, Lou se ha vuelto mucho más ácida, sarcástica e imprudente. No soporta estar de brazos cruzados mientras su madre amenaza a sus amigos y a su pareja, lo que le lleva a extralimitarse durante las peleas, a ser más cruel y sanguinaria y eso, a su vez, hará que se acerque cada vez más al lado más oscuro de sus poderes, convirtiéndola en alguien impredecible y muy peligrosa.

Si La bruja blanca era precisamente eso, un libro de personajes, Los hijos del rey sigue por el mismo camino. La principal diferencia es que en el primero Lou, Reid y su dinámica tan divertida y chispeante era quienes tenían el protagonismo; pero en esta segunda parte, la autora le da voz al resto de personajes secundarios que les acompañan (incluso añade algunos nuevos la mar de interesantes) y vemos cómo todos ellos van evolucionando a lo largo de la novela. Sí, Lou y Reid siguen llevando la voz cantante, pero dejan espacio para que sus compañeros también se desarrollen.

El problema de esto, es que la trama se estanca y el ritmo es muy lento porque Mahurin se centra más en que conozcamos a toda la troupe y la acción se diluye y se concentra en las últimas ciento cincuenta páginas. En el primer libro tampoco había trama, pero los tira y afloja entre Lou y Reid eran tan atrapantes que se llevaban todo el protagonismo y daba igual: lo que quería el lector era imbuirse de su relación y ver cómo esta se solventaba, la amenaza de Morgane y todo lo que ello conllevaba era secundario. No obstante, las cosas cambian bastante de cara a esta segunda parte. Para empezar, siento que no hay una buena transición entre el final de la bruja blanca y el principio de Los hijos del rey. Tal vez esto se deba a que dejé que pasara bastante tiempo entre mi lectura de uno y otro, pero al comenzar a leer el segundo libro me encontré con unos protagonistas un tanto irreconocibles, que no se parecían a los personajes de los que me había enamorado y me costó bastante reconectar con ellos, lo que dificultó mi disfrute mientras leía. La relación entre Lou y Reid ya no es tan divertida ni ingeniosa porque se ha convertido en algo más serio y ambos han cambiado bastante teniendo en cuenta los varapalos que han sufrido. Si a eso le unimos que, como ya he comentado, la autora se centra en desarrollar a los personajes y sus relaciones interpersonales y que la acción no arranca hasta la segunda mitad del libro, todo ello hizo que me costará muchísimo adentrarme en la novela porque sentía que se había producido un cambio muy brusco entre el primer y el segundo libro y este segundo se había vuelto inesperadamente serio y aburrido. No conseguía engancharme, todo me parecía muy lento, en los primeros capítulos tan solo nos limitábamos a ver cómo los personajes hacían planes y la montaña rusa en la que se estaba convirtiendo la relación entre Lou y Reid. Me costaba horrores avanzar y no había nada que me animara a abrir el libro. Será cuando por fin el grupo se separe y vayan en busca de las dames rouges por un lado y los loups garous por otro cuando la trama comience a remontar.

Tal y como dije al principio de la reseña, Shelby Mahurin explora aquí mucho mejor cómo funciona la magia en este universo y cuáles son los seres sobrenaturales que lo componen y esto fue, para mí, lo mejor de la novela. A través de Lou entendemos qué clase de poderes tienen las dames blanches, cómo está organizado su aquelarre y cuáles son los deseos de Morgane. Sucede lo mismo con las dames rouges gracias a las explicaciones de Coco y a que ambas deben introducirse en su campamento para llevar a cabo su alianza. También aparecen criaturas nuevas como los hombres lobo y los matagots, una especie de demonios que toman la forma de animales y son muy receptivos a la mente de aquellos a quienes acompañan. Vemos por fin la riqueza del mundo que ha creado la autora y a ello también contribuye la aparición de personajes nuevos como el misterioso y fascinante Claud Deveraux y su troupe.

Así pues, podría resumirse en que Los hijos del rey es un libro bastante puente en el que nos adentramos más y mejor en la psicología de los personajes y en el worldbuilding, sacrificando para ello la acción. Por suerte, los últimos capítulos recuperan el ritmo y se vuelven adictivos debido a todas las cosas que comienzan a suceder de repente y a los giros de trama que se introducen. Eso sí, el final para mi gusto no es demasiado impactante. Teniendo en cuenta el enfrentamiento tan espectacular con el que la autora cerró La bruja blanca, me esperaba algo que estuviera al mismo nivel y aunque es cierto que ocurre algo que no me esperaba y me dejó el corazón en un puño, me dejó bastante fría.

Los hijos del rey es una novela que se centra casi en exclusiva en desarrollar al amplio elenco de personajes que se nos introduce al principio de la trilogía, así como en expandir el mundo mágico y sus leyes, todo ello en detrimento de la acción y la trama. La consecuencia es que no es tan adictivo como cabría esperar y que tiene un inicio muy lento que impide al lector reconectar con la historia. Aun así, analizándolo en conjunto es un libro que funciona bien, que no está mal y que, a pesar de todo, me ha dejado con ganas de continuar con el tercero y último.
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Luego de esta lectura puedo concluir, que el libro no es tan bueno como el primero, esperaba mas, pues la quimica entre ellos dos desaparecio, la trama se torno aburrida durante todo el libro solo cerca del final se puso interante pera nada mas, solamente le puedo dar 3 estrellas, pues no logra superar al primer libro de esta trilogia.

Decepción tremenda y eso que ya había escuchado que este era flojete.
Para mi todo se vuelve mas soso sobre todo la historia y la protagonista que en el primero me encanto y en este libro esta como contenida y le quita todo el frescor que tenia el primero. Y aunque pasan cosas tengo la sensación que casi no ha avanzado, además de intentar hacer un crecimiento de los personajes principales y desde luego en mi punto de vista no ha sabido llevarlo.
Aun así estoy deseando seguir leyendo y solo espero que el tercero sea como el primero.

Asesino de brujas: Los hijos del rey - Shelby Mahaurin

Trilogía 2.

(Crítica sin spoiler)

Aspectos negativos:

-Al principio del libro, cuando están huyendo todos nuestros protagonistas principales (Reid, Lou, Coco, Beau y Ansel) hay un momento en el que no tienen nada para comer y hacen una especie de pan con un pino. Eso me pareció totalmente inverosímil.

-Por lo visto, mientras huían no podían pegarse una buena ducha. Aunque aquí todo es un poco de época y se me hace raro pensar en una ducha como tal. Cuando ellos usan bañeras, no duchas. Sin embargo, me ha hecho gracia que Reid piense para sus adentros que Lou huele mal. Como digo todo es un poco de época, por eso me choca bastante que se utilicen términos obscenos de este siglo como p*lla. Y este término lo usa el propio rey. Que indecoroso.

-A veces, cuando nuestros protagonistas, Lou y Reid se separaba, sentía que tenía que estar muy concentrada para seguir el hilo de dos historias diferentes.

-En ocasiones me ha resultado parecido a Crepúsculo, sobre todo a la última película y hay una batalla campal en la que lo más importante es conseguir aliados. Lo comprenderéis cuando leáis el libro.

-A veces he tenido la sensación de que la autora se olvidaba de la creación de sus propios plot twist.

Aspectos positivos:

-Me ha resultado un libro profundo, con lecciones, con reflexiones, con una evolución de los personajes muy positiva. En cuanto a fantasía tiene de todo, no solo brujas, aunque esta vez no se ha combinado con la existencia de los vampiros. Pero si aparecen melusinas, loup garous, dames blanches, dames rouges, dioses, diosas, la dáme des sorcieres... Si no entiendes nada, no te preocupes, es para no hacerte spoiler, lo descubrirás cuando leas y sabrás qué son exactamente estas criaturas que te estoy nombrando.

-Me han gustado mucho dos personajes porque me ha parecido muy original su magia. Y ellos son dos gemelos llamados Toulouse y Thierry.

-Una de las cosas que he adorado de este libro, y que tú adorarás también, son las canciones y las expresiones obscenas de Lou. Eso la caracteriza a ella.

-De nueve teorías que me había hecho en mi cabeza, sólo he acertado dos. He apuntado alrededor de cinco plot twist fuertes.

Y termino con una reflexión: Si has leído el libro, sabrás que Coco no puede permitirse llorar porque sus lágrimas no son como las de cualquiera. Me paré a reflexionar sobre esto y me pareció muy duro el hecho de que una persona no pueda llorar por no hacer daño a los demás. Que no tenga esa facilidad para desahogarse, que no pueda tener esa herramienta para paliar el dolor. Qué dura sería la vida de alguien que nunca pudiera permitirse llorar.

FINAL: Abiertísimo.